AUTOCONVOCANDONOS " Jari Dixon H "

Hace ya algunos meses viene sonando la propuesta de autoconvocarnos a una Asamblea Nacional Constituyente, propuesta que sin mayor discusión fue acogida en la Asamblea Nacional del FNRP, y que siendo sinceros y no pecando de ingenuos la propuesta suena atractiva a primera vista, tomando como punto de partida que la soberanía popular reside en el pueblo, en otras palabras, el poseedor del poder constituyente que puede hacer todos los cambios que se demande al interior de determinado estado.

Como dicen, hasta ahí vamos perfecto, no hay discusión que valga, en el pueblo reside el poder , ahora bien, ante todo esta algarabía de pretender hacer valer nuestro poder como pueblo que somos, surge inevitablemente una interrogante con letras mayúsculas ¿ LOS DE LA RESISTENCIA SOMOS LA TOTALIDAD DEL PUEBLO? entendiéndose como pueblo el conjunto de pobladores y pobladoras que viven en determinado territorio y que ostentan distintas ideologías, posiciones políticas y en la mayoría de los casos distintas creencias religiosas. Digo lo anterior en el momento mismo que viene a mi mente la definición de lo que es una Asamblea Nacional Constituyente que en el primer parpadear de ojos me indica que es un conjunto de personas previamente seleccionada de los sectores de la sociedad cuyo fin único es la de redactar la primera o una nueva constitución con la cual se regirán todas y todos los miembros de una sociedad independientemente de las diferencias antes señaladas.

Fortaleciendo lo anterior, será de igual forma necesario remontarnos al origen de esta institución jurídica política como lo es la Asamblea Nacional Constituyente, que tiene su vertiente en el manantial iluminista del siglo XVIII, en donde intelectuales Jonh Look, Montesquieu y específicamente Juan Jacobo Rousseau en su obra el contrato social establece las bases del objetivo que deberá perseguir un proceso constituyente, que no es otro mas que el de llegar a un pacto entre todos los sectores de determinada sociedad y que viven en un mismo territorio, es como decir el reglamento de convivencia pacifica en donde todos tengan deberes y derechos y que el estado sea el garante a través de sus órganos de justicia de que el pacto sea cumplido so pena de aplicar sanciones tanto civiles como penales. De hecho una Asamblea Nacional Constituyente no tiene su asidero en la lucha de clases como se ha querido presentar en la actual lucha de resistencia, partiendo del hecho que en el mismo ceno de la revolución francesa tanto el rey Luis XVI con todos los demás sectores eran parte del proceso constituyente, que si bien el rey fue depuesto y llevado ala guillotina no precisamente fue antes del establecimiento del proceso constituyente, si no por las denuncias que recaían sobre su persona de pretender traicionar el referido proceso..

Claro esta, que existen algunos ejemplos s en países suramericanos que la instalación de una Asamblea Nacional Constituyente ha sido utilizada con gran éxito para hacer o provocar cambios profundos en sus distintos estados., pero a pesar de ello siguen conviviendo con el resto de los sectores en especial con la gran empresa privada, digo esto solamente para dar una luz de lo que debe entenderse un proceso constituyente para no caer en los romanticismos estériles que nos hacen perder la óptica del objetivo que pretendemos alcanzar.

Habiendo dicho lo anterior me quiero atrever a decir que una convocatoria a Asamblea Nacional Constituyente convocada solamente por un sector de la sociedad, aun siendo este el mayoritario y produciendo una nueva constitución, este articulado no representara ningún pacto social con los otros sectores por las razones obvias que se presentan, puesto que se habrá excluido otro sector de la sociedad que por derecho originario también tuvo que haber participado, circunstancia que no traería al país la paz, la justicia social , ni el desarrollo económico que tanto anhelamos, vendría siendo una copia de los quince procesos constituyentes que hemos tenido en toda la historia del país, con la única diferencia que esta vez seria desde la resistencia y no de la cúpula oligárquica que nos ha gobernado, pero que bien o mal hay un buen sector de la sociedad que por ignorancia o por ideología todavía apoyan las absurdas propuestas de esta oligarquía corrupta..

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Sumado al primer obstáculo que he identificado en la autoconvocatoria, también existe el de no poder hacer valer la nueva constitución en un país en donde todas las estructuras del estado están controladas por el régimen oligárquico, siendo imposible que las nuevas normas constitucionales nazcan a luz del derecho hondureño, siendo necesario entonces que el pueblo organizado en la resistencia indudablemente tenga que primero acceder al poder real del gobierno para poder de ahí hacer la convocatoria, algo que solo se consigue después del triunfo una revolución armada o una insurrección pacifica popular o accediendo a través de un proceso eleccionario, siendo este ultimo descartado por el momento por el Frente Nacional de Resistencia Popular..

Seguramente aparecerá mas de alguno o alguna que diga como ya lo han dicho, que este proceso no es jurídico si no que político por lo tanto no asunto de abogados, si no que es del pueblo pueblo, como comúnmente se refieren a las personas de bajos recursos económicos, argumento muy alejado de la verdad cuando esa nueva constitución será la base del futuro ordenamiento jurídico del país, por tanto si es un asunto jurídico y si los abogados podemos hacer un aporte importante a la misma, no solo como abogados si no como parte de ese pueblo en resistencia, donde nuestro único objetivo es hacer ver que existen condiciones reales que es necesario tomar en cuenta la momento de hacer este tipo de propuestas, que desde mi óptica se han hecho con toda la buena voluntad de fortalecer un proceso de lucha que nos lleve a la tan ansiada liberación ., pero que de igual manera se habrá de explicar caramente a las y los que conforman la resistencias de los alcances de un proceso de autoconvocatoria, con el fin de evitar falsas expectativas en una población que esta cansada de que los sigan utilizando para fines eminentemente políticos.

En honor a la verdad creo que la propuesta de autoconvocatoria presentada ante la Asamblea Nacional de la resistencia hondureña lleva como objetivo fundamental que nos organicemos, que nos formemos en el proceso constituyente, que nos encontremos, que construyamos el verdadero poder popular desde la base misma del pueblo en resistencia; pero vuelvo y repito no estaría bien crear falsas expectativas de que producto de este proceso unilateral tenemos una nueva constitución, tendremos un documento que será el sentir y pensar de un pueblo en resistencia y que seguramente los harán valer en un verdadero proceso constituyente, pero que hasta que ese momento no llegue no tendrá ninguna validez en el derecho interno de nuestro país a menos que para la fecha de la presentación de la nueva constitución popular, el pueblo en resistencia sea el verdadero gobernante de esta nación, la decisión es nuestra.