¡Urge Mel, viene Mel! " Alfredo Haces "

¡Urge Mel, viene Mel! Este lema que utilizaron los liberales en la campaña presidencial en el año 2005 y que llevara al sillón presidencial a José Manuel Zelaya Rosales hasta el “domingo negro” del 28 de junio de 2009, ha vuelto a sonar y esta vez especialmente por los nacionalistas, encabezado por el presidente de la República, Porfirio Lobo Sosa.

Las autoridades de la cúpula de los tres poderes del Estado, pensaron en determinado momento que todas las reminiscencias que dejó el golpe de Estado se solventarían con el traspaso de gobierno y quizás que en el primer año de mandato todo sería “borrón y cuenta nueva”.

Pero según la historia política de Honduras ese año recién pasado del 2010 quizás haya sido el más crítico de todos los tiempos, de un país que los “golpistas” lo marginaron y lo dejaron en el abandono del resto de las demás naciones del mundo.

Aparecieron analistas de todas las especies y colores, estrategas que auguraban que la crisis política que dejó el golpe de Estado se solventaba en los primeros seis meses del gobierno nacionalista y que no necesitaban de la comunidad internacional.

Al presidente venezolano, Hugo Chávez Frías, lo señalaron de ser uno de los máximos asesores de Zelaya Rosales en materia política y económica, pero de esas relaciones diplomáticas la población hondureña obtuvo importantes y beneficiosos resultados.

Desde los convenios con Petrocaribe fueron una alternativa muy provechosa para la economía del país y de la población en general. Además del gran aporte en aspectos de salud para la gente de escasos recursos económicos.

La máxima institución continental, la Organización de Estados Americanos, descalificó a Honduras y la expulsó y aún así aparecieron los enemigos de la democracia y señalaron irresponsablemente que Honduras no necesitaba pertenecer a esta organización.

Después de tantos yerros de estos usurpadores de la ley que irresponsablemente ocupan cargos en el actual gobierno y otros que se escondieron en la oscuridad de la corrupción y en la impunidad.

Así como ha desaparecido Osama Bin Laden y su grupo Al Quaeda después de lo ocurrido el 11 de septiembre del 2001, así ha desaparecido Roberto Micheletti y su grupo de “golpistas” después de lo ocurrido el 28 de junio del 2009.

Desde que Lobo Sosa declaró internacionalmente que lo ocurrido esa fecha fue un golpe de Estado, los que lo negaban han repetido lo que el mandatario denunció y otros se han quedado “mudos”.

Las cosas han dado un giro de 180 grados y la urgencia de que Honduras vuelva a ser miembro activo de la OEA, la carga más pesada la siente el Presidente hondureño y ha sido muy obediente con los llamados de su homólogo venezolano.

Y el intercambio de “sonrisas diplomáticas” entre Chávez y Lobo han sido notables y de mucha afinidad. Mientras Zelaya Rosales, en República Dominicana, espera impacientemente en el teléfono y le dicta las peticiones de su regreso a su país.

Paradójicamente en el 2011 todas aquellas autoridades que en “coro” condenaban al ex presidente Zelaya Rosales, ahora de igual manera le exoneran de todo cargo judicial y hasta tienen prisa en que lo más pronto posible quede libre de todo proceso judicial, aunque les toque tragarse toda mala intención en contra del derrocado Presidente.

Y es así, que en “coro”, el presidente Lobo Sosa con la batuta en la mano dirige a la orquesta de los tres poderes del Estado y muy afinadamente corean: ¡Urge Mel, viene Mel!