Lo que el “golpe” se llevó Alfredo Haces

Lo que el golpe de Estado se llevó en Honduras costará mucho tiempo recuperarlo. Es la peor catástrofe, política y social de 2009, ya que el pueblo hondureño no olvidará jamás cuando empezó la agresión y represión en contra del sentimiento y pensamiento de un pueblo al que le arrebataron la democracia y la Constitución fue pisoteada.
28 años de democracia y como resultado siete presidentes constitucionales, logrando una imagen nacional y mundial, de relaciones de fronteras abiertas de tratados integrales y especialmente comerciales y diplomáticos que estaban trayendo tanto beneficio en este último gobierno liberal, presidido por el mandatario derrocado, José Manuel Zelaya Rosales.
Los golpistas de perfiles de ultraderecha, por naturaleza tienen una mente estrecha y una reducida capacidad de razonamiento, especialmente en estos tiempos de una sociedad globalizada, donde aparecieron estos cavernícolas que se impusieron con la “ley del garrote”, encabezada por políticos, empresarios y religiosos utilizando la fuerza bruta militar.
El año 2009 ha sido funesto en todos los campos, sus últimos meses, después del golpe de Estado, con la imposición del gobierno de facto encabezado por Roberto Michleletti Bain, integrado por un gabinete de “chamberos y chamberas” de oficio que han llegado a improvisar, echar a perder infinidad de proyectos y hacer “piñata” con los fondos dejados por la administración anterior derrocada.
Honduras en seis meses del gobierno de facto ha pasado a ocupar “la cola” en Centroamérica, su desarrollo comercial no se estancó, sino que retrocedió, echando a perder décadas de convenios, de programas y proyectos que se encuentran abandonados, como las de Cuentas del Milenio y la Estrategia de la Reducción de la Pobreza y suspendidas las millonarias ayudas y préstamos internacionales.
Mientras otras naciones del mundo y especialmente latinoamericanas han comenzado a recuperarse de la crisis mundial, Honduras a causa del golpe de Estado llevará décadas en recuperarse de tanto daño que ha dejado este retroceso político, económico y social y que los más perjudicados siempre son los más pobres.
Los golpistas quizás han sido los más beneficiados económicamente, ya que llegaron sólo a disponer de los fondos existentes y no escaparon ni los del ALBA que tanto han criticado estos “cavernícolas” y que a nadie le brindarán cuentas de qué encontraron o de qué se llevaron.
El mal ya está hecho y el delito registrado por la historia, esos golpistas que no solamente violaron el orden constitucional en Honduras, derrocaron a un presidente constitucional, dejaron un pueblo sumido en el luto y desgracia económica, política y social.El presidente constitucional, Zelaya Rosales, termina su mandato el 27 de enero y quedará registrado en las primeras páginas de la historia como un personaje víctima del primer golpe de Estado del Siglo XXI y los golpistas quedarán condenados y señalados en las últimas páginas negras de la historia nacional y mundial.
Al presidente electo, Porfirio Lobo Sosa, le toca recibir ese “sillón presidencial” que a Micheletti Bain no le sirvió ni para descansar, además del “relajo” dejado en Casa Presidencial por el gobierno de facto.

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