Temblequera por LUIS ALEXIS RAMOS

Los personajes que idearon, planificaron y ejecutaron el golpe de Estado del 28 de junio de 2009, jamás pensaron, y ni siquiera pasó por su mente la más mínima idea, de que esa acción nefasta para el pueblo hondureño, produciría, como dicen las leyes de la física, una reacción contraria y de igual intensidad.
Creyeron que, como en los demás golpes dados a la Democracia, el pueblo sumiso habría de aceptar, agachando la cabeza, los resultados del maléfico atentado y que, como siempre, consentiría, sin ninguna protesta, el orden de cosas proveniente del madrugón de las fuerzas retardatarias de Honduras. Tampoco se imaginaron cuál sería respuesta de la comunidad internacional ante el bochornoso suceso. Pensaron que, como decía un comentarista deportivo ya fallecido, “todo pasó sin que pasara nada”.

Pero se equivocaron; y el pueblo, que había estado sumido en años de letargo, adormecido por los cantos de las sirenas del engaño, las homilías y los sermones que, periódicamente, le endulzaban los oídos, se levantó, en un movimiento nunca visto de protesta colectiva, para repudiar el crimen golpista y la ola inmensa de represión que lo envolvió.

Las naciones del mundo, al unísono, condenaron el atentado suspendiendo las relaciones diplomáticas y económicas con nuestro país, los organismos internacionales censuraron el acto, apartando de su seno la representación de Honduras, causando la interrupción de las ayudas monetarias, a las cuales estamos tan acostumbrados, lo que provocó la paralización de infinidad de proyectos de infraestructura y ayuda humanitaria y puso en precario la economía hondureña.

Y lo que menos esperaron, es que el brazo de la Justicia internacional se empezaría a alargar, para llegar hasta nuestro patio en busca de evidencias con las cuales sentar bases para enjuiciar a todos los involucrados en el tristemente recordado golpe de Estado.

Por eso, el anuncio del famoso abogado argentino Luis Moreno Ocampo, Fiscal Jefe de la Corte Penal Internacional, CPI, de que este organismo pasará a análisis el caso de las denuncias de Honduras, ha hecho que muchos de los participantes, directos e indirectos, en el golpe, estén poniendo las barbas en remojo, porque, según lo dijo la defensora de derechos humanos, abogada Reina Rivera Joya, después viene la emisión de las órdenes de captura.

La Corte Penal Internacional tiene competencia para juzgar a los autores de crímenes de guerra, genocidios y crímenes en contra de la humanidad; entre estos últimos se encuentran: torturas, ejecución extrajudicial, detención ilegal, persecución política, asesinatos, lesiones, daños y violaciones sexuales. Preguntamos: ¿habrá alguno de estos delitos que no se haya cometido el 28 de junio de 2009 y durante los siete meses que duró el gobierno espurio y dictatorial del primer héroe del Siglo XXI?

De acuerdo a informaciones periodísticas, ya algunos personajes que se consideran protagonistas en el delito golpista, se han reunido secretamente; y esto demuestra que, como dice el pueblo, “sienten pasos de animal grande”, y un tremendo temblequear se ha apoderado de sus cuerpos como preludio de lo que se avecina.

La mentira persiste durante el tiempo que la verdad se tarda en alcanzarla; y ese cuento de la sucesión presidencial ya no es excusa para ninguno de los que metieron sus sucias manos en el guiso golpista.

Por allí andan algunos enredados en el golpe que, queriendo congraciarse con el pueblo, y pretendiendo alcanzar futuras posiciones, del diente al labio, han pedido perdón “por si acaso alguien se sintió ofendido”. Disculpas gallo-gallina que no convencen a nadie, pues a leguas se detectan la hipocresía y la segunda intención.

La noticia de la próxima llegada de la Corte Penal Internacional ha generado diversas opiniones; pero lo cierto es, que a muchos los mantiene en una permanente temblequera; síntoma de que su salud cívica y política no anda muy bien que digamos. ¡Ojalá que el brazo de la Justicia internacional haga prevalecer el Derecho! ya que la que se aplica en Honduras no es que está vendada, como signo de imparcialidad, sino que los malos hondureños la dejaron ciega.

Periodista comayagüense
luisalexisramos@yahoo.com