Por la gravedad de los acontecimientos suscitados por el enfrentamiento entre el gobierno nacionalista y el magisterio nacional, es necesario expresar públicamente las opiniones para, en cierto modo, lograr que se realice un diálogo razonable y justo en el que se delimiten los puntos controversiales y se planteen los elementos convergentes para solucionar este espinoso problema de la vida política, económica y social de Honduras.
En toda controversia existen dos posiciones fundamentales: en este caso, las que esgrime el Ministerio de Educación representando al Gobierno y la de los directamente perjudicados que son el sistema educativo nacional en el que se incluye a maestros, alumnos y padres de familia.
Como antecedente, diremos que el problema no es nuevo, en todos los gobiernos la “papa caliente” es el de la educación como sistema y la posición de los profesores ante el incumplimiento de sus derechos y fundamentalmente el de su paga. Que sepamos, nadie trabaja por amor al arte y sin la remuneración necesaria para medio subsistir en la injusta sociedad en que vivimos.
Para conocimiento del señor presidente de la República, don Porfirio Lobo Sosa, que hace poco expresó a la prensa hablada y escrita “que no entiende por qué la huelga magisterial”, queremos decirle cuáles son las causas y razones del paro magisterial, para que ponga los pies en la tierra y se baje de la nube en que ha andado escuchando los consejos mal sanos de su Ministro de Seguridad.
Señor Presidente, los maestros están en huelga por muchas razones que se las enumeramos a continuación:
1.- Su gobierno adeuda desde hace un año el salario mensual a seis mil maestros a pesar de que en varias comparecencias ha expresado y lo reitero en la pasada convención del nacionalismo que respetaría el salario de los maestros.
2.- La no incorporación del salario mínimo en el Estatuto del Docente privando de manera abrupta los derechos conquistados por el gremio.
3.- Intentos concretos de eliminar el Estatuto del Docente, conquista plasmada en la Constitución de la República y que, desde los tiempos del reaccionario ministro Carlos Avila, se ha querido por los gobiernos nacionalistas, derogar.
4.- Actitud partidarista del Ministro Alejandro Ventura de nombrar directores departamentales de educación sin respetar los reglamentos y mecanismos legales.
5.- Derogación del decreto de emergencia autorizando deducción de salarios por participar en los paros justos y legítimos.
6.- Contratación de maestros para sustituir en los que participan en las luchas magisteriales.
7.- Nombramiento de una junta interventora del Inprema, para nombrar nuevas autoridades y el saneamiento de la institución.
8.- Reparos del Tribunal Superior de Cuentas que establece como sueldos ilegales los colaterales de calificación académica y los sueldos del 2009 cuando se perdieron muchos días por los paros en protesta por el fatídico golpe de Estado.
9.- La creación del proyecto para la participación ciudadana en la educación.
10.- Centralizar en el ministro Ventura la firma de los acuerdos de maestros para que vuelva a las juntas de selección departamental.
11.- La morosidad del Gobierno en cancelar cinco mil millones de lempiras al Inprema porque lo gastaron en campañas políticas.
12.- Incumplimiento de muchos diálogos en el que se ha prometido todo y no se ha cumplido nada.
Concretamente, por parte del Gobierno se observa una posición dura, recalcitrante y reaccionaria de romper arbitrariamente las conquistas laborales logradas a punta de luchas álgidas en las que los maestros fueron golpeados, encarcelados, torturados y asesinados por una policía criminal, dirigida por personajes nocivos de reconocida posición ultraderechista con una conducta dictatorial y fascista.
En lugar del diálogo y la fementida reconciliación nacional, don Pepe Lobo esgrimió el brazo con el puño cerrado demostrando con ello su escuela represiva y dictatorial.
El dialogo es una necesidad pero no el de sordos, en el que nombran a Arturo Corrales, Vilma Morales y funcionarios de poca monta y credibilidad para dar respuestas etéreas, ante una realidad que exige soluciones determinantes y no palabrería hueca y demagógica encaminada nada más a darle largas al asunto y cansar a los maestros en su justa lucha.
Señor Presidente, “el tiro le ha salido por la culata” porque los maestros no son bobos, para tragarse las mentiras de su “humanismo cristiano”.
La solución empieza, don Pepe, pagando lo que deben y no “haciéndose los de a pesetas” con los cinco mil millones que gastaron a sabiendas que eran ajenos. Y con esta ilegalidad su gobierno nos habla hasta por los codos de respetar la Ley, cuando es violentado por su gobierno los 365 días del año.
Usted, señor Presidente, será juzgado por la historia como el mandatario más represivo contra el movimiento magisterial; Gustavo Alvarez Martínez se queda “chiquito”, que ya es decir mucho, ante la bárbara represión desatada contra los manifestantes por su ministro de Seguridad, Oscar Alvarez, pariente del general ajusticiado.
A las claras se nota que está muy mal asesorado por personajes que ignoran cuál es el devenir de la historia de nuestro pueblo, que vislumbra cambios progresistas y transformadores, en los que se harán añicos las posiciones militaristas, represivas, dictatoriales, prepotentes y hegemónicas de una burguesía que ya esta en un periodo de putrefacción ante la fuerza y vitalidad de la democracia, el progreso y la paz.
Todavía está a tiempo de recapacitar en darle un viraje a su concepción política a favor de los desposeídos, de lo contrario, le ocurrirá como a Ben Ali de Tunez, Mubarak de Egipto y próximamente otros dictadores que caerán por la fuerza y el peso de la luchas de los pueblos.
No siga toleteando maestros y maestras, tampoco asesinando profesoras, con las armas que han sido compradas con el dinero del pueblo. Busque en verdad, un diálogo sincero, patriota, para solucionar la crisis, y no el mentiroso, demagogo para llevar el agua nada más, al molino de la oligarquía y golpistas de siempre.
El problema no solo es de volver a clases, la solución debe ser integral resolviendo todos los problemas que aquejan a los maestros.
El argumento trillado y unilateral de la pérdida de clases, está bien para los poco informados, pero para los maestros, es la solución integral de todas las causas señaladas.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Agradecemos sus comentarios sobre cada publicacion en el blog