Honduras en la ONU: casi un año sin un dólar Roberto Quesada

Hablar de la democracia y callar al pueblo es una farsa. Hablar de humanismo y negar a los hombres es una mentira”. --Ovidio.

La hipocresía no abona en nada para el reconocimiento internacional de Honduras, mucho menos para la reconciliación interna. Por el contrario, sólo profundiza aun más las heridas.

Ya dejémonos de babosadas: en Honduras hubo un golpe de Estado militar el 28 de junio pasado, que lleva ya más de un centenar de muertes y toda la violencia política y de delincuencia común que se ha acrecentado deriva de este hecho. (No se termina de darle velatorio a una madre y su hija de seis años asesinadas cruelmente, cuando aparece la noticia de que asesinan a un cronista deportivo y a su hijo: ésta es la Honduras que nos están dando quienes con toda la irresponsabilidad y deshumanización del mundo dieron el golpe de Estado).
Es muy probable que muchos y muchas, buenos compatriotas, fueron engañados para que apoyaran semejante barbaridad. Les mintieron: les dijeron que ya venían a quitarles sus propiedades, a compartir sus cosas, a dejarlos sin nada. Y esta gente presa del miedo optó por apoyar algo que les pintaron que sería eficaz, sencillo y que no tendría consecuencias mayores para el país. Hoy, a casi a un año del golpe de Estado militar, los incrédulos pueden comenzar a cambiar de opinión con los hechos que a diario se suscitan en Honduras: Honduras se hunde y nadie quiere lanzarle siquiera un salvavidas.

Algunos medios toman a los hondureños como si fuéramos los más papos del planeta, quieren hacer creer que la culpa es de Sudamérica, de Brasil, de Venezuela, de Argentina, de Ecuador, falso, toda la responsabilidad es de quienes asestaron el golpe de Estado militar y que aun hoy desean que en Honduras en vez de que la crisis se solvente, se profundice. Ningún país quiere avalar a una Honduras que no se haya limpiado el rostro de la sangre del golpismo, ¿por qué? Porque ningún país quiere estar expuesto a recibir golpes de Estado. Si el golpe de Estado militar en Honduras se deja como si no pasó nada, borrón y cuenta nueva, inmediatamente tendremos golpes de Estados desencadenados en cadena y regresamos a contar miles y miles de muertos como sucedió en Chile, Argentina, Guatemala, El Salvador, y un gran etcétera. La impunidad a quienes dieron el golpe de Estado en Honduras, y sobre todo a los responsables de delitos de lesa humanidad, sería un cheque en blanco para que comiencen a tambalear las otras democracias de America Latina.

Mientras el presidente Pepe Lobo asume de manera digna, resignada, el revés diplomático propinado por Unasur, demostrando con ello que hay buena voluntad por su parte para la reintegración de Honduras al mundo, la Corte Suprema de Justicia destituye a seis magistrados hondureños miembros de la Asociación de Jueces por la Democracia. ¡Qué barbaridad! Inmediatamente desde París, Francia, la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH), contraataca con su rechazo a este otro acto de barbarie. ¿Cómo el mundo va a creer que Honduras está lista para reincorporarse al concierto de naciones? Aquí está un fragmento del comunicado que le da la vuelta al mundo: La FIDH, así como la Organización Mundial Contra la Tortura (OMCT) consideran que la destitución de los citados magistrados es una "flagrante violación a la independencia de la justicia y a la libertad de expresión".

Aquí mismo en la Misión de Honduras ante las Naciones Unidas, vivimos hechos que desdicen la búsqueda de esa reconciliación, mientras unos cuatro que corrieron a unirse a las filas golpistas de Micheletti recibieron del dictador y después de él siguen recibiendo su pago (en próximo artículo daré más detalles), quienes nos hemos opuesto al golpe de Estado militar estamos siendo ignorados también por la nueva cancillería, ya vamos a cumplir un año sin que se nos pague ni siquiera un dólar. Lo que se ve con los maestros, la destitución de los jueces, nuestra condición aquí en las Naciones Unidas, refleja claramente que el ala golpista desarrolla ahora su siguiente fase que es la persecución política, la cazaduría de brujas.

¿Qué reconciliación puede existir cuando lo primero que falla es la falta de sinceridad?
En realidad no es las Naciones Unidas ni en ningún otro organismo internacional en donde se decidirá la reinserción de Honduras al concierto de naciones sino con los hechos que Honduras demuestre que ha dado pasos esenciales como el respeto a los derechos humanos, no avalar la impunidad, y que nos encaminamos a una democracia participativa.

En algunos medios publican mentiras tan deplorables como que el embajador Jorge Arturo Reina había despilfarrado dinero en nuestra Misión. ¿De qué dinero hablan? ¿Es que acaso el gobierno usurpador o el de Pepe Lobo nos ha enviado un dólar siquiera? Es completamente no sólo falso sino que un nefasto acto de cobardía con el que quizá pretenden no pagarnos y vengarse de a saber que. Así que no es justo que nos inventen cosas como que la Misión en la ONU ha recibido petrodólares a través del Grulac, cuando no existe ninguna prueba y el embajador Reina es más bien víctima del odio político de algunos malvados dizque hondureños/as. Si no hacemos a un lado el rencor, no puede haber paz.

Al embajador Reina lo han mantenido engañado: que mañana llega el dinero de los gastos, del pago del personal, etc. Hasta que un día llegó la Sra. Lizzy Flores, sustituyó a Reina, presentó credenciales, se fue a Miami a una condecoración que le daban a Pepe, de allí a Honduras, y de esos seres humanos, hondureños ciento por ciento (en mi caso mis padres, mis abuelos, mis tatarabuelos son completamente hondureños), que ya van a tener un año sin paga, que tienen hijos y responsabilidades, ni siquiera se habló. Estos son los hechos con que Honduras quiere convencer al mundo de que estamos retornando al orden democrático y estamos todos y todas con brillante Happy Face.

Roberto Quesada: escritor y diplomático hondureño. Consejero de Honduras ante las Naciones Unidas.

robertoquesada@hotmail.com