El regreso de Mel y el árduo camino a seguir " Galel Cárdenas "

Toda la resistencia nacional tratará en la medida de lo posible asistir a ese acto histórico que significa el regreso del ex presidente de la República atendido por un gobierno golpista con todo el protocolo que debe emplearse para atender los presidentes de algunos países de América que lo acompañarán como un gesto indudable de amistad y compromiso político con su proyecto liberador, anti-neoliberal y anti-imperialista.

El gobierno deberá también ofrecer la seguridad policial de acuerdo con el decreto legislativo que aprobado en el año 2005 se le debe a todo ex presidente de la República.

Será una concentración política sin precedentes la que se desarrollará en Tegucigalpa, sin que ningún organismo nacional o internacional haya financiado siquiera el agua que se tomarán los resistentes, como dice Jorge Miralda, los caminantes que pertenecen a la fuerza política del FNRP.

Voces disonantes al interior y al exterior del FNRP se escucharán, pero, más se oirá toda la campaña mediática que la oligarquía montará para demeritar este grandioso evento jamás presenciado por generación alguna entre lo que va del siglo XX y del siglo XXI.

El sábado 28 de junio estaremos protagonizando manifestaciones de alegría, satisfacción y efervescencia revolucionaria en derredor de la figura indubitable del líder nacional y latinoamericano denominado Manuel Zelaya Rosales. Todo será un desborde de entusiasmo nacional.

Ahora bien, ¿qué sucederá ya el domingo y el lunes y demás días de lo que resta del año?

¿Cambiará su política el jefe de Estado Porfirio Lobo Sosa con respecto a los graves problemas que enfrenta la ciudadanía general con relación a los derechos humanos, la canasta básica familiar, el valor de la gasolina, el pago de los sueldos de los maestros de Educación media y de primaria, el respeto al Estatuto de Docente hondureño, la persecución y asesinato de los campesinos del Aguán, el asesinato de los periodistas hondureños, las gaseadas a toda forma de oposición contra las decisiones arbitrarias y humillantes que toma el gobierno para aplastar la lucha popular?

¿Parará el Congreso Nacional de emitir leyes que protejan los intereses de la burguesía pro-imperial, militarista y sádica, en contubernio con el Departamento de Estado norteamericano?

¿La Corte Suprema de Justicia, la Fiscalía General, la Procuraduría General y el Tribunal Superior de Cuentas, asumirán otra actitud frente a los casos referentes a la protección de los intereses del sector golpista que cometió delitos de lesa patria que son imprescriptibles?

¿Dejarán las Fuerzas Armadas de proseguir su contra inteligencia para reprimir violentamente a través del sicariato a miembros de base del FNRP?

La respuesta a estas preguntas es la más sencilla que podamos colegir: no cambiará en lo más mínimo la actitud de todos los sectores sucedáneos del golpe en contra de Mel Zelaya en el país y el movimiento del FNRP.

Vendrán días muy difíciles, luchas sordas, a veces con derramamiento de sangre, encarcelamientos, intrigas palaciegas, trampas judiciales, triquiñuelas partidistas, en fin, viviremos más de lo mismo como sucedió todo después del golpe de Estado.

Acostumbrados como estamos a saber que el presidente Lobo Sosa y la camarilla golpista nos mentirán, jugarán con la ley, interpretarán antojadizamente la normativa de la justicia, no tendremos otro remedio que proseguir la lucha en un contexto fundamentalmente amargo, cruel, sangriento, en fin, en condiciones de una dificultad enorme.

He aquí entonces que el liderazgo de Mel Zelaya sabrá guiarnos a contra luz y contracorriente, en medio de la tormenta, hacia la conquista de nuestras aspiraciones nacionales, la Asamblea Nacional Constituyente y la refundación de Honduras.

El sendero es arduo, laberíntico, difícil, pero, la conciencia política histórica se impondrá finalmente hasta que alcancemos la refundación del país, categoría y palabra de la cual algunos analistas políticos de FNRP desconfían, pero este tema forma parte de otra discusión.

UNIDOS VENCEREMOS