Cancillería: ¿Torpeza o sabotaje? "Roberto Quesada "

"Donde no hay dirección sabia el pueblo perece, pero en la multitud de consejeros hay seguridad."--Proverbios. Biblia Reina Valera 1060.

A velocidad de tsunami ha recorrido por el mundo la declaración de Mario Canahuati (Canciller de Honduras), de que nuestro país, cual superpotencia mundial que no necesita de nadie en la faz de la tierra, cierra sus embajadas, consulados en Unasur.

Descabelladas las declaraciones de Mario Canahuati, reforzadas luego por quien las hace de vicecanciller Alden Rivera (Radio Globo, programa noticioso conducido por Rony Jonathan Martínez), en donde el segundo de a bordo de la cancillería asegura que es mejor abrir nuevas embajadas y consulados, en Marte o en la Cochinchina, que seguir tratando con países que no han querido reconocer el actual gobierno.

Nada tan erróneo como en medio de negociaciones verter tales declaraciones de prepotencia combinada con ignorancia, o, como dirían los españoles, andar de bocazas. Porque, aunque no se hagan públicas, es lógico que el tapete de las negociaciones para que Honduras retorne al concierto de naciones continúa extendido. Y si no fuera por el complot interno, incluso enquistado dentro del Gobierno, que tiene la administración Lobo, quizá otro gallo ya cantara en cuanto a reconocimiento internacional.
Tal parece que el canciller (Canahuati) y su vice (Rivera) les atrapa la miopía. ¿No ven señores, que los mismos Estados Unidos ha enviado a su Secretaria de Estado, Hillary Clinton a Brasil? ¿No están enterados de que ahora el propio Obama hará ese recorrido? ¿Creen ustedes que estas altas autoridades de los Estados Unidos andan en Brasil para bailar en el Carnaval de Río de Janeiro? No, señores, su presencia allí es por la importancia económica que ha desarrollado Brasil y países vecinos, convirtiéndose juntos en un bloque económico, político y geopolítico de suma importancia para los Estados Unidos y el mundo (a excepción de la cancillería hondureña).

Ya de por sí estamos en una crisis económica global, agravada para Honduras desde el 28 de junio del 2009, desde el golpe de Estado. Y, por si fuera poco, el “Apocalipsis japonés”, como ya se le conoce, repercute de inmediato y a corto y a largo plazo en el mundo entero. Países como el nuestro, pobre y con fragilidad política, pues están condenados a recibir lo más fuerte del impacto económico mundial adverso. Dentro de esta vorágine, lo urgente, si verdaderamente cancillería representara los intereses del pueblo hondureño, hubiese realmente buscado, a como diera lugar, la normalización de Honduras ante todos los organismos internacionales. Pero, como ya antes había irónicamente preguntado Mario Canahuati al periodista David Romero Ellner, al referirse a Unasur: “¿Quién le ha dicho a usted que nosotros queremos relaciones con ellos?”

A pesar de todo lo que ha ocurrido en Honduras, desde el golpe de Estado, habemos muchos y muchas hondureños que no apostamos por el caos. No queremos de Honduras un segundo Haití. Y de prevalecer la tendencia de no reconocimiento internacional, sin duda ese será el camino que nos toque recorrer: hambruna, epidemias, violencia (que ya está), y si no nos deja la desgracia, algún tormento de la madre natura.

¿Qué cuesta ceder un poco en beneficio de todas y todos los hondureños? No, existe una ultraderecha tan atrasada que solo piensan en sí mismos y no les importa nada el cataclismo que ello pueda suponer para Honduras. Faltan pocos requisitos por cumplir, como el de los derechos humanos y el retorno seguro del presidente Manuel Zelaya. Esto no es capricho de los otros país, no, es resguardarse, protegerse, para que el caso Honduras no se repita en sus países.

Lastimosamente en Honduras así son las cosas, mientras los Estados Unidos cambia su política de garrote por la diplomacia con Sudamérica, Asia se acerca cada vez más, Europa está allí…excepto Honduras, como me dijo un embajador caribeño: “oye Roberto, ¿es cierto que tu país le ha declarado la guerra a Unasur?”

Según Diario Tiempo (15/03/2011): “Casa Presidencial ha difundido hoy que “en ningún momento, el Gobierno de la República que encabeza el Presidente Porfirio Lobo Sosa, ha dispuesto el cierre de Embajadas en países de América del Sur, donde anteriormente hubo representaciones diplomáticas de Honduras”.

Tanto Canahuati como Alden Rivera hablan y hablan de que ya todo está normal, hablan de que vendrán millones y millones a Honduras, hablan y hablan pero sin pruebas, sin nada concreto, sin cifras. Hablan nada más porque aun creen que encima de tonto, el pueblo hondureño es sordo (con el respeto a las personas que padecen esta discapacidad).

No se sabe qué pasa en cancillería: carencia de sentido común, arrogancia y prepotencia, no saben que diplomacia es sinónimo de prudencia… La pregunta sería: ¿Torpeza o sabotaje?

Nueva york NY 16/03/2011.
robertoquesada@hotmail.com