UNA AGRESIÓN CONTRA EL COMPAÑERO JUAN BARAHONA

Criminalizar la protesta pública, calificar de vagos, delincuentes, vándalos y cualquier otro calificativo, es una norma de los grupos oligárquicos, sobre todo de sus voceros en los medios de comunicación. Esto a pesar de no ser una práctica nueva es, después del golpe, una constante cada vez que el pueblo, a través de sus respectivas organizaciones, o del movimiento unificado en el Frente Nacional de Resistencia Popular, manifiesta en las calles su protesta y descontento por los atropellos permanentes en contra de sus conquistas laborales, de sus reclamos por obtener mejores beneficios para sus condiciones de vida, de trabajo y de derechos fundamentales, tales como, educación, salud y vivienda.

Es evidente que la intención de esas acusaciones es justificar la criminalización de la protesta y tener los argumentos para reprimir a quienes hacen uso de una de las armas que tiene el pueblo, las manifestaciones públicas.

En los últimos días hemos escuchado otra forma de agresión. Se trata ahora de descalificar a un dirigente destacado de la conducción del Frente Nacional de Resistencia Popular, el compañero Juan Barahona. Es obvio que las intenciones para debilitar o hacer desaparecer la fuerza opositora aglutinada en el FNRP, han estado siempre y para lograrlo cualquier forma será válida. Pero, es preocupante cuando esa forma involucra a personas que se declaran ser parte de la resistencia y se prestan para hacerle el juego a los grupos interesados en destruir el instrumento de lucha unitaria del pueblo.

Es reprochable, desde todo punto de vista, que alguien que se considera ser parte de la resistencia realice acciones que violenten derechos laborales de otro compañero resistente y luego justifique sus actos haciendo acusaciones ante los medios de comunicación, eso a todas luces, solo sirve para darle armas al enemigo. Actos de esa naturaleza nos orienta a pensar que estamos frente a un falso compañero que ha abandonado nuestras filas para hacer causa común con el contrario o, que en un afán de protagonismo, no mide las consecuencias de sus actos.

Es oportuno hacer un llamado a permanecer atentos para discriminar entre mantener posiciones críticas con el ánimos de fortalecernos o para evitar actuaciones o prácticas que nos desvíen de nuestros objetivos estratégicos de lucha y, realizar acciones que nos coloquen en la vía de quienes pretenden lograr el debilitamiento o destrucción de nuestra fuerza aglutinadora: el Frente Nacional de Resistencia Popular. Lo primero es justificable y necesario, lo segundo, es traicionero e intolerable. En consecuencia nos solidarizamos con el compañero Juan Barahona y repudiamos todo acto de esa naturaleza.

DIRECCIÓN NACIONAL DEL MOVIMIENTO NUEVA DEMOCRACIA
AGOSTO 2011