El informe confidencial del embajador Hugo Llorens porJoaquín Baldemar Alvarado

Hemos leído detenidamente el informe enviado por el embajador de Estados Unidos a su sede en Washington, el cual ha causado gran conmoción en los círculos empresariales, militares, del poder ejecutivo, poder legislativo y judicial, por supuesto que son los sectores señalados por el informe como ideólogos y ejecutores del golpe de Estado del 28 de septiembre de 2009. En la otra parte de la hondureñidad o sea el pueblo, este informe viene a constituirse en la confirmación de lo que todo mundo sabe, la consumación de uno de los actos más deleznables infringidos a la República que se sustentaba en una constitución oligárquica indudablemente, pero al fin constitución, que elaborada por ellos mismos no tuvieron la moral ni la dignidad en respetarla.


Al margen de la intencionalidad o no del gobierno norteamericano de querer blanquear su imagen ante los acontecimientos del 28J-2010, queda al descubierto algo que es difícil blanquear, el apoyo que abiertamente le brindaron a los golpistas para legitimar lo ilegítimo, mediante un proceso electoral surgido de un gobierno espurio y dictatorial encabezado por el “héroe de Río Pelo”, Roberto Micheletti.
Hemos recogido algunos conceptos, frases y argumentos del informe tales como, salida forzosa de Zelaya, golpe de Estado ilegal y anticonstitucional, el ascenso de Roberto Micheletti al poder fue ilegitimo, es evidente que la Constitución es deficiente, defensores del golpe de Estado han ofrecido argumentos ambiguos, Zelaya había violado la Ley (supuesto no probado) Zelaya renunció (un invento claro) Zelaya pretende ampliar su mandato (supuesto) Zelaya habría disuelto el Congreso al día siguiente de la encuesta (supuesto).


Continúa diciendo el Informe Llorens “en nuestra opinión, ninguno de los argumentos anteriores tiene validez sustantiva en virtud de la Constitución de la República. Algunos son directamente falsos. Otros son meras suposiciones o racionalizaciones ex-post de un acto manifiestamente ilegal. En esencia: LOS MILITARES NO TENIAN AUTORIDAD PARA REMOVER A ZELAYA DEL PAIS; EL CONGRESO NO TIENE AUTORIDAD CONSTITUCIONAL PARA DESTITUIR A UN PRESIDENTE DE HONDURAS; El CONGRESO Y EL PODER JUDICIAL REMOVIERON A ZELAYA BASADOS EN UN PRECIPITADO, EXTRAJURIDICO Y SECRETO PROCESO DE 48 HORAS, DISEÑADO ESPECIFICAMENTE PARA TAL FIN; LA SUPUESTA CARTA DE “RENUNCIA” ERA UNA FABRICACION Y NI SIQUIERA FUE LA BASE PARA LA ACCION DEL CONGRESO EL 28 DE JUNIO.


Hasta aquí las citas del informe del embajador Hugo Llorens.
Como se puede colegir fácilmente los argumentos sustentados en el Informe Llorens confirman de manera contundente que la acción golpista del 28 de junio fue un descarado y criminal asalto al poder, el cual viene a desmontar toda la trama y las justificaciones que abanderaron los asaltantes del poder para perpetuarse, primero por la vía del golpe y luego por unas elecciones falsas y espurias avaladas por el embajador Llorens y el gobierno que representa. De ahí que Pepe Lobo es un connotado golpista, por ello no lo reconocen los gobiernos serios del continente y del mundo entero y esto es así porque este gobierno criminal sigue fomentando, tolerando conductas criminales y absolutas como es el caso de Miguel Facussé en el Bajo Aguán junto a los aparatos represivos del estado, siendo este un gobierno de unidad y reconciliación entre golpistas pero jamás con el pueblo.


El informe del Embajador de los Estados Unidos, Hugo Llorens, viene a convertirse en un arma mortal para aquellos que tienen que comparecer ante la Corte Penal Internacional, como dicen los togados; a confesión de parte relevo de pruebas, ¿cómo pueden desmentir los golpistas lo refrendado por su principal aliado, los Estados Unidos, a través de su embajador Hugo Llorens? Debemos dejar constancia que el Departamento de Estado ha reconocido la veracidad del informe, lo que quiera aclarar el embajador Hugo Llorens después de lo informado vienen a ser veleidades hipócritas de las que nos tienen acostumbrados los embajadores yanquis.


Sin lugar a dudas la información confidencial estadounidense que ha dado a conocer Wikileaks ha causado un verdadero revuelo en la diplomacia mundial, el gobierno de los Estados Unidos ha irrespetado la soberanía de los países amigos y enemigos, la dignidad de líderes mundiales y sobre todo han irrespetado a sus instituciones y a su pueblo que cree que vive en la mejor democracia del mundo.


Lo sucedido con las comunicaciones divulgadas al mundo entero, demuestra una vez más, la putrefacción que invade al sistema político y económico que representa a los Estados Unidos y sus aliados, la hipocresía y el cinismo que caracterizan sus relaciones diplomáticas revelan una vez más que no es cierto que es un país que defiende la libertad y la democracia como en todo momento quiere aparecer.

En Honduras los golpistas tienen dos caminos, rectificar con honradez e hidalguía (no sé si conocen estos valores) y enfrentarse a los juicios ya iniciados por la Corte Penal Internacional. La famosa Comisión de la Verdad debe pasar a mejor vida, con los efectos de la explosión diplomática estadounidense el mamotreto presentado por el dictador Micheletti y sus compañeros de aventura, sean funcionarios judiciales, legislativos, militares y de cualquier otra índole, queda sin valor pues no son más que promontorios de mentiras y falsedades resumidas en la denuncia o informe de Hugo Llorens, embajador de los Estados Unidos de América. El papel de la Comisión de Verdad, la legítima, adquiere más connotación y relevancia en su misión de desentrañar
la verdad de los hechos.