El depuesto Manuel Zelaya denunció este viernes que militares hondureños lanzaron "gas tóxico" a la embajada brasileña en Tegucigalpa, donde permanece refugiado, en tanto el Consejo de Seguridad de la ONU exigió que cese el acoso al lugar.
Zelaya pidió la intervención de la Cruz Roja ante esta nueva agresión a la embajada brasileña. Mientras, los militares que la mantienen sitiada permitieron entrar a dos médicos que examinaron al presidente depuesto y a varios de sus seguidores con malestares.
"Han difundido un gas tóxico que los militares usan para evacuar a la gente, aquí hay 60 personas todas ellas tratando de respirar en el patio", dijo Zelaya a la AFP. "Hay gente vomitando y orinando sangre", agregó.
Carlos Aguilar, ministro de Salud de Zelaya; y Marcos Rodas, su médico de cabecera, fueron autorizados a entrar por los militares que rodean la embajada desde el martes, y que impiden el paso de cualquier visitante, dificultando además el abastecimiento de alimentos.
A la embajada brasileña también acudieron representantes de la ONU, pero los militares no los dejaron entrar.
Zelaya, que regresó subrepticiamente el lunes a Honduras para presionar para ser restituido en el poder, llamó a sus seguidores a continuar las protestas, mientras crecía la expectativa para un diálogo con el gobernante de facto Roberto Micheletti.
Miles de hondureños marcharon en Tegucigalpa, y al pasar frente a la embajada gritaron a Zelaya que resista el asedio, gritando: "Mel aguanta, el pueblo se levanta", y "Gracias Brasil".
El presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, declaró que Zelaya puede quedarse cuanto sea necesario en la embajada, donde está acompañado por unos 60 seguidores y familiares.
Zelaya "puede quedarse en la embajada brasileña en Tegucigalpa cuanto sea necesario para su seguridad", dijo Lula al finalizar la cumbre del G20 en Pittsburgh, Estados Unidos.
Mientras, el Consejo de Seguridad de la ONU exigió al gobierno de facto cesar el hostigamiento de la embajada, en una sesión de urgencia destinada a debatir la crisis hondureña.
El Consejo llamó "al gobierno de facto en Honduras a dejar de acosar a la embajada de Brasil y a suministrarle los insumos necesarios, incluyendo agua, electricidad, alimentos y continuidad de comunicaciones", dijo la presidenta de turno, la estadounidense Susan Rice.
Brasil pidió un pronunciamiento del Consejo para poner fin al "acoso" de la embajada, tras denunciar que estaba "virtualmente sitiada".
La sede diplomática brasileña es objeto de "actos de acoso", incluyendo cortes de agua y electricidad, equipos de agresión sonora y obstáculos a la circulación del personal diplomático, dijo el canciller brasileño Celso Amorim.
El régimen de facto, que el lunes cumplirá tres meses en el poder, anunció el jueves que aceptó una propuesta del ex presidente estadounidense y Premio Nobel de la Paz Jimmy Carter para que visiten Honduras en misión mediadora el presidente de Costa Rica, Oscar Arias, y el vicepresidente de Panamá, Juan Carlos Varela.
Sin embargo, Arias, también Premio Nobel de la Paz, dijo que no pretende viajar por ahora a Honduras.
"Roberto Micheletti dijo que él quería que yo fuera con Jimmy Carter. Yo hablé con el (ex) presidente Carter, le dije que yo no quería ir en estos momentos, que él tampoco debería ir", declaró.
Arias había servido como mediador en la crisis hondureña, pero su propuesta para superar el conflicto, presentada hace dos meses, que contemplaba la restitución de Zelaya al poder, nunca ha sido aceptada por Micheletti.
Para recibir a Arias y Varela, el régimen de facto pidió a la Organización de Estados Americanos (OEA) que postergue la visita a Honduras de una misión integrada por varios cancilleres y su secretario general, José Miguel Insulza.
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