Navega dentro del Blog en sus secciones

Cargando...

miércoles, 13 de octubre de 2010

¡Lo que ayer era malo, es bueno ahora! por Juan Antonio Martínez H

Con suspicacia y asombro hemos escuchado las opiniones de reconocidas figuras del ambiente político nacional, afirmando estar de acuerdo con una consulta para conocer si las grandes mayorías del pueblo aprueban una Asamblea Nacional Constituyente que reforme la actual Constitución o que promulgue una nueva. Personajes que, nomás en el ayer no lejano, despotricaban contra la iniciativa del presidente Zelaya de consultarle al pueblo a través de una cuarta urna su opinión sobre este mismo tema, en una encuesta no vinculante, hoy se suman al coro de voces que alaban este mismo proyecto reeditado por el presidente Lobo.


En aquella ocasión, estos mismos malabaristas de la política criolla aducían que el proyecto de consulta que impulsaba Mel, era inconstitucional y con un inconfesable propósito continuista. A diario aparecían en los medios de comunicación, tutelados por la oligarquía, vociferando contra la iniciativa de consulta, satanizándola, hasta la saciedad, como una monstruosidad jurídica engendrada en las mismísimas calderas del infierno, hasta que, habiendo preparado el ambiente con su campaña mediática, perpetraron el golpe de Estado contra el presidente constitucional y lo extrañaron del país.
Ahora resulta que lo que ayer era malo para ellos, ahora es una de las más brillantes ideas que pudo ocurrírsele al presidente Porfirio Lobo para llevar adelante su plan de reconciliación y ganarse el reconocimiento de la OEA y de la universalidad de países democráticos. ¡Vaya desfachatez! Es desconcertante escuchar al tristemente célebre doctor Custodio decir… “Yo nunca he estado en contra de consultarle al pueblo”. Igualmente los golpistas de verde Felicito Avila y Ramón Velásquez Nazar, se pronunciaron a favor de la consulta a través de las figuras del Referéndum y del Plebiscito. Y así, casi todos los golpistas, ahora queman incienso porque se le consulte al pueblo sobre la Constituyente.


Solamente un reducido grupo del ultraconservadurismo, el más radical de la derecha criolla, se opone al proyecto porque, piensan, que Lobo está siguiendo los pasos de Mel, tal el caso de los de “blanco” de la UCD y otros, como algunos diputados del Pinu, se oponen a esta iniciativa, más pensando que en una nueva Constitución se pudiera crear los distritos electorales, con lo cual pondría en riesgo la existencia las instituciones políticas de bolsillo. También, con mucha propiedad, el coordinador general del FNRP, don Manuel Zelaya, ha manifestado su desacuerdo, no con la esencia final de la consulta que es la Constituyente, sino con el montaje del “show” de consultarle a los sectores más representativos de la sociedad, un asunto que el Gobierno ya tiene decidido llevar adelante a su propia conveniencia.
Tanto porque está apurado por el reconocimiento internacional, como porque sabe que el pueblo ha despertado de su letargo y desea un verdadero cambio, este gobierno del “humanismo cristiano” ha decidido materializar el proyecto de la Asamblea Nacional Constituyente. Nada más que, para suavizar el escozor que tal idea le produce a los sectores dominantes ultraconservadores, el presidente del Congreso Nacional don Juan Orlando Hernández, prefiera llamar al proyecto Asamblea Constitucional, así como en el reciente pasado, al golpe de Estado lo quisieron disfrazar de “Sucesión Constitucional”.


Lo extraño del caso es la displicente actitud del Ministerio Público ante la convocatoria pública del Presidente para consensuar la Constituyente, cuando por menos que esto persiguió y acusó al ex presidente Zelaya de traición a la Patria y de violar los deberes de los funcionarios y otras acusaciones infundadas que mueven a risa. Igual conducta de complicidad muestran los funcionarios del Poder Judicial que se ensañaron contra Zelaya y sus más cercanos funcionarios. Ahora ven este panorama con normalidad porque lo que ayer era malo ahora es bueno para ellos.


Pero lo cierto es que la Constituyente va, según el decir de los cachurecos, “contra viento y marea” y antes de que termine esta legislatura, las reformas al artículo 5 para quitar las trabas a las figuras del plebiscito y referéndum, serán aprobadas y estarán listas para ser ratificadas, constitucionalmente en la próxima legislatura. Entonces, todo lo demás se sucederá, tal como lo tiene planificado Lobo, si es que antes no reciba como regalo de Navidad, una reluciente y bien aplanchada pijama.

San Pedro Sula, octubre del 2010

0 comentarios:

Publicar un comentario

Agradecemos sus comentarios sobre cada publicacion en el blog