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domingo, 28 de agosto de 2011

Seguridad jurídica y los empresarios

Nuestra Palabra, Editorial Radio Progreso

Dime de qué presumes y te diré de qué careces, dice la sabiduría popular. Esta frase refleja de manera sencilla pero con mucha claridad la visión del gran empresariado sobre la seguridad jurídica hondureña, como base para inversión económica.
Reflexionemos juntos sobre esta realidad. Uno de los temas más demandados por el Consejo Hondureño de la Empresa Privada y por la Asociación Nacional del Industriales es la seguridad jurídica. A pesar de ser una demanda permanente en la agenda de los empresarios, la demanda toma mayor fuerza cuando aumenta la conflictividad agraria y política en la zona del Aguán.
En problemas y conflictos, el alto empresariado tiene las cosas claras: son los otros los responsables. Siempre son los campesinos, los indígenas, el magisterio, los pobladores, los estudiantes. Son otros, y jamás el alto empresariado, los responsables de la inseguridad jurídica y del clima adverso para la inversión externa.
Sin embargo, al escarbar un poco sobre la cacareada inseguridad jurídica de los empresarios, saltan las preguntas, ¿acaso no es inseguridad jurídica el ambiente creado con el golpe de Estado de junio 2009? ¿Quiénes lo planificaron y lo sostuvieron? ¿Acaso fueron campesinos o pobladores los que quebraron los bancos como el Bancorp, Bancreser o Capital? El alto empresariado habla de inseguridad jurídica, ¿Acaso se ha enjuiciado a algún alto empresario por malversación de caudales públicos o por la quiebra de bancos o por haber violado la Constitución Política hondureña?
¿Quiénes entonces son los expertos en crear caos político e inseguridad jurídica? El alto empresariado le gusta decir que el país necesita tener buena imagen para no ahuyentar la inversión externa. Y cuando van a los hechos, los únicos que crean mala imagen son los otros, nunca ellos. Crear buena imagen es hacer creer que aquí no pasa nada, mientras tapan con la impunidad las arbitrariedades y el torcimiento de las leyes.
Y es que el alto empresariado no pierde tiempo. Son sagaces. No solo promovieron el golpe de Estado, sino que utilizaron el desorden de ese tiempo para hacer de las suyas aprobando concesiones hidroeléctricas y otras leyes para sacar jugosas ventajas económicas. Dicho de un solo golpe: el alto empresariado cuestiona a los otros de crear inseguridad jurídica, sin embargo, la ilegalidad y la inseguridad jurídica son condiciones inevitables que impulsan para hacer buenos negocios.
¡Qué bien que se hable de seguridad jurídica! Pero ante todo necesitamos nuevas condiciones para que las desigualdades económicas, sociales, políticas y culturales no se reproduzcan tal cual en el ámbito de lo jurídico.

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