Propuesta de nueva Ley Electoral " Eduardo David Ardón "

Ya era tiempo, que el TSE, Tribunal Supremo Electoral, enviara al Congreso el Proyecto de Reforma de una nueva Ley Electoral. El Presidente de la Comisión de Asuntos Electorales ha expresado que la nueva ley es moderna y se proyecta a unos cincuenta años futuros.
Entre algunos de sus cambios están los que se refieren a la reducción del número de diputados; creación de los distritos electorales y permitir la reelección siempre que así lo decida el pueblo a través de un plebiscito.
Por esta razón es que se ha aplazado en el Legislativo, la discusión de la ley que regula el plebiscito y el referéndum.
Como siempre ocurre, para darle largas al asunto, el Diputado German Leitzelar del PINU, ha pedido que se introduzca la figura del Referéndum Revocatorio y José Alfredo Saavedra de la bancada del Partido Liberal quien solicita que se plasme en la ley que los artículos pétreos no pueden ser objeto de consulta.
Como se puede apreciar, el golpismo esta “vivito y coleando” en el Congreso Nacional, con estas férreas y dogmaticas posiciones olvidándose de que el pueblo es soberano y tiene la fuerza y poder para cambiar cualquier artículo que esté en contra de la lógica y de los intereses de las mayorías que son las que en verdad legislan a través de los diputados.

En esta nueva ley, no se habla nada de la constitución de coaliciones como ser un Frente Amplio, patriótico, de resistencia y mucho menos, de las candidaturas independientes, que aunque se toman en cuenta no gozan de las prerrogativas que deben existir sin las concebidas prohibiciones que el bipartidismo coloca para obstaculizar la inscripción y movilización de los mismos.
De acuerdo al criterio popular, la nueva ley electoral no debe ser cerrada para los movimientos progresistas y, abierta, para el bipartidismo, del cual el pueblo hondureño no tiene buenas experiencias ni referencias.
Estamos de acuerdo con reducir el número de diputados, crear los distritos electorales y la reelección mediante consulta al pueblo, pero, existen otros aspectos, que todavía no se tocan como la elección de los diputados que deben ser nombrados directamente por los distritos y no en misas negras de los partidos tradicionales o por pagar cuantiosas cantidades de dinero sin tomar en consideración su aceptación por el pueblo y las capacidades necesarias para defender los intereses de las mayorías en el seno del Congreso Nacional.
En este momento, con la llegada de Mel Zelaya, se habla mucho acerca de la constitución de nuevos partidos y de coaliciones de fuerzas, que pensamos, los redactores de ese documento no han tomado en consideración para aceptarlos en la nueva ley, razón por la cual es necesario socializar la discusión de la misma y así dar la participación a la Resistencia Nacional para que incluya todos estos aspectos.

Estamos de acuerdo en que se discuta la nueva ley en diálogos regionales, en los distintos departamentos, para que de esa manera, puedan introducirse elementos importantes para enriquecer la propuesta del TSE.
Pero el dialogo debe ser franco y leal, de tal manera, que las tesis del Frente Amplio o Patriótico puedan ser tomadas en cuenta y el pueblo con el FNRP y los liberales en resistencia, estén en la capacidad de hacer valer, en la práctica, sus posiciones anti golpistas y que los responsables del crimen contra la democracia reciban su castigo de acuerdo con las leyes que nos rigen.
Si se preparan las condiciones para un nuevo proceso electoral, la nueva ley electoral está en la obligación de cambiar las reglas del juego y no continuar con las mismas mascaradas de siempre. Hay que cambiar lo viejo, lo que no sirve para el país y darle otra visión con carácter popular a los nuevos procesos electorales y que los ulteriores gobiernos que salgan, en realidad cumplan con la tarea de construir un nuevo país con todos los requisitos implícitos de una democracia participativa.



No se trata de “borrón y cuenta nueva” no, es urgente y necesario retomar las experiencias positivas, reestructurar los partidos e imprimirles la vitalidad que necesitan para que estén a tono con los cambios que exige la globalización, haciendo a un lado a los corruptos y a todo elemento que pretenda defender las catacumbas y atente contra los principios democráticos.
Solo de esta manera, la nueva ley electoral estaría en condiciones de introducir cambios importantes en el proceso político y económico de refundar Honduras.
La Ley Electoral y de las organizaciones políticas, es el principal punto de partida, para argumentar seriamente acerca del Frente Patriótico.
Observamos con preocupación, que se habla del Frente Amplio superficialmente, sin considerar primero, que los frentes de esta naturaleza no solo se construyen con organizaciones sociales, sino, esencialmente, con fuerzas políticas organizadas que son las que permiten las leyes electorales de cualquier país.

La experiencia del Frente Amplio en Uruguay no es correcto copiarla mecánicamente. Las condiciones de Honduras son diferentes, y aquí, no hay que olvidar que el Partido Liberal en resistencia, aglutina fuerzas poderosas, que siguen sin duda alguna a Manuel Zelaya Rosales, que a nuestro juicio es el eje fundamental para la construcción del Frente Patriótico, que necesitara de la unidad del FNRP, para estructurar correctamente esta figura política.
Construir un frente es un proceso y hay que dar los pasos congruentes, sin saltar etapas para su efectiva creación.
Muchos hablan del Frente como este fuera una masa amorfa y olvidan, deliberadamente, al partido al cual pertenece Mel Zelaya. Sin un partido político, ni hay que atreverse a hablar de frentes.
Esperemos si la nueva ley electoral permite la participación del Frente Patriótico.

e-mail: eduardodavidardon@hotmail.com