Carta de Enrique Flores Lanza a Familiares de Victimas de Golpe de Estado

Tegucigalpa, 26 de julio de 2011
Compañeros y Compañeras
Familiares de Víctimas y Mártires
del Golpe de Estado

Les envió estas breves líneas desde el encierro en que me mantieneprisionero el régimen de justicia más arbitrario e impredecible de la historia de la América Latina de los últimos 20 años; nunca antes se cometieron tantas injusticias, en medio de tanta impunidad, contra ciudadanos indefensos. Nunca antes el pueblo estuvo tan cerca del límite de su tolerancia ante un orden de cosas que se mueve irremediablemente a un profundo y oscuro abismo, del que ni ellos ni nosotros podemos predecir un resultado con algún nivel de certidumbre.
La actitud criminal que siguió al golpe de Estado militar en Honduras en junio de 2009, se convirtió, poco a poco, en una estrategia de eliminación de toda posible respuesta del pueblo hondureño en busca de sus derechos, que incluye la limpieza ideológica, la represión masiva, o selectiva, brutal e irracional, y, por supuesto, la más cobarde intimidación, la que, a pesar de sus incesantes intentos, no logra su propósito entre nuestro heroico pueblo, vilipendiado por décadas, burlado con descaro, pero lleno de una dignidad que ninguno de los torturadores alcanza a entender.
Regresamos del exilio forzoso, no porque creyéramos en la buena fe de los que matan, de los que violan, de los que roban; lo hicimos por una convicción patria que nos indicaba que había llegado el momento de enfrentar, junto a nuestro pueblo, las hordas de la infamia que rompieron un día los anhelos de la gente por una patria mejor para las generaciones venideras. Sabíamos, sin embargo, que lo que ahora nos sucede era uno de los posibles resultados de nuestra decisión, la que asumimos plenamente, con firmeza y alegría. Hoy, nos llena de satisfacción saber que todos los días somos más los que condenamos la falta de justicia, y nos sentimos orgullosos de no claudicar ante este feroz verdugo, ante el cual nunca doblaremos las
rodillas.

Sería terrible no estar a la altura de mi pueblo, de sus muertos, de sus víctimas; por eso no tememos el juicio de quienes entienden la justicia como una piñata de su propiedad; sabemos que más temprano que tarde las cortes de justicia, en cualquier parte del mundo, pronunciaran las sentencias más apegadas a las leyes, la razón y la verdad, y nosotros veremos pasar ante nuestros ojos los nombres de aquellos que no sobrevivieron la barbarie, y repetiremos sin descanso: aquí estamos, presentes, de pie, caminando la ruta que ustedes nos trazaron. Mi mensaje podría ser mucho más pragmático, y narrar muchas cosas; sin embargo, prefiero ratificar por este medio, mi inquebrantable compromiso de luchar, al lado mi pueblo resistente, hasta las últimas consecuencias, ahora que es cuando realmente cuenta.

Resistimos y Venceremos

Enrique Alberto Flores Lanza
Miembro Comisión Política
Frente Nacional de Resistencia Popular