Derechos humanos y el camino a la OEA " Roberto Quesada "

“Hugo Chávez (…) no es un líder resentido, sino un estratega…”
—Adolfo Facussé, empresario hondureño hasta hace poco golpista y recientemente chavista.(Tiempo 11/04/11).

A estas alturas quien cuestione la importancia de que un país pequeño y pobre como el nuestro, Honduras, puede prescindir, sin consecuencias, del concierto internacional de naciones, está, sin duda, a un paso de caer en crisis mental severa. Es más, hasta los países ricos evitan, a toda costa, vivir aislados.

Allí tenemos esa nueva sociedad latinoamericana conocida como Unasur, que paso a paso se ha ido ganando el respeto internacional, y, ¿por qué no decirlo?, mundial. Hecho irrefutable de ello es la presencia de la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton a Brasil y chile, seguida casi de inmediato, en otro avión por el presidente Barack Obama.

Si países como los Estados Unidos en vez de la confrontación buscan el diálogo de la diplomacia con el Sur (y que conste, para los Estados Unidos el Sur es desde México hasta la Patagonia), mucho menos un país como el nuestro debe siquiera atreverse a pensar que podremos subsistir en la total soledad, esto no alcanza ni para la palabra utópico, ni para pesadilla sino que sería un sueño de tonto soñado por tontos.

Por todo ello es importantísimo el paso dado por el presidente Pepe Lobo al acercarse al Sur, y más específicamente al presidente Hugo Chávez, que aunque algunos, victimas de la ceguera que produce el radicalismo, despotrican contra él, sin causarle un rasguño siquiera, no por ellos Chávez deja de ser lo que es: un líder internacional, que, a donde vaya, siempre es noticia.

Este acercamiento de nuestro país al Sur, debe de estar plenamente respaldado por un genuino avance en el respeto de los derechos humanos en Honduras. Y no se trata de culpar a unas radioemisoras, a unos noticiarios, a periodistas o columnistas, no, hay que salirse del pasado y ubicarse en el futuro, que es el presente: vivimos en una era tecnológica muy superior a la de los golpes de Estado de antaño, ya no se puede engañar al mundo, las noticias le dan la vuelta al globo a velocidad casi de tiempo real.

El diálogo se impone cada vez más en el mundo, y aunque haya quienes no lo crean, actos de brutalidad policial, de represión, son cada vez más rechazados y condenados por la humanidad. Por ello es imperante para la paz social que el diálogo entre gobierno y magisterio sea sincero, objetivo, y verdaderamente positivo para nuestra niñez y juventud, y con resultados favorables para las partes en contienda.

Hace días vengo insistiendo en esto: toda la represión que hacen contra el pueblo hondureño, por ejemplo, las primeras semanas contra el magisterio, es noticia que inmediatamente hace eco en el mundo, y, por deducción lógica, si se ha recorrido algún camino para que Honduras ingrese a la OEA, con estos actos se retrocede y vuelve a cerrase el tragaluz. Hubo represión en lo del Paro Cívico, pero, sin duda, ha bajado de intensidad, aunque todavía le falta.

Por ello hay quienes piensan que esa política de brutalidad policial-militar no proviene directamente de Pepe Lobo, si no de subordinados y/o mandos medios que han sido contratados para sabotear cualquier proceso de reconciliación de Honduras con el mundo, por parte de ese grupito poderosamente económico pero mental y humanamente deficientes.

Como informador mi deber es estar informado, y desde Honduras no solo monitoreo las emisoras y noticiarios que dicen la verdad si no también a quienes dan las ‘noticias’ por intereses personales y de grupos. Hay algunos que más parece que el presidente Hugo Chávez los tuviese contratados: Chávez aquí, Chávez allá, que Chávez esto, que Chávez lo otro, y lo dicen con ira, casi babeantes, y con todo eso solo sobredimensionan a Hugo Chávez como si fuese superhombre, sobrehumano. Y no, es solamente un presidente que también es un ser humano. En las tres veces que he estado con él hemos conversado sobre libros, le gustan mucho los libros y tiene un gran sentido del humor.

La vez más reciente que lo vi fue cuando el presidente Zelaya estaba confinado en la embajada de Brasil, en Tegucigalpa. Cuando lo vi, lo saludé a través de la seguridad y le dije “Presidente”. El se me acercó y con cara de sorpresa me dijo: “¿Y tú que haces aquí? Deberías de estar allá en la embajada apoyando a Mel”. Claro, los de Olanchito no nos podemos callados y respondí: “Cualquier lugar es buena trinchera para combatir contra los golpes de Estado”.

Y eso es cierto, pues se equivocan quienes crean que ese golpe de Estado solo fue contra Mel y el pueblo hondureño, no, fue contra todo America Latina: De allí que gobiernos de diferentes ideologías: Leonel Fernández (República Dominicana), Sebastián Piñera (Chile), Cristina Kirchner (Argentina), y todos condenan los golpes de Estado, crean organizaciones y leyes con el propósito de prevenirlos y evitarlos, y ven con recelo a Honduras si no cumple con los requisitos pues este precedente hondureño, de quedar impune, puede convertirse en el futuro talón de Aquiles de cualquiera de ellos.

El remedio no es culpar a medios, periodistas, ong’s, etc., de conspirar contra Honduras denunciando la violación a los derechos, no, el remedio es sencillo y efectivo si se aplica: Evitar la brutalidad policial-militar, simplemente respetar los derechos humanos. Ah, y una más, verificar y castigar si detrás de estas instituciones se refugian verdaderos conspiradores quienes están conscientes que al aplicar estas medidas extremas contra el pueblo, inmediatamente ponen al Ejecutivo en aprietos y minan el regreso de Honduras a la normalidad democrática.

En los derechos está la paz.

Nueva York NY 13 abril 2011.
robertoquesada@hotmail.com