“La verdad es una y el error, múltiple”.-- Simone de Beauvoir, escritora francesa.
Ahora los 27 de enero no solo se cumplirán años de relevo en la presidencia de la República. No, podemos verlo, por ejemplo, se cumple un año de que la administración Lobo asumiera al poder el mismo día en que en la embajada de Brasil estaba otro presidente constitucional, y en algún rincón de la patria, se le subía la presión a un gobernante de facto.
Y con ese quilombo, como dirían los argentinos, que se armó el 27 de enero del 2010, es suficiente para confirmar de que a raíz del golpe de Estado del 28 de junio del 2009, ya no existe Honduras sino las Honduras. Ese día había una Honduras en el estadio, fuertemente resguardada: unos pensando lo difícil que heredaban, y otros enajenados, creyendo que con ese acto se blanqueaba el golpe y hasta allí llegaría todo: borrón y cuenta nueva.
Otra Honduras estaba cerca del aeropuerto Toncontín, con su otra parte resguardando la embajada de Brasil, temerosos de que los extremistas pudieran atentar contra su líder. Y también estaba la Honduritas, porque son pocos pero bien armados y dispuestos a hacer uso del fuego para cumplir con sus obsesiones de poder, estaban escondidos, como es su naturaleza, pero vigilando. Y, claro, otra Honduras observaba todo desde el destierro, desde el exilio, preocupados porque en cualquier segundo el polvorín podía estallar.
A un año el presidente Pepe Lobo ha remado en aguas turbulentas, esquivado una que otra roca, ha sudado la gota gorda cuando se le han aparecido los monstruos marinos, y ha tratado de equilibrarse en el centro haciendo proezas para que no lo doblegue el fuego cruzado. Ha hecho grandes esfuerzos en el campo internacional, dialogado con uno y otro presidente, ha tomado algunos reveses con calma y humildad, como cuando se le negó participación en la cumbre de España o cuando ha sido ignorado para ser invitado a varios eventos importantes.
Resulta que para el presidente Pepe Lobo ha sido un año muy difícil, por un lado él tratando de que su gobierno sea reconocido por la comunidad internacional y por otro desde allí mismo dentro del Ejecutivo, soportando los boicots del canciller Mario Canahuati, quien, incluso, como sucedió en México, no se ha tocado el hígado para desdecir al presidente. También ha tenido que lidiar con una Fiscalía y una Corte Suprema, ha tenido que soportar que él, como presidente, diga una cosa y en menos de veinticuatro horas los señores manejados por los hilos desde El Progreso, quien, a su vez, es manejado por cuerdas desde Tegucigalpa, le contradigan y lo expongan a situaciones muy embarazosas.
Lo que muchos no logran entender es que ya no existe en Honduras un gobierno de turno, como antes del 28-J, hoy están los azules y tengan paciencia que ya cederemos el turno a los colorados. No, ya no es ni será así.Al crear ese gobierno de unidad, las principales piezas del rompecabezas las conforman los entes golpistas. Así que el poco reconocimiento que tiene la administración Lobo es producto de él mismo.
También es el aniversario de la salida del presidente Mel Zelaya (para quienes se enfurecen porque le llame presidente, les cuento que en tres ocasiones que he saludado a Bill Clinton, le digo “Mister President…” y nadie se enoja por eso. No hace mucho me invitó a su casa el señor Ramsey Clark, ex Ministro de Justicia y ex Fiscal General de los Estados Unidos, y siempre se refirió a Zelaya como “President Zelaya”), pues para el amigo Mel no ha sido un año fácil, ningún exilio lo es, no obstante él no se ha detenido en trabajar en pro de su derecho a retornar a su país, Honduras, con todas las garantías que le competen al haber sido víctima de la falacia de una minoría avorazada que prácticamente ha secuestrado a nuestro país.
Por su parte, el ex gobernante de facto, lo sé de buena fuente, está preso en sus propias casas. Deja carros en El Progreso, otros en su casa en Tela, así mismo allá por Palma Real en La Ceiba, para que crean que está allí, cuando llega a la capital lo hace en helicóptero y trata de andar siempre cubierto de montón de hombres armados y con las sombras de la noche, para desubicar a cualquiera que le ande persiguiendo. Tampoco esa es buena vida que se diga, vivir pendiente de fantasmas no se sabe si del más acá o del más allá.
Este escenario de hace un año casi es el mismo, es poco o nada lo que ha cambiado, existe un estancamiento escabroso: continúa la represión, la administración Lobo aboga por el respeto a los derechos humanos pero si se descuidan se los violarán a ellos mismos; los campesinos siguen siendo víctimas de tres terratenientes; la delincuencia común y política no da tregua; y a veces parece que el pueblo ha despertado y otras como que se trata de un pueblo condenado, masoquista, que se conforma con las migajas que caen de la mesa y se alimenta de las mentiras o se niega, por miedo, a creer que existe una verdad mejor. Estamos como en un cuento que escribí hace algunos años: Sarudnoh, una Honduras al revés.
Claro, también están los cumpleañeros/as, quienes, por esas cosas de la vida, les toca cumplir un día como hoy. Y existe otros aniversarios, de bodas, por ejemplo, en el que me incluyo porque hoy cumplimos con Lucy un año más, no de ‘martirmonio”, como diría el escritor Guillermo Cabrera Infante, sino de feliz matrimonio. ¡Esperamos sus felicitaciones!
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