La diferencia entre los que gobiernan para favorecer el pueblo y los que gobiernan para el oprimir el pueblo. En 1963 en el gobierno del Partido Liberal con su presidente Ramón Villeda Morales crea el Código del Trabajo.
47 años después de estos derechos de los trabajadores, el año 2010 el gobierno del Partido Nacional con Porfirio Lobo Sosa a la cabeza, amenaza e irrespeta con violentar el Código del Trabajo.
De acuerdo a la historia de estos dos partidos tradicionales en Honduras, el primero se ha interesado en la creación de leyes que protejan y beneficien a la masa trabajadora; el segundo por la destrucción de estas leyes y solamente ha pensado en la clase patronal del país.
En el gobierno liberal de José Manuel Zelaya Rosales por primera vez en la historia es aprobado el aumento al salario minino en un 60 por ciento que vino a favorecer a los trabajadores del campo y de la ciudad.
En el de Pepe Lobo por primera vez en la historia es aprobado el aumento al salario mínimo más raquítico: un 3 por ciento para los campesinos y un 5 por ciento para los obreros.
Después de casi un año de “diálogos” improductivos entre los dirigentes empresariales, las centrales obrera y el Ministerio de Trabajo, se convirtió en una monotonía política, con interrogantes sin las respuestas que esperaba el pueblo trabajador.
Hasta que llegó el momento del “show” (el turno del presidente Lobo Sosa) y que con su tradicional sonrisa “diplomática” de oreja a oreja, prometió demagógicamente que llegaría el momento oportuno para que se aprobara el aumento al salario mínimo de forma justa y consciente.
Hubo que esperar un par de meses más para que el Presidente acatara la orden de los empresarios “opositores” al aumento digno a la clase trabajadora.
Demostrando así que el Presidente de la República gobierna a favor de la minoría y en contra de la mayoría que son los hombres y mujeres que producen en el campo y la ciudad.
Con esta burla para el trabajo y amenaza para el hambre de la mayoría del 80 por ciento de los hogares que dependen de un salario mínimo de 5,600 lempiras mensuales ante una canasta básica familiar que sobrepasa los 8,000, habrá que esperar más crisis en estas familias hondureñas.
La mayoría de los empresarios en Honduras pareciera que se les olvidara o no quieren recordar que un obrero o campesino incentivado con un salario justo y digno produce más, quiere a la empresa y hasta admira a sus empleadores.
De igual manera una persona bien o al menos regularmente alimentada, es más responsable en todos los aspectos laborales y recordar que “un buen salario hace el buen trabajador”.
Con este nuevo decreto “violentado y abusivo” incumplen con el pago retroactivo que debe ser desde el mes de enero pasado e igual irrespeto y marginación para los trabajadores de la maquilas a quienes se le fijó un salario “petrificado” de 3,894 lempiras mensuales.
Como si esto no bastara, les cae como balde de agua fría a los trabajadores la aprobación de la Ley de Empleo Temporal, que permitirá a los empresarios contratar personal por cuatro horas diarias.
Con algunas medidas favorables y la mayoría desfavorables, el principal problema para la masa trabajadora con estas reformas laborables es que se visualiza como una “paralela” al Código del Trabajo.
El derecho a la salud queda fuera para la mayoría de los que sean contratados temporalmente, porque no gozarán de los beneficios del Seguro Social.
Además que esta Ley también esconde algunas violaciones como es el derecho a crear o pertenecer a alguna organización sindical.
Es así que en el primer año de gobierno del Partido Nacional confabulado con los otros partidos y el presidente Lobo Sosa, demuestran porqué estar en contra de una Asamblea Nacional Constituyente.
Y que la gran diferencia entre Zelaya Rosales y Lobo Sosa es que el primero gobernó para los trabajadores y el segundo para los patrones y lo único en que tienen afinidad es que los dos son olanchanos.
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