El dictador Porfirio Lobo Sosa, lució nuevamente, su condición de facto al ordenar el ataque violento en contra del magisterio hondureño, que cumple 16 días en huelga, en defensa de su Instituto de Previsión el IMPREMA.
Lobo ordenó el desalojo de una toma pacifica en los bulevares de las fuerzas armadas y Centroamérica y en el ataque se han llevado de encuentro a niños, ancianos, embarazadas, incluso se atrevieron a entrar al centro comercial “Plaza Miraflores”.
Un periodista de la Red Morazánica pudo constatar, que madres con recién nacidos de en sus brazos, corrían desesperada para salvar a sus pequeños de las bombas lacrimógenas lanzadas por la policía.
Una de ellas relató que venia saliendo del Hospital del Seguro Social, cuando iba pasando por el lugar a bordo de un autobús, cuando fue sorprendida por las bombas lanzadas por la policía y el ejercito.
Otra madre, se encontraba en el centro comercial con su pequeño de un año, esperando una unidad de transporte que la transportaría en a la ciudad de El Paraíso, cuando militares y policías ingresaron lanzando bombas por todos lados.
“Sentí que mi niño se me moría” dijo la señora en medio del llanto, quien agregó que ahora se debía trasladar pero al hospital para atender a su pequeño.
Centro comercial, la UPN inundados de Bombas
El centro comercial “Plaza Miraflores”, se convirtió hoy en el campo de concentración, donde policías y militares reprimieron a centenares de personas que se encontraban en el lugar, algunos trabajando, otros almorzando y maestros que corrían para salvarse de los golpes de la policía.
Plaza Miraflores es un centro comercial cerrado en la parte superior y aunque cuenta con numerosas entradas y salidas, el gas podía sentirse, más de 40 minutos después de lanzadas las Bombas.
Dentro del comercio se podía ver comida tirada por todos lados, sillas tiradas, mientras los empleados corrían para protegerse.
Una empleada de una tienda de Tecnología relató como los policías tiraron una bomba justo en la puerta de su centro de trabajo, los 15 empleados de la tienda tuvieron que salir corriendo ahogados por los gases, una de las empleadas se desmayó y tuvo que salir en brazos de personas que la auxiliaron.
Mientras una señora que trabaja en el departamento de limpieza del centro comercial, expresó que tres de sus compañeros se desmayaron por el efecto de las bombas.
Mientras en la Universidad Pedagógica Nacional, también fue atacada con los gases, sin embargo por tratarse de un lugar abierto, el daño mayor pudo ser evitado.
La represión también alcanzó a los maestros que mantienen tomado el Instituto de Previsión del Magisterio IMPREMA, hasta allí fueron a lanzar las bombas, que cayeron adentro de la institución.
Los policías llegaron al extremo de lanzar bombas a todo cuanto se movía, entre ellos autobuses y autos particulares.
Un periodista de la Red Morazánica pudo ver, como el autobús de la ruta Cerro Grande-Kenndy, número 659, cruzaba la intersección de Diunsa, cuando recibió varias bombas lacrimógenas que inundaron de humo el lugar, la unidad de transporte ivan personas de todas las edades.
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