La soberbia y la arrogancia serán castigadas por ARTURO RENDON PINEDA

Hace muchos años que el pueblo hondureño se dio cuenta de quiénes en forma deshonesta han venido amasando sus capitales a costillas del erario nacional en perjuicio del pueblo , mientras el mercantilismo neoliberal era transformado en necesidades humanas. Como la gran mayoría del pueblo no participa del mercado, sus derechos se han visto violados hasta por el propio Estado sometido a intereses particulares, propiciando con ello otro tipo de violación a los derechos humanos.

Aquellos que nos identificamos con el pueblo, especialmente con los más vulnerables, temprano nos dimos cuenta de que los supuestos derechos declarados en nuestra Constitución violada tantas veces, y rota el 28 de junio del 2009, habían dejado de ser derechos inalienables. En los artículos constitucionales, jamás hubo garantía de que fueran respetados ni la intención de aplicarlos, fueron violados una y otra vez, y “cuantas veces fue necesario” como lo expresó años atrás socarronamente un honorable parlamentario paraiseño.

El estado de facto provocado por los golpistas, ha sido reconocido aunque no se exprese con claridad por el propio Pepe Lobo, cuando declaró a un diario español que lo que pasó en Honduras fue un golpe de Estado, y por ende, hubo ruptura del orden constitucional, lo que tiene a nuestra sufrida Honduras sumergida en el descrédito internacional y al Gobierno de Lobo, en una lucha sin precedentes para ser reincorporado a la Organización de Estados Americanos.

Para abundar en el concepto, Dn. Federico Alvarez, de generales conocidas expresó: “LO QUE HUBO FUE UN GOLPE DE ESTADO” La Tribuna 25 Mayo, 2010
[…]….Si lo que sucedió en Honduras el 28 de junio del 2009 fue golpe de Estado, en nuestro país se rompió el orden constitucional por un acto de fuerza. Si eso fue así, se debe proceder a restablecer ese orden. […] …Una es la de convocar a una Asamblea Nacional Constituyente para que emita una nueva Constitución que sustituya aquella que dejó de tener vigencia con el golpe de Estado.[…]”. “El retorno a la normalidad constitucional e institucional, solamente se consigue mediante la acción del poder constituyente”, (fin de la cita).

Ante tan rotundas declaraciones, es indudable que lo del golpe fue un error de cálculo por parte de “los defensores de la democracia”. Los ideólogos de “La sucesión constitucional”, no salen de su asombro al ver la enérgica reacción del pueblo agrupado en el FNRP, demandando como única solución al conflicto, la Asamblea Nacional Constituyente para que, como dice el Sr. Alvarez, “sustituya aquella que dejó de tener vigencia con el golpe de Estado”.

La ingobernabilidad en que ha caído el país a causa de la euforia que llevó a los autores del golpe a cometer tal desafuero, los hizo pensar en que con derrocar al presidente Zelaya, podrían eternizar su estatus-quo de canonjías y privilegios al margen de la ley.

Es justo reconocer los esfuerzos del Gobierno por satisfacer una a una las exigencias de los organismos internacionales que han condicionado la reincorporación de Honduras a la OEA, al cumplimiento de todos los requerimientos, incluyendo como punto vital, el retorno del presidente Zelaya, el cese a la persecución política y la anulación de todos los juicios incoados después de su defenestración del poder.

A estas alturas en que ha tomado fuerza el planteamiento del presidente Zelaya para refundar el país, debieran obligar a los patrocinadores del golpe de Estado militar, a meditaciones profundas para la reparación de daños, o por lo menos, a ser menos arrogantes. Tengan presente señores que las personas o gobiernos que poseídos de soberbia se sitúan en el pedestal de la mismísima divinidad, ¡serán castigados irremisiblemente!

Santa Rosa de Copán, 10 de octubre 2010