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martes, 9 de noviembre de 2010

La primera encuesta de opinión ciudadana del Centro de Estudios para la Democracia (CESPAD) por Efrén D. Falcón

Días hay que lo único que veo en el horizonte es ingobernabilidad y violencia,
pero por alguna razón, menos razonable de lo que quisiera, sobrevive la esperanza.”

Indalecio Tuna Trauber




La primera encuesta de opinión ciudadana del Centro de Estudios para la Democracia (CESPAD), con el apoyo de OXFAM, presenta guarismos que vienen a reafirmar los hallazgos de una encuesta anterior, realizada por una renombrada firma europea ―por iniciativa privada―, y que ha circulado dentro círculos muy restringidos desde hace algunos meses. La encuesta de CESPAD, fechada en octubre de 2010, y realizada en septiembre recién pasado, marca con una claridad meridiana cuál es la opinión ciudadana dominante respecto a aspectos fundamentales de la realidad que atraviesa el país. Vamos a revisar rápidamente algunos de ellos, si bien, todos los datos mostrados por la encuesta merecen un análisis más profundo, tanto en su interpretación como en su interrelación.


El gobierno de Lobo Sosa: Según el documento de CESPAD existe una percepción negativa sumamente alta: solamente un 15% de los entrevistados considera que su gestión está ayudando a resolver los problemas nacionales, en general; en tanto, el 85% restante considera que durante el gobierno de Lobo Sosa está empeorando la situación del país [un 38%], o no logra impactar positivamente en la misma [un 47%]. Sin agregar más, es una percepción pública GRAVE. Las razones se pueden encontrar en cualquier parte, porque Lobo Sosa sabe qué es lo que debe hacer para desanudar la crisis, pero mientras no tenga la firme determinación y la capacidad negociadora para llevarlo a cabo, su gobierno continuará copado por las limitaciones, su rumbo seguirá viéndose errático, no habrá resultados tangibles ―fuera de lo cosmético proselitista―, y las esperanzas de salir del abismo en que está sumido desde la toma de posesión se diluirán en el tiempo.



La economía: la encuesta marca una percepción aplastante: el 59% de los encuestados considera que la economía ha empeorado desde enero 2010, y un 32% cree que se mantiene igual de crítica ―tal como la dejó el régimen de facto―; totalizando una percepción negativa del 91%. Entre tanto, y siguiendo la misma tendencia, solamente un 14% cree que la situación económica va a mejorar en los próximos doce meses, y el resto, un abrumador 86%, no abriga esperanzas de mejoría: 43% avizora que se mantendrá igual y el otro 43% cree que empeorará.



La democracia [a la hondureña]: tampoco sale bien parada: únicamente un 17% de los encuestados manifestó satisfacción en relación al funcionamiento democrático del país. Como era de esperarse, la confianza en las instituciones muestra decrementos importantes, comparados a datos de hace solo cinco años, especialmente para los partidos políticos, cuyo porcentaje de desconfianza pública aumentó de un ya alto 42% a un alarmante 52%. Es de hacer notar que el Poder Legislativo y el Poder Ejecutivo sostuvieron ―desde el año 2005― el mismo porcentaje de desconfianza pública, en 32% y en 27%, respectivamente; y paralelamente, el Poder Judicial escaló negativamente un 8%, llegando a un 30%; la Policía un 6%, quedando en un 34%; y la Iglesia, cuyo porcentaje de desconfianza pública era del 10%, subió a 17%. Íntimamente relacionado con lo anterior, el informe de CESPAD nos proporciona un dato muy revelador, que es digno de nuestra atención: un 50% de los entrevistados piensa que la democracia nacional está en crisis, y un 21.4% adicional, cree que en el país ni siquiera hay democracia. En total, un altamente significativo 71.4% de los entrevistados percibe negativamente la vida democrática del país. Y hay un dato más, que no puede obviarse: un 86% de los encuestados ―en algún grado inconformes con la democracia en que viven―, afirma que nuestra democracia debe ser reformada, con más democracia.



Retorno de Jose Manuel Zelaya: un 76.1% de la muestra entrevistada por el CESPAD cree que un pacto político es necesario [un 11.4%] o muy necesario [un 64.7%], para resolver la actual crisis política. Igualmente, establece los principales protagonistas de la crisis que deben participar en tal pacto: la Resistencia y su líder, el Poder Ejecutivo, las FFAA y el Congreso Nacional. En ese orden de cosas, sobresale que dos terceras partes de los encuestados [un 66%] se manifestaron a favor del regreso del ex presidente Zelaya Rosales.



El Frente Nacional de Resistencia y la posición política de la ciudadanía: Si bien es evidente que la opinión pública sobre la gestión gubernamental, la economía, y la democracia es significativamente negativa, los datos de la encuesta también revelan que el FNRP no ha podido aún fortalecer de manera contundente su posición ―como oposición―, a pesar de presentarse como el aglutinador de todos los hondureños que se oponen al golpe de Estado ―indudable fuente de la crisis actual―, y a más de un año del golpe de Estado, el FNRP obtiene un 33% de opinión favorable, mientras el resto, un 67%, muestra una opinión desfavorable. Entre otras explicaciones al porqué de esta interesante tendencia, la encuesta también expresa que que el 22.9% de los encuestados define su posición política como de derecha, y el 8.1% de izquierda, mientras en el centro se ha ubicado un demoledor 69%.



Querido compatriota, por favor, elabore usted sus propias conclusiones. «El país camina hacia el cambio, pero quien no participa de alguna manera no debería tener, después, el derecho de quejarse.» Amén.


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