Por un debate bien planteado y bien organizado hacia la gran Asamblea del FNRP

En la Resistencia hay un acuerdo unánime sobre tener el poder del Estado para convocar a una Constituyente. Pero ese acuerdo se disipa cuando queremos responder el “como” lograr ese objetivo.

Debido a la amplitud y diversidad del FNRP, existen diferencias tan marcadas sobre este tema, que se han conformado al menos dos grandes bloques político ideológicos a su interior: de un lado, un bloque partidario de participar en el próximo proceso electoral de 2013 y, de otro, un bloque partidario de un proceso de Auto convocatoria constituyente, este último basado en la “Declaración de La Esperanza”, a la cual en lo particular me he suscrito.

Sin embargo, hasta este momento el debate ha sido mal planteado y su organización deja mucho que desear por parte de nuestra conducción nacional.
Plantear mejor los términos de las posturas

Ha sido mal planteado porque se lo ha querido reducir, injustamente, a dos supuestas opciones: la “vía electoral” y la “vía armada”, tergiversándose la versión y perdiéndose la riqueza de las distintas posiciones.

No es cierto que quienes no estamos por participar en las próximas elecciones, propongamos simplemente “tomar las armas” y hacer un ejército guerrillero. No planteamos eso; ni siquiera es cierto que despreciemos la participación electoral en todos los casos. Lo que planteamos es que el Pueblo no debe caer en la trampa de este proceso electoral sino que debe desarrollar un proceso de acumulación de fuerzas mediante la movilización social, para provocar una crisis social y política en el régimen, que genere condiciones para la auto convocatoria de la Constituyente (En los próximos días difundiré un planteamiento más desarrollado de esta posición).

El punto es que esa manera dicotómica de plantear las cosas, no solo tergiversa la posición de un buen sector de la Resistencia, sino que pone en serio peligro la seguridad de aquellos compañeros y compañeras que no pensamos según el punto de vista de la conducción del Frente.

Más aun, esa manera simplista y deformada de poner los extremos, no hace justicia al planteamiento de los mismos compañeros y compañeras que abogan por participar en las próximas elecciones, ya que a su interior existen variantes que deben ser puestas en claro; como por ejemplo la propuesta de udeistas y Liberales en Resistencia, o la propuesta de los compas de la Tendencia Revolucionaria y de la Organización Política Los Necios, que a mi entender, difieren en algunos puntos.

Tampoco es cierto que solo existan dos posiciones. Existen otras posturas en diferentes regiones del país (la de San Pedro Sula, para citar un ejemplo) que no se suscriben totalmente a las mencionadas sino que hacen planteamientos interesantes que vale la pena conocer, pero que no han tenido la oportunidad de hacerse escuchar.

Organizar mejor el debate

Además de la falta de información y claridad sobre las distintas posiciones, la organización del debate debe ser mejorada.

Salvo honrosas excepciones, a las Asambleas municipales y departamentales los delegados y delegadas no llegan bien informados sobre las diferentes posturas y toman decisiones sin haber tomado en cuenta los argumentos de todas las partes, que no se reducen solo a las ya mencionadas.

Por supuesto, la posición de la conducción nacional del FNRP, partidaria de la propuesta de “Frente Amplio Electoral” ha gozado de ventaja frente a las demás, e incluso es aupada en algunas radioemisoras afines a la Resistencia. En cambio, las otras posturas no gozamos de las mismas oportunidades.

Por otro lado, no hay manera de que un compañero(a) se informe de los puntos en debate. Ni si quiera se conoce con certeza cuál es la Agenda de la Asamblea Nacional, pues hasta donde sabemos, esta no ha sido divulgada; además no han circulado documentos preparatorios.

La energía en la organización de la Asamblea se ha concentrado en la acreditación de delegados y delegadas, en vista de una previsible disputa por la representación entre los compañeros Liberales en Resistencia y los compañeros ligados el movimiento popular organizado. No necesariamente porque tengan postura políticas muy distintas, sino porque todo indica que se verán enfrentados en la disputa por los cargos en la futura Conducción Nacional que será electa en dicha Asamblea.

Más todavía, hay premisas claves que anteceden a una discusión sobre la táctica hacia las elecciones, sin las cuales esa discusión no tendría una base sólida. Es el caso de una discusión sobre la Estrategia General para la coyuntura; es el caso de la definición de un Programa Político estratégico, temas que nos dan respuesta al “Para que” queremos el Poder, pero que ni siquiera se mencionan en el debate actual. Es decir que estamos construyendo la casa comenzando por el techo sin pensar en las bases que va a tener.

Por consiguiente, si la tendencia sigue como hasta ahora, no existirán condiciones adecuadas para tomar la mejor decisión en la próxima asamblea de febrero 2011 sobre el tema electoral en particular y sobre los temas estratégicos en general; y en ese escenario, se corre el riesgo de que se imponga una postura en particular que puede llevarnos al fracaso.

Propuesta

Con base en lo anterior, propongo las siguientes medidas a la Conducción Nacional para mejorar las condiciones del debate faltando un mes para la magna Asamblea Nacional:

1.La Conducción Nacional debe circular en el más breve plazo la Agenda de la Asamblea Nacional.
2.La Conducción Nacional debe circular en los próximos quince días, los proyectos de informes sobre la Situación Nacional y sus propuestas concretas, para que los delegados y delegadas electos los conozcan previamente y puedan hacer consultas a sus bases. Esto es particularmente necesario en el caso del análisis de contexto nacional con su respectiva propuesta de Estrategia Nacional y del análisis de la coyuntura electoral, con su respectiva propuesta electoral.
3.Debe garantizarse que las distintas respuestas a esos informes y las diferentes propuestas de estrategia circulen por escrito a través de la página web y en los programas de la Resistencia, sin restricciones; para conocimiento de la militancia de base. A nuestro juicio, en los próximos 30 días, dichos espacios deben concentrarse en garantizar esos espacios.
4.Debe garantizarse que, en la Asamblea Nacional en sí, las distintas propuestas de estrategia tengan un espacio previo al debate para clarificarlas ante los asambleístas.
En otras palabras, propongo organizar un debate de altura que clarifique las posiciones para que las bases puedan tomar las mejores decisiones, debidamente informadas y orientadas.

Hago estas propuestas en el entendido de que no somos una organización clandestina y de todos modos los debates en la asamblea misma serán de conocimiento público.

No quisiera pensar que bajo el argumento de la “seguridad” un sector se estaría reservando el derecho de pensar por todos (as) los y las resistentes.

Si la Conducción Nacional tiene a bien tomar en cuenta estas modestas sugerencias, estaría dando una muestra de madurez y también de respeto a la inteligencia del Pueblo en Resistencia.



Tegucigalpa, M.D.C. 27 de enero 2011