La reconciliación pasa por el retorno de los expatriados

El futuro inmediato de Honduras con las secuelas del golpe de Estado depende mucho de un necesario cambio de conducta de las autoridades del Ministerio Público y la Corte Suprema de Justicia para no seguir obstaculizando la reconciliación nacional, a juicio del analista Ernesto Paz Aguilar.

Paz Aguilar, vicerrector de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH); ex canciller de la República; escritor y doctor en derecho internacional, considera que el presidente Porfirio Lobo está dando los pasos correctos para sacar al país de la crisis, pero tiene varios obstáculos, especialmente estas dos instituciones.

“El gran problema del gobierno de Lobo es que es un gobierno acosado por grupos de ultraderecha y por la comunidad internacional que quiere que Honduras retorne a una vida civilizada”, afirmó Paz Aguilar.


Manifestó que el futuro de Honduras depende mucho de cuan pronto se logre la reconciliación nacional que pasa por el retorno de los expatriados políticos comenzando por el ex presidente Manuel Zelaya.


“Este es un requisito que está pidiendo la comunidad internacional sumado al del respeto de los derechos humanos, lo cual es correcto porque es lo propio en una sociedad civilizada”, añadió.


Si se cumplen estos requisitos, se desbloquearía la ayuda internacional que permitiría un panorama económico más alentador al que habría que agregarle un plan de país basado en los intereses nacionales.


A juicio de Paz Aguilar, hacen muy mal quienes se oponen al cumplimiento de estos requisitos porque ni siquiera analizan que el retorno de Zelaya sin condiciones más bien le va a “plantear a él un gran reto que es el de mantener su liderazgo y tener unidos a los sectores que están en la resistencia popular”.


Para el analista, ese paso a la reconciliación tendrá que llegar, pero si el Ministerio Público y la Corte Suprema de Justicia siguen atrasándolo, llegará tarde afectando gravemente al país.


RELACIONES INTERNACIONALES


Paz Aguilar explicó que la gente está unificando erróneamente el reconocimiento del país con la cooperación internacional, ya que la comunidad internacional terminará reconociendo al gobierno, pero la cooperación internacional será limitada mientras no se dé la reconciliación.


Recordó que los países europeos están entre los que más colaboran con Honduras y organismos como Amnistía Internacional; Comisión Interamericana de Derechos Humanos; Human Right; y otros organismos de derechos humanos tienen mucha incidencia en esta ayuda.


En ese sentido, explicó que estos organismos mientras no se den los requisitos del retorno de los expatriados y el respeto a los derechos humanos --que incluye castigo a los violadores durante el régimen de facto-- no darán ese aval para la ayuda internacional y ésta seguirá siendo limitada.


Así las cosas, el futuro inmediato del país depende de cuan rápido se dé la reconciliación nacional y esto pasa por el cese de la persecución política de los operadores de justicia, según el analista.

FUTURO POLITICO


En el ámbito político, Paz Aguilar manifestó que Honduras tarde o temprano tendrá una reforma profunda de la Constitución de la República mediante una Asamblea Nacional Constituyente que por primera vez llegará de manera civilizada.


Recordó que en el pasado hubo unas 13 constituyentes pero siempre que hubo un cambio fue por la vía del golpe de Estado, situación que no ocurrirá en esta oportunidad porque hay un clamor popular tan manifiesto que en dos meses se han recolectado 600 mil firmas.


Ese clamor popular se manifestará en las próximas elecciones internas, cuyo proceso inicia en dos años, ya que las propuestas deberán plantear ineludiblemente el tema de la reforma.


A partir de la reforma, habrá que ver la capacidad del pueblo organizado para hacer que en el nuevo orden se tomen en cuenta los intereses de la colectividad.



LO DIJO

“La persecución política sigue en el país y una manifestación es el despido de jueces por cometer un delito de conciencia, que fue oponerse a un golpe de Estado”: Ernesto Paz Aguilar.