Así sí… " Roberto Quesada "

“En la crítica seré valiente, severo y absolutamente justo con amigos y enemigos. Nada cambiará este propósito”. -- Edgar Allan Poe.

¿No es cierto que el domingo es un día algo desprestigiado? Es que decir domingo es automáticamente pensar en el lunes… ¡y qué día! Lunes, como dicen muchas y muchos: “¡si no fuera por la columna de Roberto Quesada en Tiempo, qué sería de nosotros!”

¡No, por favor nooo! Ya veo más de algún ceñifruncido, gargantis amargadinis (del ucraniano antiguo), pensando en lo ególatra, vanidoso, etc., que soy por automencionarme en el primer párrafo. Tampoco, no se partan con la primera y no sean tan precipitados en la condena mental. Es que un día como hoy (ayer) 17 de abril llegó al mundo, como decían las partidas de nacimiento de antes, un hermoso y robusto varón, quien lleva por nombre Carlos Roberto, y por apellidos Quesada López, asentado por mi abuelo Ramón “Moncho” Quesada Bardales, allá en Olanchito. Por tanto, ni discutirlo, merezco hoy la indulgencia de lectoras y lectores, tanto así que ni mi editor German Quintanilla puede objetarme nada.

Pero hablábamos del domingo, ¡que mal día para que nadie a uno lo salude! Pero, cómo son las cosas, uno de los primeros saludos que he tenido, de tantos y tantos que han llegado y estoy seguro que continuarán a lo largo de la semana (mil gracias), dice: “… en los sucesos de hace casi dos mil años, donde un día como el domingo 17 de Abril, después de la puesta de sol y de acuerdo al calendario lunar judío, Jesucristo celebró su última cena.” Y otro dice: “Feliz cumpleaños compañero, que buena fecha en la que le tocó este año un Domingo de Ramos, cuando entró Jesucristo a Jerusalén a cumplir la profecía de Isaías...

Y es increíble pero si usted entra en mi página de Facebook, además de los que llegan por correo electrónico, encontrará gran cantidad de felicitaciones, en su mayoría dándome bendiciones. Y esto proviene de Choluteca a Argentina, de Panamá a La Ceiba, de Tegucigalpa a Brasil, de San Pedro Sula a París, y así esa cantidad increíble de felicitaciones, pero, por supuesto, principalmente de mis compatriotas, de hecho, mientras esto escribo me interrumpe constantemente el teléfono… Acabo de decirle a mi hermana Marta Castelar López “Mirá, te tengo que colgar porque si no, será imposible que escriba mi artículo de mañana, y dentro de par de horas me espera una cena (espero que no sea la última)!” A lo que entre risas respondió: “¡ Uyyy, que creído, perdón!”.

Para mí el mejor regalo de cumpleaños es aquello que se vislumbre positivo para mi querida Honduras, y nada mejor que un día antes de mi cumple, el 16 de abril, ver esa reunión histórica del Frente Nacional de Resistencia Popular, entiéndase el pueblo hondureño, en donde estaban los queridos amigos Juan Barahona, Gilberto Ríos hijo, Quique Flores Lanza y, por supuesto, Mel, con el presidente Hugo Chávez buscándole una salida digna a la crisis que nos ha sometido el golpismo…

Y es aquí en donde me gano pedradas de unos y de otros: los golpistas me acusan de comunista (esto da risa, no es para tomárselo en serio, ni mi hijo de seis años cree ya en eso); y algún sector de la Resistencia me acusa de respaldar a Pepe y con ello la ultraderecha (tampoco esto hay que tomárselo tan en serio, nuestra sociedad hondureña ya no está solo dividida sino subdividida, y no es lo mismo un centro derecha, centro izquierda, que un ultraderecha, que es sinónimo de fascismo). Pero, en medio de este camino de pedradas injustificadas, existe una gran mayoría, un pueblo que razona, que piensa en lo mejor para la Patria, y es ese bello pueblo que me colma de bendiciones.

Aprovecharé mi cumple para excederme un poco, aquí va la pregunta: ¿Qué quiere la gran mayoría del pueblo hondureño? Respuesta: el retorno seguro del presidente Zelaya, para continuar haciendo política como nos debe ser permitido a todas y todos los ciudadanos hondureños. ¿Qué quiere el Gobierno? Respuesta: el retorno a la OEA para estabilizarse y contar con todas las aperturas que tiene un gobierno legítimo. Entonces aquí es donde entra el presidente Hugo Chávez, como mediador no como deliberante, pero, se da por entendido, porque así es en todo el planeta, que los crímenes de lesa humanidad no proscriben y están expuestos a las cortes internacionales. El que tenga oídos…

Las nuevas sociedades se basan en la voluntad popular representadas por el escrutinio, o sea, el voto. La Resistencia no debe temer --es el camino a seguir-- a futuras contiendas electorales, eso sí, debe sanearse el procedimiento para que sean auténticamente democráticas. Otras vías de acceder al poder, como los golpes de Estado, por ejemplo, ha quedado claro y requedemostrado con el caso Honduras, que no solo son utópicas sino aberrantes. Al igual, desde la izquierda, con el auge, promoción y silencio de lo que fuera el reciente movimiento guerrillero mexicano zapatista. Sé que estas verdades duelen, y me granjea uno que otro zarpazo, pero, como dijo Aristóteles “Soy amigo de Platón, pero soy más amigo de la verdad”.

Es importante reiterarlo, solo pueden pensar que no es importante el reingreso de Honduras a la OEA extranjeros con intereses en nuestra Patria, a quienes lo que menos les importa es el pueblo hondureño, aunque se hagan pasar por hondureños, y malos hondureños que sirven de caja de resonancia a esos extranjeros. Sin descartar a los que irremediablemente pisan el frágil hilo de la demencia. También puede darse el caso de algún sector de izquierda que piense que la agudización de la crisis puede conducir a una insurrección popular (¡cuidado, hay que meditar, no vaya a ser que con esto le estén haciendo el juego a los extranjeros pasados por hondureños, y quedemos como Haití, cito siempre Haití porque conocí en vivo la miseria de ese país antes del terremoto…no quiero ni imaginármelo ahora!).

Es otro motivo de alegría para mi cumple saber que este hermoso programa: variado, de gran calidad, conducido por la periodista Gilda Silvestrucci, flanqueada por los periodistas Merlyn Aplícano y Danilo Osmaro, regresa este lunes en su horario habitual (8 a.m. hora de Honduras, Radio Globo), gracias a la iniciativa solidaria del amigo colega periodista Luis Galdámez, de Tras la Verdad (9 a.m. Radio Globo). Felicidades.

Hasta aquí llego, como es mi cumple no quiero meterme en camisa de once varas, pero antes les recuerdo que un día como hoy (ayer), 17 de abril, pero en 1875 nació el gran poeta hondureño Juan Ramón Molina. Y un día como hoy, lunes 18, cumple otro gran poeta catracho Roberto Sosa, y mi hermana Norma Lida (felicidades).

Y este mes de abril me lo adueño, me pertenece, así que seguiré leyendo sus buenos deseos para este escritor, y a mis compatriotas que no tienen acceso a las computadoras, les leeré sus saludos vía telepática… Pues así sí, con tanto cariño vale la pena y no se siente la pena de cumplir un año más. Y como me dice en Facebook mi amigo Mario Fortín: “Cuando se cumplen muchos años se comienza a padecer los achaques de la columna. Felicidades”. Y mi respuesta es sencilla Mario: “Tienes razón, pero ese mal a mi no me ataca, pues mi columna la escribo de pie!”

NOTA: No me esperen el jueves, estoy de vacaciones, hasta el próximo lunes, Dios mediante.

Nueva York NY 17 abril 2011.
robertoquesada@hotmail.com