Manuel Zelaya, presidente constitucional de Honduras destituido en junio pasado, afirmó que los golpistas que lo sacaron de su puesto y lo llevaron a Costa Rica ahora no quieren que se vaya del país.
Zelaya, quien cumple hoy, lunes, tres meses viviendo en la embajada de Brasil en Tegucigalpa, declaró que le parece que sus opositores están fuera de todo tipo de argumentación lógica o racional.
"Cuando estaba afuera, no querían que estuviera adentro, y ahora que estoy adentro no quieren que esté afuera” añadió a Radio Globo en Honduras después de que el gobierno actual de Roberto Micheletti, quien por designación del parlamento asumió el poder inmediatamente después del golpe de Estado, le negara un salvoconducto para viajar a México
Según Zelaya, quienes lo destituyeron tienen problemas de orden ideológico, además de "jurídico política", por lo que "no están conformes en ningún lado", "creo que preferirían que estuviera muerto, porque si estoy aquí les estorbo, si estoy afuera les estorbo, y si me vengo para acá también, y si me voy para allá también, no los entiendo", agregó
CRE
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