Avances de la investigación sobre el crimen contra jóvenes univesitarios
voselsoberano.com | Viernes 28 de Octubre de 2011 07:42
TEGUCIGALPA.- “Solo escuchamos cuatro disparos como a las 2:10 de la mañana”, cuentan con temor los moradores de la aldea Villa Real, ubicada a unos cuatro kilómetros del desvío de la carretera al sur.
Las cuatro detonaciones de arma de fuego que se mezclaron con las ráfagas de viento que soplaban la madrugada del domingo por las solitarias calles del sector, eran los proyectiles que terminaron con la vida de dos jóvenes universitarios.Rafael Alejando Vargas Castellanos, hijo de la rectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Julieta Castellanos, y Carlos David Pineda Rodríguez, cursante de la carrera de Ciencias Jurídicas, eran las víctimas de supuestos policías sicarios.
Algunos de los moradores mientras pasaban por la escena del crimen, -una hondonada, con piedras sueltas, zacate y tierra barrosa donde al final se escucha el paso de una corriente de agua en medio de dos montañas- un tanto apresurados dicen que solo escucharon cuatro disparos como a las 2:10 de la madrugada.
HALLAZGO
Al consultárseles si escucharon motores de carros o vieron luces de sirena de patrullas, responden que “no logramos escuchar, ni ver nada más, porque de aquí a donde vivimos está un poco lejos todavía”.
“Aunque sospechábamos que habían matado a alguien fue como a las 5:20 de la mañana cuando salíamos a trabajar que nos dimos cuenta, porque a la orilla de la calle estaban las manchas de sangre y en el barranco los cuerpos de los muchachos”.Otras personas expresan su preocupación debido a que en los últimos días han visto entrar a cada momento patrullas de la Policía Preventiva y carros particulares sin placas a inspeccionar la zona del crimen.
También se sorprendieron porque ayer por la mañana los restos de sangre seguían en la orilla de la calle, pero por la tarde, lo único que estaba era un orificio, donde se notaba que se habían llevado la tierra donde se encontraban los restos. Seguramente eran los fiscales para tomar las muestras de sangre.
Indican que, por lo general, en esa zona no hay presencia policial y que es utilizada como botadero de cadáveres o llegan a matar personas en horas de la noche o la madrugada.
“A las cinco de la tarde es rara la persona que pasa por esta calle, porque nos da miedo encontrarnos con matones o personas extrañas”, manifiestan, casi en coro, un grupo de habitantes que caminan aceleradamente a refugiarse temprano en sus hogares.
PERSECUCIÓN
Al salir habrían tomado la calle que conduce al retorno ubicado frente a la Corte Suprema de Justicia (CSJ), para llegar al bulevar Fuerzas Armadas (FF AA) y dar la vuelta frente al Metro-Mall, en dirección al bulevar Comunidad Económica Europea.
Unos metros antes de llegar al desvío de la colonia La Pradera, por la empresa Camiones y Motores, S.A. (Camosa), supuestamente se encontraba un operativo policial, donde los elementos les habrían indicado que se detuvieran.
Al parecer, los jóvenes no accedieron y aceleraron su vehículo, marca Toyota Rav 4, color champagne, y de inmediato una patrulla comenzó la persecución de la camioneta que se habría dirigido por la calle Los Alcaldes (carretera al Batallón), en donde se presume que les comenzaron a disparar.
Los vehículos habrían continuado a alta velocidad hasta llegar a inmediaciones de la colonia Las Torres, de donde se desviaron a la colonia América, y antes de llegar a la gasolinera del mismo nombre los hirieron dándoles alcance.
RECORRIDO DE LA MUERTE
Al interceptarlos, se supone que los policías les solicitaron la documentación y hubo intercambio de palabras; luego habrían amenazado a los jóvenes para trasladarlos a la solitaria aldea Villa Real, al sur de la capital.
Sin embargo, antes el conductor del vehículo donde se transportaban los jóvenes habría sido relegado de su puesto y tomó el volante uno de los supuestos policías sicarios.Ya reducidos a la impotencia, la patrulla y el vehículo habrían salido en dirección al anillo periférico para desviarse a Loarque y pasaron sin dar sospecha por la estación policial de ese sector.
Luego habrían llegado al kilómetro 13 de la carretera al sur para desviarse a la mencionada aldea, por un camino tenebroso, alumbrado únicamente por el resplandor de la luna, debido a que no hay electricidad en ese sector.
La calle hacia abajo es estrecha, llena de baches y piedras, con hondonadas a los costados, donde un vehículo no puede exceder de los 40 kilómetros por hora. Está rodeada de maleza y el viento se hace eco en las montañas.
Metros antes de llegar a un punto donde pasa una quebrada y que se unen dos cerros, en una pronunciada curva, los matones supuestamente detuvieron la marcha de los vehículos para luego ejecutar a los dos muchachos.
Según las investigaciones, los muchachos –ya heridos– fueron rematados en ese lugar y lanzados al abismo de unos 10 metros de profundidad. Después los victimarios se regresaron, dejando abandonado el vehículo en la entrada de la colonia Santa Rosa.
Al parecer, todas la evidencias de la zona del crimen fueron recolectadas por las autoridades y lo único que yace en el lugar son decenas de guantes usados por los elementos encargados de la investigación.
http://www.latribuna.hn/2011/10/28/%E2%80%9Csolo-escuchamos-cuatro-disparos-como-a-las-210-de-la-manana%E2%80%9D/
Patrón criminal apunta a red de policías corruptos
Tegucigalpa. Una red criminal integrada por policías podría ser la responsable de innumerables delitos que han mantenido de rodillas a la población que vive y circula por el sector sur de la capital.
Informes de inteligencia establecen que estas actividades fueron analizadas por las máximas autoridades del país, determinándose que en efecto hay participación de policías en actos reñidos con la ley.Según estos informes, los policías aprovechan sus días libres o de franquicia para cometer actos criminales que van desde el sicariato, robo de vehículos, cobro de "impuesto de guerra" y asaltos a mano armada hasta narcomenudeo.
Esta hipótesis tomó fuerza cuando los investigadores descubrieron que los delitos se cometían día de por medio en la zona y que estos hechos criminales coincidían con los días de franquicia de agentes pertenecientes al distrito policial de La Granja.
La Jefatura Metropolitana está conformada por los distritos de El Edén, El Manchén, San Miguel, Belén, Kennedy, San Francisco y La Granja.
Cada uno de estos distritos tiene un jefe, agentes, patrullas, equipo logístico, armas, radiocomunicadores y postas para desarrollar las actividades de seguridad pública en las regiones asignadas.
Según lo informado a EL HERALDO, de todos los distritos, solo en el de La Granja se habían detectado movimientos atípicos en las cifras.
Los informes establecen que para hacer los ajustes correspondientes en materia de seguridad las máximas autoridades de Casamata decidieron hacer cambios en los puestos de mando.
Actualmente el distrito policial está al mando del comisario de policía Ronmel Martínez Torres, oficial de reconocido prestigio en la institución.
Este oficial habría llegado con la misión de reducir los niveles delictivos en esta región, que incluye colonias y sectores como Las Torres, Las Hadas, Las Uvas, Loarque, Satélite, Río Grande, Pedregal, San José de la Vega, La Peña, La Cañada, San Isidrio, Flor del Campo y Los Robles, así como el anillo periférico.
Es precisamente en este sector donde el robo de vehículos se ha disparado, siendo la zona más caliente el anillo periférico, en el tramo comprendido entre la colonia América y el desvío a los batallones.
La información proporcionada a EL HERALDO establece que estos policías utilizan su día libre, es decir cuando andan francos, para cometer las actividades delictivas.
Su accionar se ve facilitado porque los delitos los cometen dentro de los límites del distrito policial, de manera que saben dónde están ubicadas las patrullas o los retenes en virtud de que han conocido las planificaciones estratégicas.
Además, estos policías usan los radios de comunicación para saber dónde se encuentran ubicados los policías que están en servicio y que sí prestan un trabajo honesto a la comunidad.
Las informaciones ilndican que los policías involucrados de forma directa en estos ilícitos son cuatro y para ello se movilizan en motocicleta particular o en vehículos. Sus actividades principales son el robo de motos y carros y el sicariato.
Todas las actividades, de robo y movilización de vehículos, se realizan dentro de los límites del distrito policial.
Muerte de universitarios
En el caso de los dos jóvenes universitarios asesinados, el patrón criminal coincide con el accionar delictivo de los policías que integran la red criminal.
Los jóvenes fueron interceptados en la colonia América y posteriormente, siempre en los límites del distrito de La Granja, abandonaron el vehículo frente a la entrada a la colonia Santa Rosa y los cuerpos en el kilómetro de la carretera al sur.
Una de las hipótesis que se maneja es que los dos jóvenes habrían sido perseguidos por policías corruptos que circulaban en motocicleta y que en el intento de fuga habrían pasado un retén policial, el cual inició la persecución y abrió fuego sin percatarse que los dos universitarios eran presa del pánico y huían de agresores.
Vecinos de la colonia América confirman que hubo ráfagas en horas de la madrugada, siendo estos disparos los que habrían alcanzado al joven Rafael Vargas Castellanos.
Según estas mismas hipótesis, al percatarse que habían herido de muerte al joven Vargas Castellanos, los uniformados habrían tomado la fatal decisión de terminar con la vida del joven Carlos David Pineda y posteriormente deshacerse de las evidencias, es decir, el vehículo y los cuerpos.
Puntos de interés contenidos en el informe proporcionado a EL HERALDO
Imparable el robo de vehículos
peligro. El robo de vehículos se ha incrementado de forma alarmante en el sector de Las Torres y en el anillo periférico, en el tramo que conduce desde la colonia América hasta el desvío a los batallones. Los asaltos coinciden con los días libres de agentes vinculados a la red.
El sicariato está a la orden del día
muertes. Varias personas han sido víctimas de sicarios. En la colonia Loarque, para el caso, en agosto de 2011 fue acribillada la abogada penalista Esperanza López. En marzo de este mismo año, Mariano Paguada y Walter Reyes fueron acribillados también en Loarque.
Robos a viviendas y delincuencia común
Asaltos. En las colonias del sur de la capital, los asaltos a mano armada y a vehículos en horas de la noche y madrugada están a la orden del día. Prueba de ello es que decenas de colonias ubicadas por este distrito han tenido que acogerse al programa Barrio Seguro de la AMDC.
Operan en motos particulares
Patrón. Según informes de inteligencia, los policías involucrados en la red criminal operan en una motocicleta particular color blanco. Portan los radios de comunicación, lo que les permite saber dónde están los retenes y las patrullas en operativos de seguridad.
Ordenan uso de motos oficiales
Seguridad. Las máximas autoridades de la Policía y de la Secretaría de Seguridad ordenaron, semanas atrás, que los policías solo pueden hacer uso de motos con los colores oficiales de la institución, debidamente identificadas con el escudo de la policía.
Cambios en la jefatura del distrito
Rutina. EL HERALDO supo que Seguridad hizo rotaciones en el distrito de La Granja. En la jefatura se asignó hace dos semanas al comisario Ronmel Martínez Torres. Curiosamente, no hubo cambios en los restantes distritos policiales que son parte de la jefatura Metropolitana.
http://www.elheraldo.hn/Ediciones/2011/10/28/Noticias/Patron-criminal-apunta-a-red-de-policias-corruptos/%28offset%29/1/%28notacompleta%29/1#notacompleta CORTESIA VOS EL SOBERANO
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