El ex presidente chileno llega a Honduras para supervisar el cumplimiento
del acuerdo
Delante de la flor y nata de la sociedad hondureña, el ex presidente chileno
Ricardo Lagos fue tajante: "Aún es posible evitar el salto al precipicio.
Nosotros, en Chile, no fuimos capaces". Unos segundos después, ante un
grupo de periodistas, se mostró aún más explícito: "Estamos aquí para
restaurar las instituciones democráticas al estado en que se encontraban
antes del 28 de junio. Es decir, al momento en que el presidente Manuel
Zelaya fue removido de su cargo. Por lo tanto, queremos implementar un
acuerdo que signifique que el presidente Zelaya tiene que volver al poder".
Ricardo Lagos y Hilda Solís, secretaria de Trabajo de Barack Obama,
llegaron ayer a Tegucigalpa para supervisar el cumplimiento del acuerdo
suscrito a finales de la pasada semana por los representantes del
presidente Manuel Zelaya y del golpista Roberto Micheletti. El acuerdo
prevé la formación de un Gobierno de unidad nacional y que el Congreso
someta a votación la restitución de Zelaya. Pero ante la desesperación de
los partidarios del presidente depuesto, los golpistas siguen maniobrando,
ganando tiempo, para evitar que Zelaya regrese a la Casa Presidencial.
Desde el día del golpe, la comunidad internacional lo ha intentado todo para
convencer a Micheletti de que debe permitir el regreso, aunque simbólico,
de Zelaya. Unas veces por las malas y otras por las buenas, pero el
resultado ha sido el mismo. Si algo ha demostrado el golpista es su
capacidad para hacerse el sordo. Las declaraciones de Lagos -tal vez el
último cartucho diplomático de la Organización de Estados Americanos
(OEA)- coinciden con el espíritu primero de no transigir con el golpe. Hace
cuatro meses justos, apenas unas horas después de la expulsión de
Zelaya, el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, llegó a
Honduras y declaró en un hotel de Tegucigalpa: "Aquí hubo un golpe de
Estado, una ruptura grave de la institucionalidad democrática, y nosotros
pedimos que esa situación sea revertida por quienes han tomado el poder".
A la pregunta de si las elecciones del 29 de noviembre servirían para salir
de la crisis, Insulza fue tajante: "Si la situación siguiera igual, el Gobierno
que saliese de las urnas no sería reconocido".
http://hondurascontraelgolpedeestado.blogspot.com/
0 comentarios:
Publicar un comentario
Agradecemos sus comentarios sobre cada publicacion en el blog