¿Cuál patriotismo? por Luis Zavala

Si tuviéramos que seguir las palabras y los hechos de los poderosos de turno o de los políticos mañosos, nos veríamos en tremenda confusión. Unas veces asumen una posición en defensa del país porque se viola la soberanía y otras veces condenan a los que ejercen soberanía, porque según ellos, exponen el país al enojo del TIO SAM.


Cuando el presidente Manuel Zelaya Rosales dispuso cambiar la fecha para recibir al actual embajador de USA en Honduras, señor Hugo Llorens, se desató una campaña mediática “de padre y señor mío” porque cómo era eso que Mel Zelaya osara ofender a los gringos cambiando la fecha de recibo del embajador. ¡Huy no! Eso es inconcebible, eso pone en riesgo la seguridad del país. Lo mismo le pasó a Mel cuando decidió convertir Palmerola en un aeropuerto que le sirva a Honduras y ejercer allí la soberanía.

Mel fue criticado por ejercer soberanía, por decidir como país, lo que le conviene al país. Las relaciones comerciales con Venezuela han sido criticadas y rechazadas porque a los gringos no les gusta que Honduras tenga negocios con un país que según ellos, socaba los cimientos de la democracia en América Latina. ¡Ahh!, pero los gringos sí pueden tenerlas y a tal grado que dependen del petróleo venezolano. A nosotros nos dicen “HACE LO QUE YO TE DIGO, PERO NO HAGAS LO QUE YO HAGO”. Los tratos ofrecidos por Hugo Chávez y aceptados por Mel Zelaya eran más que buenos para Honduras. Por eso, en una ocasión don Jaime Rosenthal dijo: Si el gobierno no acepta el trato del petróleo con Venezuela, démenlo a mí porque un trato de esos es super bondadoso.


Ahora viene Pepe Lobo con las ciudades modelo y los de la UCD o más conocidos como las camisas blancas, apoyadores del golpe de Estado, dicen que lo que hace el presidente Lobo viola la soberanía hondureña. Aquí nos preguntamos, ¿a qué juegan estos individuos camisetas blancas y algunos analistas políticos y columnistas de medios? Cuando Mel hizo su papel de presidente soberano diciéndole a USA las reglas del juego nuestras, se quejaron y nos dijeron que el país estaba en peligro y que la democracia estaba en peligro. Todo porque hablamos como país soberano a un país grande como USA, que todavía no entiende que la mejor forma de fortalecer su seguridad es fortaleciendo a estos países pobres que por siempre han saqueado. Fortalecerlos en el mejor sentido que resuelvan sus problemas económicos, que la gente tenga empleo, salud, educación, vivienda, seguridad de vida y capacidad de recreación cultural y espiritual y tratarlos con respeto y estimación, permitiéndoles la libre autodeterminación. Es lo mejor que pueden hacer y de esa manera evitan que otro quijote venga a hablar bonito en el oído de esta “dulcinea”.


¿Por qué tenemos que andar buscando soluciones a nuestros problemas? Porque los tenemos y no nuevos, son viejísimos. Los USA pueden alegar que a Honduras la han apoyado en grande. Ellos han dado dinero algunas veces para desarrollo social y también saben que cuando lo dan, ese dinero no siempre llega a su destino. Lo saben y se hacen los “de a peso” ¿Por qué? ¿Por qué respetan la soberanía de Honduras? No señores, no es por eso, es porque de esa manera tienen a ese grupo de vendepatrias comiendo en la mano de ellos, los domestican y les enseñan a quien atacar en caso de necesidad. Muchos de esos fondos se ven reflejados en el apoyo a las Fuerzas Armadas ¿para qué? ¿Para defender qué? ¿O será para defender su seguridad?

No quiero generar nombres de los individuos que gritan y hablan por los medios sobre la tal violación de la soberanía para no generar controversias innecesarias, pero dan pena. Unas veces atacan al que quiere ejercer soberanía y otras atacan al que dicen que viola la soberanía porque permitirá a los extranjeros venir a invertir aquí.


¿De qué se trata todo esto? Porque una cosa es cierta, en esta vida, todo lo que hacemos tiene una explicación.
Con esta forma de comportarse de los que quieren dirigirnos, no podemos salir adelante y lejos de ayudar, más bien confunden. El país debe buscar la forma de desarrollarse y siempre cuidando que no perdamos la soberanía, pero pensando que hay que quitar el hambre de millones de compatriotas que hoy no encienden el fogón porque no tienen qué cocinar…