Cartagena, la selección y un desvisado "" Efrén D. Falcón "

“Ojalá fuera la gasolina la que siguiera a peso, como el maíz."
Indalecio Tuna Trauber

Muchas cosas parecen estar sucediendo hoy día. Y por ello adquiere una importancia enorme no perder de vista el panorama general, y tratar de otear con cierta suspicacia cómo puede ser ese panorama en un futuro no muy lejano. Dos cosas considero vitales en cualquier intento de análisis: una, no perder de vista que dadas las circunstancias prevalecientes ―una serie de situaciones que definen actualmente a nuestro país, especialmente su mundo político― cualquier cambio real, serio, positivo y sostenible, que nos encamine hacia mejores estadios como nación, tomará varias décadas; y dos, que sin importar la obvia ilegitimidad del gobierno nacionalista, y si se quiere hasta su probable ilegalidad, el gobierno que preside Porfirio Lobo es el gobierno que representa a Honduras ante el resto del mundo, y el que ejerce como tal dentro del territorio nacional.

Cartagena de Indias
Sin duda, la cita de los mandatarios de Venezuela, Colombia y Honduras, no sucedió como por arte de magia, o por la simple voluntad de Pepe Lobo, y mucho menos del Canciller o del ministro de planificación, figuras que personalmente hubiera preferido no ver ahí, pero cuya presencia, especialmente la de Corrales, no deja de ser significativa.

De una manera u otra, todo está relacionado con la absurda y tenaz negación de la ultraderecha local, cuyos voceros, pese al ridículo que implica, siguen negando el golpe de Estado o insistiendo en una fantasiosa sucesión constitucional [recordar el vergonzoso gallo-gallina del presidente del Congreso, que aunque proclamó la existencia del golpe de Estado, insistió en la existencia paralela de la tal sucesión]. Si el golpe de Estado hubiera sido aceptado por la sociedad en general ―en vez de generar esa desgastante y negativa discusión―, ya los actuales regentes de la CSJ, el MP, el CONADEH, etc., serían historia; y seguramente Honduras hace mucho tiempo habría superado su situación de país leproso, cuya gobierno no es aceptado por los gobiernos soberanos cuyo criterio no está comprometido con el del Tío Sam.

Una cosa es clara, Hugo Chávez no ha accedido a hacer dupla con el presidente de Colombia, dos países cuyas relaciones bilaterales no han sido últimamente precisamente dulces, contra su voluntad. Sí Chávez se ha decidido a mediar para resolver de una vez el asunto hondureño, debe haber razones de peso detrás de tal iniciativa, pues el mandatario Venezolano no va a hacer del tonto apoyando a Honduras ante otros gobiernos del cono sur sin una o varias razones sólidas.
Al respecto, la percepción general parece ser positiva. Se espera que la diplomacia termine por imponerse en este caso, y el ruedo político nacional vuelva a su fiesta seudo-democrática sin mayores alteraciones, aún con la presencia de Zelaya Rosales haciendo política dentro del país.

DDHH
Oficialmente, el gobierno de los EEUU mediante un informe recientemente publicado por el Depto. de Estado, deja al desnudo el desastre del sistema de justicia, los cuerpos policíacos, las oficinas gubernamentales de derechos humanos, los medios de comunicación, etc. Un documento que todos deberíamos leer para entender mejor nuestra realidad, a través de ojos extranjeros. Las palabras ineficiente, insuficiente y corrupto abundan por todo el escrito, y dejan al país verdaderamente en entredicho. Sin duda, será necesario volver en una columna posterior sobre el citado informe.

Mientras tanto…
Los maestros después de valientes y continuas manifestaciones, donde les tocó chocar con los cuerpos del “orden”, se han llamado a un “repliegue táctico”, bastante extraño por cierto; el combustible empieza a romper récords por sus altos precios; los asesinatos diarios no se pueden contar con los dedos de las manos; el país está bajo una nube contaminante ―típica del verano―; Tegucigalpa se queda sin agua; la selección nacional de fútbol nos avergüenza en Asía; y el desvisado presidente de la ANDI parece haberse vuelto simpatizante del presidente de Venezuela, cuando ha expresado públicamente que Honduras debería volver a los acuerdos con Petrocaribe, como si el golpe de Estado, la renuncia de Honduras al ALBA, y la prurítica animadversión de los medios alineados y la influyente ultraderecha vernácula hacia la figura de Hugo Chávez, hubieran sido solo historietas de cafetín o leyendas urbanas que en realidad nunca sucedieron.

Todo pinta para que una ola de inversiones, foráneas y locales, dinamice la lánguida economía del país. Especialmente después de la reunión en Cartagena. Y todo pinta para que el partido gobernante “repita” su victoria en las urnas. Más “malls”, más leyes impopulares que sirven de “estímulo” a cierto empresariado, más propaganda artera, más politiquería tercermundista. Y es que a pesar de millones de pesares, todo parece estar conjugándose para que todo cambie sin que cambie nada, por obra y gracia de una suerte de prestidigitación al más puro estilo Honduras.

Alguién me preguntó, ¿pero qué hacemos?, y no se me ocurrió más que decirle, casi sin pensar y con muy poca esperanza, metamos veinticinco diputados de cada partido en el futuro Congreso, a ver qué pasa. «Si no puedes vencer, por lo menos divide.» Suerte, y amén.