Viva el Primero de Mayo

El PARTIDO COMUNISTA DE HONDURAS (PCH), fiel a sus principios y condición de clase, orgullosamente nos sumamos a ustedes en la celebración de este PRIMERO DE MAYO, cargado de esperanzas en el fortalecimiento de la unidad obrera que nos conduzca hacia la victoria sobre el capitalismo y su explotación del hombre sobre el hombre.

El 1 de Mayo no solo es de celebración sindical, es la fecha conmemorativa de la lucha proletaria contra el sistema capitalista. Es el recuerdo de los heroicos mártires de Chicago, obreros como nosotros y nosotras, que se enfrentaron al sistema en la propia fuente del poder para expresar, con todas las fuerzas del mundo, el derecho de los y las trabajadores a mejores condiciones de vida, a contar con sus propias organizaciones y a construir una sociedad diferente. En la calle les recibieron, como siempre han respondido los oligarcas, con el garrote de los policías, balas y muerte. Pero nos enseñaron con su ejemplo que solo la unidad obrera posibilita la lucha organizada que conduce inexorablemente hacia el socialismo como sociedad del futuro.

El 1 de Mayo también es histórico para los y las proletarios/as hondureños/as, hace 57 años, justo con el nacimiento de nuestro Partido, iniciamos las gran huelga bananera que dio lugar a las principales conquistas de los/as trabajadores/as, recogiendo los primeros sueños de camaradas inolvidables como Juan Pablo Wainwright y Manuel Cálix Herrera.

Hoy, las luchas son igual de difíciles. Vivimos el momento terrible del capitalismo que en su etapa superior, imperialismo, intenta arrebatarnos las pocas riquezas que nos quedan a los países empobrecidos con su modelo económico neoliberal, de entreguismo total a las transnacionales. En Honduras la dominación imperialista nos provoco un golpe de Estado que en su etapa de consolidación nos ha dejado en la situación de precariedad política, económica, social y cultural, donde sobresalen, entre otros aspectos:

Constante violación a los derechos humanos, incluyendo asesinatos de dirigentes obreros/as y campesinos/as, periodistas, y luchadores/as sociales en general.
Constante represión a las más mínimas formas de expresión de inconformidad y defensa de derechos.
Una sociedad que ha sucumbido a la corrupción en todos los estamentos del Estado y que se encuentra dominada por la delincuencia común y el narcotráfico.
Un supuesto plan de nación definido por la entrega de concesiones hidrográficas, diseñado y aprobado a medida y sugerencia de la oligarquía.
Aprobación de decretos para la creación de ciudades modelo que faciliten la instalación de inversiones extranjeras sin control ambiental, legal o social en plena violación a la soberanía nacional.
Aprobación de legislaciones de trabajo temporal en franca violación a los derechos fundamentales de los/as trabajadores/as, legalizando la flexibilidad laboral y tercerización de servicios con lo que pretenden, además de inconmensurables ganancias para los burgueses, destruir el movimiento sindical.
Acaparamiento de tierras por los grandes agroindustriales, abandonando la reforma agraria como instrumento de desarrollo del campo hondureño.
Manejo liberalizado de los combustibles y generación térmica de energía, con lo cual se aumenta semanalmente el costo del transporte, los servicios y la canasta básica.
En fin, un constante proceso de empobrecimiento que demanda una respuesta urgente del proletariado, una unidad granítica alrededor de un plan de país alternativo que pueda impulsar al Frente Nacional de Resistencia Popular hacia la conquista del poder y refundación de Honduras. Tarea en que los/as comunistas hondureños/as estamos comprometidos/as desde siempre y para siempre.

Pero tal como nos decía el poeta y revolucionario Jacobo Càrcamo “no hay bomba atómica que detenga la historia”, y aunque el imperialismo aumenten sus guerras en Libia, Siria, Irak, Afganistán y tantos países invadidos en los últimos años y meses, aunque mantengan cárceles internacionales como Guantánamo, aunque den golpes de Estado como en Honduras y Costa de Marfil, “tendrán que derrumbarse, irremisiblemente” ante los pueblos que no dejan de luchar por su libertad y su independencia definitiva.

“El Camino de mayo es la Victoria” señalaba acertadamente el camarada Ramón Amaya Amador, y nunca como hoy tienen justa razón esas palabras, pues el nivel de conciencia política de nuestro pueblo, nos permite adelantar que la unidad de la lucha, el fortalecimiento de sus estructuras organizativas y una apropiada estrategia política, nos conducirán inevitablemente a la derrota de la oligarquía.

¡Adelante Camaradas!

¡Adelante Trabajadores y Trabajadoras de Honduras!

¡La lucha es dura pero la victoria es nuestra!

¡Proletarios y Proletarias del mundo.. UNIOS!

¡HASTA LA VICTORIA SIEMPRE!

PCH