Derechos del pueblo hondureño no son negociables

Los derechos humanos del pueblo hondureño no son negociables, enfatizó este lunes el embajador de El Salvador ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Francisco Laínez, durante la sesión extraordinaria del Consejo Permanente del organismo sobre el tema de Honduras.

Laínez señaló que la delegación de El Salvador ha tomado nota con atención del informe de la OEA, que refleja el llamado a la acción continua de la comunidad internacional y en particular de la comunidad interamericana de democracias.

Recordó que en la reciente visita que hizo el presidente constitucional de Honduras, Manuel Zelaya, a la OEA, la delegación salvadoreña lo saludó en su investidura de Presidente constitucional y legítimo de la nación centroamericana, por lo que se reiteró el reconocimiento a la legitimidad jurídica, política, sociológica y de origen de su mandato.

Asimismo, recordó que el presidente de El Salvador, Mauricio Funes, indicó en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que se debe clausurar toda posibilidad de volver a tiempos de las dictaduras militares o cívico-militares en la región, e impedir que el golpe en Honduras sea un precedente que ponga en peligro los logros alcanzados en cuanto a la estabilidad e institucionalidad democrática regional.

Puntualizó que el Gobierno de El Salvador resaltó la necesidad de que Honduras vuelva al orden constitucional mediante el diálogo y la negociación política, en un contexto de pleno respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales del pueblo hondureño.

Es así como El Salvador no reconocerá el proceso electoral que prepara en Honduras el régimen dictatorial. El domingo 28 de junio, en la madrugada, el presidente constitucional de Honduras, Manuel Zelaya, fue víctima de un golpe de Estado, secuestrado y golpeado por funcionarios de la Fuerza Armada de ese país y posteriormente trasladado, a la fuerza, a Costa Rica.

No obstante, Zelaya fue reconocido como Presidente constitucional de Honduras, plenamente, por la OEA, la Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América (Alba), el Grupo de Río, así como por la ONU, que aprobó por unanimidad una resolución que condena el golpe de Estado.

El lunes 21 de septiembre logró entrar a territorio hondureño y actualmente se encuentra en la sede de la embajada de Brasil en la nación centroamericana, donde pese al toque de queda impuesto por el cabecilla del golpe, Roberto Micheletti, cientos de personas permanecen en sus inmediaciones, donde fuerzas golpistas acrecentaron sus acciones represivas contra el pueblo.

El presidente Zelaya dijo que la oferta de diálogo que ha hecho pública el dictador Roberto Micheletti es una manipulación y lo acusó de no tener voluntad de resolver la crisis que vive el país centroamericano.

Además, este lunes, en rueda de prensa desde el interior de la embajada, Zelaya advirtió que temen que tropas de asalto golpista ataquen la sede diplomática.

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