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lunes, 21 de febrero de 2011

Resistencia, reconciliación y la basura por Roberto Quesada

El que niega su propia vanidad suele poseerla en forma tan brutal, que debe cerrar los ojos si no quiere despreciarse a sí mismo.” --Friedrich Nietzsche.

En la unión está la fuerza, y de unidad nacional ha venido hablando el actual gobierno sin que se vea el rostro de la reconciliación por ninguna parte. Y es normal que sea así porque para que comience ese difícil proceso es imperioso que se cumplan ciertas demandas del pueblo hondureño.

Es difícil hablar de reconciliación y unidad si muchos de los que quebrantaron la constitución, aparte de que se auto absolvieron, se premiaron entre sí apostándose en puestos importantes en la estructura gubernamental. ¿Quién, como decía mi abuela, con dos dedos de frente cuando camina cerca de Hondutel no se le revolverá y acrecentará el rencor al saber que allí está comandando el ex jefe de las Fuerzas Armadas? Quién debería de estar enfrentando la justicia o por lo menos en su casa, aceptar o exigir ese cargo es un acto de cinismo sin parangón. Y así están otras y otros enquistados en el actual gobierno.


Otra demanda fundamental, sin duda, es el retorno pronto y seguro del presidente Manuel Zelaya Rosales. Ya se sabe hasta el cansancio que todos los delitos que le imputaron son falsos, producto de la persecución política. Nadie, al menos que lo posea la demencia, a estas alturas, después de los Wikileaks y otras publicaciones, está en condición moral para decir que los juicios son reales.

Se ve la desesperación en la actuación de Micheletti de llamarle “la peor basura” al gobierno de los Estados Unidos. Cuando se lo dice al embajador Hugo Llorens, no es a Llorens que está llamando basura sino a la administración Obama. Así funciona eso de la diplomacia: el embajador es representante directo del presidente, y el presidente del pueblo. Agregando a esto las denuncias que hiciera Juan Ramón Martínez de que Michelleti estuvo a punto de caerle a trompadas al embajador Llorens, puede deducirse la clase de “gobierno” que tuvo por siete meses Michelleti y sus secuaces. Es probable que Micheletti está envalentonado por el apoyo que le brinda alguna facción ultraderechista de los Estados Unidos, y por eso no le importa insultar a la administración Obama, pero esa suerte de apoyo puede desaparecerle en cualquier momento, y los “gringos” consensúan para limpiar cierta basura que les obstaculiza sus planes y lo mandan a que atraviese el mismo calvario de Noriega.

Todo este deterioro que están padeciendo los golpistas, es parte de ese importante proceso para encontrar el comienzo del camino a la reconciliación, misma que no puede existir mientras predomine la impunidad. Ese binomio no combina: reconciliación e impunidad.

También en el Frente Nacional de Resistencia Popular se habla cada vez más, a medida se acerca la Gran Asamblea Nacional del 26 de febrero, de unidad. Y no es que la Resistencia esté fragmentada sino que, como es natural, existen varios puntos de vista sobre un mismo tema. Debe encontrarse un punto de convergencia sin caer en el divisionismo, este debe ser el asunto primordial de la Resistencia, sea cual sea su posicionamiento. Esto incluye no marginar a nadie, para el caso, el Partido Liberal no golpista, cuenta con líderes capacitados y con experiencia política, que no deben desdeñarse.

Es hasta normal que se den este tipo de diferencias, pero lo fundamental es no llevar esos diferendos al extremo de dañar, fracturar, la resistencia como esa inmensa masa llamada pueblo hondureño que anhela un mejor nivel de vida.

También nosotros en el Departamento 19 hemos tenido diferencias y encontronazos, pero sobrevive la llama que la sensatez nos ilumine y dejemos de lado pequeñeces que no contribuyen en nada, solo entorpecen, la lucha común.

Como columnista y persona publica pues acepto la crítica, sea adversa o favorable, siempre y cuando esté enmarcada en el respeto. Enfatizo en esto porque existen colegas que personalizan el debate, este es el caso del compañero Felix Antonio Molina, quien en su programa Resistencia, dedicado al Departamento 19, el jueves 17 de febrero, no le brindó el saludo a la compañera Lucy Pagoada, ni a mí, aparentando desconocernos. Y todo porque le he cuestionado algunas cosas que no me parecen en algunos de mis artículos, lo he hecho siempre con elegancia y respeto. Es aquí en donde urge la madurez política, para poder discutir sin enemistarse, sin tomarlo personal.

Hay ciertos grupitos que uno no puede decir nada porque le caen como avispas, ¿verdad, David? ¿Entonces de que libertad de expresión hablamos, para unos sí y para otros no? Cuesta, pero vale la pena intentarlo, sobreponerse en la medida de lo posible a la vanidad y al ego.

No tengo nada contra Felix, admiro su capacidad de trabajo, al contrario, podría estrecharle la mano y darle un abrazo. Menciono esto – tal como se lo comenté al periodista Gerardo Torres--porque las personas con cualquier liderazgo, que incluye el mediático, deben de dar las pautas, el ejemplo, parcializarse con unos en detrimento de otros, es fertilizar la huerta del divisionismo.

Es importante eliminar el singular del pensamiento, pues es allí en donde se refugian los egos descontrolados, se cree uno dueño de la verdad absoluta, y está propenso a ser impulsivo y a descalificar a otros y otras compañeros/as, quienes, al fin y al cabo, estamos en la misma lucha, abogando por una Honduras mejor. Antes de pensar en singular (el yo), mejor pensemos en plural (todas y todos). Sí, plural como sinónimo de pueblo.
Feliz cumpleaños periodista amigo Felix Ovidio Cubías.

Nueva York NY 21/02/2011.
robertoquesada@hotmail.comEsta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla

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