Condenamos la militarización y asesinato en Honduras (Región del Aguán)

documento traducido al español

* Llame y escriba al Departamento de Estado: Llame a Benjamin Gedan, Oficial de Información Honduras, en el (202) 647-3482, o email él en: GedanBN@state.gov
* Dile que es una violación de la ley de EE.UU. para las armas provistas a ser utilizado para reprimir a la población civil y que la demanda que los EE.UU. cortar toda la ayuda militar y policial y la formación de las fuerzas de seguridad de Honduras.
* Enviar una copia de la Declaración de HSN a su representante y dos senadores y decirles que el apoyo a la demanda para cortar la ayuda militar y policial y la capacitación.
* Congreso: http://www.house.gov/ en contacto con el miembro del Congreso
* EL SENADO: http://www.senate.gov/ ponerse en contacto con sus senadores,
* Llame al: 202-224-3121 o escriba a:

Senador _________ ______________ representante
Estados Unidos Senado de los EE.UU. Cámara de Representantes
Washington, DC 20510 Washington, DC 20515
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Antecedentes: La Red de Solidaridad con Honduras
La última ola de violencia y muerte en la región del Aguán en Honduras pone de relieve el hecho de que la justicia y la reconciliación en Honduras no están en la agenda del régimen de Lobo, la oligarquía hondureña y el gobierno de EE.UU.. En cambio, el plan en el campo es de más militarización y la violencia y más poder a la poderosa oligarquía agrícola y agro-corporaciones, y por la destrucción del movimiento campesino.

Justo esta semana que 11 personas murieron y muchas otras resultaron heridas en la parte baja del valle del Aguán río en la costa norte de Honduras. El gobierno de Lobo es ahora el envío de más de 600 soldados a la región ya militarizada y amenazando con enviar hasta 1.000 con lo que la fuerza militar en la región por lo menos a 1500. Las nuevas tropas son miembros de los batallones entrenados por los EE.UU. y que participaron en la invasión de Irak. Mientras que el ejército hondureño y los funcionarios del gobierno acusan a los campesinos de ser parte de grupos guerrilleros y culpándolos de la violencia, el patrón de la muerte y la violencia en el Aguan muestra claramente que las comunidades campesinas son el blanco de una campaña oficial de la represión y el exterminio.

Desde el golpe de Estado el 28 de junio de 2009 más de 44 campesinos y activistas han sido asesinados en la región del Aguán por militares, policías y fuerzas de seguridad privadas. Cooperativas de campesinos han sido atacados, desalojadas por la fuerza, los hogares y las cooperativas destruidas y sus miembros hostigados y detenidos. Dirigentes campesinos han recibido amenazas de muerte, y han sido secuestrados y torturados, así como asesinados.

El 14 de agosto una cooperativa campesina estaba tratando de ocupar tierras en la finca Paso Aguán que ellos creen que los requisitos para la distribución de la reforma agraria bajo la ley hondureña, sino que están ocupados actualmente por la plantación de Dinant Corporación de aceite de palma. Los testigos aseguran que el 40 de seguridad privada Dinant y 120 soldados del Batallón del Ejército 15a llegaron rápidamente (las tropas del ejército está utilizando camiones donados a los militares por el gobierno de los EE.UU. en 2010). Rodearon a los campesinos y abrieron fuego dejando a un campesino 17 años de edad y cinco guardias de seguridad privada muertos. Los testigos también dicen que todas las víctimas fueron asesinadas por los mismos rifles militares emitieron. Los campesinos son miembros del Movimiento Campesino Los Rigores. Mucho tiempo establecido con la comunidad del movimiento Los Rigores fue atacado por la policía estatal y los guardias privados de seguridad para la industria del aceite de palma el 23 de junio de 2011. Más de 100 casas fueron quemadas en el suelo, cultivos y animales fueron destruidas y cerca de 100 familias quedaron en calidad de refugiados sin tierra.

El 15 de agosto una camioneta pick-up llena de personas que abandonan el Instituto de Reforma Agraria llevó más allá de la Corporación Dinant planta de procesamiento de las puertas y se despidió, dejando cinco personas muertas. Las oficinas del INA son a menudo muy ocupado por los campesinos que iban y venían en busca de la solución de conflictos de la tierra y hay un número de familias campesinas que viven después de haber sido su desalojado ilegalmente, pero las personas asesinadas eran en realidad trabajando para distribuir material promocional de Pepsi. Los guardias de Dinant fueron vistos en las puertas de la planta inmediatamente antes del ataque armado en el camión.

El 17 de agosto, los guardias informaron a los empleados del propietario de Dinant, Miguel Facussé, abrieron fuego contra campesinos trabajando en la Cooperativa Salamá, hiriendo de gravedad a tres de los campesinos.

La Red de Solidaridad con Honduras (HSN) condena la violencia contra las comunidades campesinas de Honduras y la militarización en curso y el último de la región del Aguán.

Estamos profundamente preocupados por la campaña contra las organizaciones campesinas como la campaña de los medios de comunicación por las autoridades hondureñas acusando a los líderes conocidos de la Unificado de Movimiento Campesino del Aguán (MUCA) y otra organización, MARCA de ser responsables de la violencia el 14 de agosto (a pesar de que la tierra la recuperación no estaba afiliado hasta el MUCA o MARCA). Esta campaña también acusa al MUCA, MARCA y otras organizaciones establecidas y conocidas, como el Movimiento Campesino del Aguán (MCA) de ser guerrilleros armados. Entendemos que los conflictos de tierras en la región no pueden resolverse sin una reforma agraria significativa y la justicia económica. Entendemos que el propósito de las acusaciones del gobierno de Honduras es cada vez mayor para justificar la violencia contra los campesinos pobres y sus organizaciones y para apoyar la idea de que los Estados Unidos y otros países deben continuar e incluso aumentar militar y asesor de seguridad de Honduras.

El gobierno de Estados Unidos es uno de los principales partidarios de la continuación del golpe de Estado a través del régimen de Porfirio Lobo, y el principal proveedor de equipo militar y de seguridad, dinero y entrenamiento a los militares hondureños, la Policía Nacional y otras fuerzas de seguridad. De las latas de gas lacrimógeno disparada a profesores y estudiantes en las ciudades de los camiones, los programas de capacitación y armamento, incluso dinero de nuestros impuestos están siendo utilizados para violar los derechos humanos y perpetúan la violencia.

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