Navega dentro del Blog en sus secciones

Cargando...

viernes, 2 de septiembre de 2011

Dinámica del siglo XXI y situación de Honduras " Eduardo David Ardón "

Este nuevo siglo trajo consigo cambios radicales en la sociedad mundial. La incertidumbre y la complejidad son características del nuevo tiempo.
La dinámica internacional se distingue por procesos como la globalización e integración, que influyen todos los espacios de la Formación Económico Social capitalista, desde la cultura, religión, hasta la economía y la política.
La tecnología actúa como un factor generador de procesos, ampliando los efectos de la globalización e integración económica.
Concretamente se impone un cambio de visión y los valores para comprender una época que algunos consideran de transición entre la modernidad criticada y la post-modernización en consolidación permanente.
Existe una crisis de la modernidad y las ciencias sociales que impide comprender los fenómenos de la globalización e integración y la escuela de procesos generados en el marco económico, político, social y cultural.
En los últimos 20 años ha existido una crisis de los paradigmas dominantes, que han fracasado en la interpretación de la problemática actual y en las formas de solucionarlos.

Surge entonces, el problema de la falta de organicidad e inteligencia de las ciencias sociales formándose una brecha entre los paradigmas planteados y la comprensión de las realidades.

No ha sido posible captar la esencia dinámica de la modernidad y la post-modernidad, fenómenos caracterizados por su complejidad y aceleramiento.
La falta de códigos que interpreten y plantee acciones de esperanza ante la crisis, rebasa a las ciencias sociales y se convierte en tema central de discusión en la agenda del desarrollo ante el conflicto o competencia de paradigmas, para el caso neoliberal versus desarrollista. Se impone, pues, la búsqueda de nuevos paradigmas.
Uno de esos, es el del “desarrollo humano”, cuya práctica y evolución data de apenas dos décadas.
La Honduras del nuevo siglo, para una verdadera gobernabilidad, necesita el aprendizaje del desarrollo humano y democrático.
Nuestro país ha ocupado la posición 116 en la clasificación internacional del desarrollo humano sostenible, con un índice de 0.034 en el 2002, es decir, el 66% de la población vive por debajo de la línea de la pobreza y el ingreso per cápita es de apenas 700 dólares anuales, situación que requiere de esfuerzos consistentes.
Subsisten problemas de pobreza, grandes déficit institucional y democrático y un deterioro acelerado de los recursos naturales y medio ambiente.
El entorno de los países pequeños altamente endeudados y severamente pobres como Honduras, está plagado de incertidumbre y problemas de gobernabilidad generales, por lo que se podría llamar “proceso sinérgico de pobreza” y ampliación de los procesos de participación ciudadana, lo que conduce a crecientes demandas de la sociedad.

La brecha entre ricos y pobres se ensancha y el mundo de excluidos de los beneficios de la globalización está en aumento.
Por otra parte, existe una creciente diferencia de poder y conocimiento que ahonda y hace cada vez más difícil reducir la distancia entre ricos y pobres.
Para avanzar en la construcción democrática es necesario comprender su relación con el desarrollo, los desafíos principales del país y el papel de los actores frente a esos desafíos.
Si la sociedad hondureña recibía al nuevo milenio con grandes retos y desafíos, arrastrando enormes retos sociales y un desarrollo humano medio, los efectos de los desastres naturales y el golpe de estado del 28 de Junio del 2009, causaron un mayor deterioro del nivel de vida para la gran mayoría de los habitantes del país.

A raíz del golpe y de los desastres naturales se produjo una caída en el PIB y, consecuentemente en el ingreso per cápita de la población. Aumento la tasa de desempleo y se generó mayor inseguridad ciudadana. Además el deterioro educativo y, de salud, incidió mucho en el nivel de desarrollo humano del país.
Ante tal situación, se plantean las siguientes interrogantes:
¿Cómo hacer frente a la creciente pobreza de la población, especialmente en el área social?
¿Cómo reducir la creciente brecha tecnológica detrás del proceso de globalización que separa a Honduras, incluso de los países en vías de desarrollo?
¿Cómo asegurar el equilibrio entre la creciente pobreza y el deterioro constante del recurso natural y medio ambiente?
La magnitud de estos retos vuelve necesaria una estrategia coherente de desarrollo que plantee objetivos, políticas y curso de acción, considerando paralelamente la reactivación del aparato productivo y la reconstrucción de la infraestructura vial como la dimensión humana y tragedias que nuestro territorio tiene constantemente.

Otro aspecto relevante en esta situación es la capacidad de organización de la sociedad como un todo para responder a los desafíos de la transformación.
Tenemos que resolver tres retos importantes:
1.- Reducir la pobreza; 2.- Consolidar una democracia real y pluralista y, 3.- Asegurar la protección del medio ambiente.
Lamentablemente todo este fárrago teórico que obedece a realidades, ha sido tirado al cesto de la basura por el transitorio gobierno de facto y por el actual gobierno nacionalista dirigido por Porfirio Lobo Sosa.
Sus criterios sobre un plan de nación están alejados del Desarrollo Humano Sostenible y en su lugar inventan proyectos como los de las ciudades modelos, tasa de seguridad, trabajo temporal y erróneas leyes educativas.
La tares central debe ser retornar las tesis de las cuales hemos hablado.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Agradecemos sus comentarios sobre cada publicacion en el blog