Estudiantes versus borregos " Roberto Quesada "

"La mayor señal del éxito de un profesor es poder decir: Ahora los niños trabajan como si yo no existiera." --Maria Montessori, educadora y médico italiana.

Según alguna prensa (del verbo prensar), los estudiantes hondureños/as no piensan: son borregos. De ser así, ¿entonces para qué escuelas, colegios y universidades? Sin pensamiento de nada sirve la escuela. Debe de existir un cerebro receptor para que la enseñanza sirva de algo, pero si el estudiantado carece de esa pieza fundamental pues da lo mismo que asista a un aula de clases o a un chiquero, el resultado será el mismo.

Sí, pero hasta hace unos días se le llama borregos (descerebrados) a los estudiantes, desde que decidieron tomarse escuelas y colegios protestando por los rumores de privatización que crecían con el correr de los días. Cuando los maestros/as anduvieron de sol a sol en las calles reclamando sus derechos, entre ellos la cantidad de dinero que de sus instituciones saquearon los geniales arquitectos del golpe de Estado, y los estudiantes se fueron de paseo, a los juegovideos, a holgazanear, a aprovechar para la juerga, sin solidarizarse con quienes imparten el pan del saber, entonces sí eran buenos estudiantes, entonces sí tenían cerebro.

Desde el momento en que los estudiantes empezaron a pensar, y pensaron que el tema de la educación a ellos más que a nadie debe de interesarles, hoy por sí mismos y mañana por sus hijos, y entonces han decidido pronunciarse pues entonces ahora ya no se les califica como estudiantes sino vagos, ya no protestan por sus derechos sino que son borregos enviados a tomarse colegios y escuelas por orden de los dirigentes magisteriales, ahora dejaron de ser buenos/as porque están dejando de ser dóciles ovejas que hasta aplauden al pastor cuando las llevan al matadero. Habrá que preguntarse quienes son los borregos, si los estudiantes o aquellos que repiten como loros lo que les dicta el amo cuando les presta un micrófono.

Allí aparece el ministro de seguridad Oscar Alvarez, en conferencia de prensa, dando sermón de cómo los padres deben de educar a sus hijos para que no se tomen los colegios ni protesten en las calles. Un padre y una madre responsable no solo felicita a su hijo/a por defender sus derechos sino que se une junto a él y la acompaña en esa lucha. Es fácil para Oscar Alvarez ponerse de padre ejemplar, cuando, por ejemplo, solo en el gobierno de Mel Zelaya, por no hacer nada en Atlanta recibía más de diez mil dólares del erario publico hondureño. Imagínese, así es fácil estar a favor de la privatización o de todo aquello que dañe aun más la deprimente economía del hondureño/a promedio.

Un estudiante pasivo, cruzado de brazos y de pensamiento ante el acontecer histórico que le toca vivir, pues debe desde ya estar resignado para “vivir” como el futuro esclavo en que se convertirá, en sobaleva y arrodillado de cualquiera que grite un poquito más fuerte que él, en saber desde ya que sus hijos no alcanzaran de las pocas letras que él pudo tener porque para entonces la educación será privilegio de los pocos que puedan financiarla. Estudiante es sinónimo de juventud, y una juventud sedentaria, conformista, sin brillo ni brío, enajenada por la basura que a diario le meten los medios retrógrados como taladros en sus cerebros, pues no puede llamársele juventud mucho menos estudiantado sino zombies. Zombies que soñaron un día con ser personas.

No se trata de estar contra la vejez, contra los viejos y viejas, no, debe respetarse la tercera edad. Porque no se trata de la edad física sino la mental, hay políticos hondureños “jóvenes” con un pensamiento tan envejecido que de rancio se cae, o jóvenes políticos que como no pueden surgir por si mismos detrás de ellos tienen como marioneteros a los mismos viejos/as que de por vida han llevado a nuestro país al caos de volver a ser el último de la fila (sin contar Haití porque este es Estado solo de nombre). Por supuesto, como en toda regla la excepción, existen viejos de edad con una juventud mental digna de imitar, políticos y empresarios, pero son tan pocos que se cuentan con los dedos de una mano.

No nos vayamos tan lejos, allí a ese cercano y trágico 28 de junio del 2009, ¿quiénes asestaron, como lo llama Mario vargas Llosa, el torpe golpe de Estado militar? Una banda de señores y señoras entrados en años (algunos en muchos) físicos pero con cerebros estancados en el pasado, en la era en que los golpes de Estado era receta diaria, en donde se cerraban con metralla medios de comunicación y fuera y dentro de la misma Honduras apenas se sabía la noticia y una semana después salía el dictador aplaudido por los ignorantes y aceptado de inmediato en la comunidad internacional.

Adelante estudiantes de mi país, no son borregos son pensadores. No son vagos, son estudiantes. No son vándalos, son estudiantes protestando por sus derechos. En todos los países los estudiantes no son solo el futuro –con ese cuento quieren apartarlos de participar en el presente—sino el ahora para que ese mejor futuro sea posible.

A esas cúpulas político-periodísticas que intentan degradar la justa lucha estudiantil, pues hay que decirles que la fórmula para que los estudiantes estén en las aulas, como ellos quisieran, es sencilla: justicia social y alto a la terrible corrupción que día a día carcome a nuestro país y amenaza con que los mismos poquitos dejen a la mayoría, la verdadera dueña del país, en eterna hambruna no solo de tortillas sino también del pan del saber.

El presidente Pepe Lobo ha dicho que las negociaciones sobre la educación partirán de cero y que cero a la privatización. Quiera Dios sea cierto porque el espejo de Chile es claro reflejo de la fallido que fue esa imposición.

¡Que vivan los estudiantes!

Nueva York NY 10 agosto 2011
Email Roberto Quesda