Estrategia de terror amenaza estabilidad magisterial "Juan Antonio Martínez H "

Nunca antes como ahora, la estabilidad de las organizaciones magisteriales se ha visto tan amenazada como en el actual régimen espurio de Porfirio Lobo, quien, en su afán de obtener recursos para oxigenar la asfixiante situación económica de su gobierno, no ha vacilado en acatar fielmente las directrices que en materia de política educativa le imponen los organismos internacionales de crédito como el Banco Mundial (BM) y el BID. Para llevar adelante su estrategia desestabilizadora, cuenta con la incondicionalidad del presidente del Congreso Nacional y la aplanadora de diputados cachurecos.

Es así como se ha aprobado a “matacaballo” y sin el previo consenso de los profesores, la Ley de Incentivo a la Participación Comunitaria para el Mejoramiento de la Calidad Educativa, que no es otra cosa que el “Caballo de Troya” para introducir la estrategia desestabilizadora de las organizaciones magisteriales que se oponen a la influencia externa en las políticas educativas de nuestro país. Otros problemas coyunturales como la crisis del Inprema, el atraso en el pago de salarios a centenares de docentes, deducciones ilegales y la falta de cumplimiento a los acuerdos consensuados el año anterior con la comisión negociadora nombrada por el Ejecutivo, hizo que los maestros salieran a las calles a defender sus derechos.

La respuesta del Gobierno, siguiendo con su estrategia de terror, fue salvaje y aplastante, a tal grado que una maestra murió en la feroz embestida de las fuerzas policiales contra los docentes que reclamaban con justicia sus derechos gremiales. El humo tóxico de las bombas lacrimógenas y la brutal golpiza con toletes acallaron las voces de protestas mientras la sangre de los heridos salpicaba las calles de la capital. Pero a don Pepe esto no parecía importarle, al fin y al cabo estaba cumpliendo con la bien planificada estrategia de terror que le aconsejaban sus asesores criminales y los dictados de los organismos internacionales, más preocupados en la formacion del individuo para mejorar la productividad en ese afán globalizante de expandir la economía de las potencias industrializadas.
El plan maquiavélico urdido en Casa Presidencial para acabar con el mito de la invencibilidad de la bien articulada organización magisterial, cuenta con la complicidad de otros siniestros actores como el ministro de Seguridad, Oscar Álvarez, quien fue aplaudido por una cáfila de ministros lacayunos en reconocimiento a su acción represiva, mientras los familiares de la infortunada maestra Isvenia Velázquez aún velaban sus restos. El desventurado Ministro de Educación, tránsfuga de las filas magisteriales, también forma parte de esta conspiración en contra el magisterio y su flexibilidad dorsal encaja muy bien en el siniestro plan de Lobo para doblegar a las organizaciones magisteriales.

Debemos señalar que el reiterado llamado de Lobo para que los maestros volvieran a las aulas y sentarse a dialogar, no fue más que una burda pantomima porque a las pocas horas de que los docentes, cansados de tanta represión, acordaran reanudar sus labores y comenzar el diálogo, el mandatario les dispara tremendo bofetón en pleno rostro, despidiendo a más de trescientos docentes por su participación en las protestas. Esto solo para demostrar que el plan de Lobo para acabar con la resistencia magisterial va en serio, porque desde ya se ha filtrado la noticia del despido de más de cinco mil profesores que acuerparon la lucha magisterial.

Como se puede apreciar, no existe ninguna intención del señor Lobo por pactar una solución favorable a los intereses del gremio magisterial y lo que sí es evidente, que está en marcha toda una estrategia siniestra para desarticular a las organizaciones magisteriales y aquellas personas que creen en el fementido diálogo, muy pronto se darán cuenta de lo infantil de sus apreciaciones.

El único antídoto que puede ser efectivo contra la virulencia del plan destructivo de Lobo es la unidad de todos los maestros, sin miramientos de ninguna índole, más que la fidelidad a la causa magisterial. Debo recordar las palabras del apóstol Martí: “Más vale un minuto de pie que toda una vida de rodillas”. Es la hora de sacar toda la casta de forjadores del destino de la Patria para oponerla a las viles maquinaciones del poder ensoberbecido de la ignorancia. ¡La moneda está en el aire!