¡¡¡Salud resistencia popular!!! por Luis Zavala

Honduras entera está expectante sobre la gran asamblea nacional de la Resistencia Popular que se celebrará el 26 de febrero en la ciudad de Tegucigalpa. La expectativa es producto de la gran fuerza que posee la resistencia y de la inteligencia que pueda demostrar para tomar acuerdos sabios que lo conviertan en una alternativa verdadera para asumir la dirección del Estado de Honduras.

Todo mundo sabe que la Resistencia es poderosa y que encarna las más sagradas aspiraciones de un pueblo que esta irredento frente a una camarilla de hondureños poderosos que no entienden en qué consiste el desarrollo de un país y por lo mismo usan y abusan de los recursos de la nación creyendo que el mal durara toda la vida.

La Resistencia Popular no es un movimiento ideológico, por más que así lo quieran hacer aparecer los enemigos de ella y por más que así lo crean algunos que militan dentro de ella. El pueblo ha respondido como nunca y en forma contundente a los desafueros de la oligarquía nacional y extranjera porque ya no aguanta tanta mentira, tanto abandono, tanto abuso y tanta corrupción.
La conciencia nacional en contra de la maldad y la farsa de los malos hijos de Honduras, se ha fortalecido a la luz de la conducta de un hombre como Manuel Zelaya Rosales que encarna el sentimiento patrio en la defensa de la soberanía y el bienestar del pueblo. Ha llegado Mel Zelaya como un líder largamente esperado y llegó a la presidencia a pararse como hombre cívico, a cumplir el papel de un presidente soberano que le dijo a los gringos “aquí el presidente soy yo y soy el que está a cargo de la nave y por lo tanto los ministros, el jefe de las fuerzas armadas y los embajadores los pongo yo sin importar si les gustan o no a ustedes”. Esa conducta de hombre cívico le gusto al pueblo que está en la llanura, aguantando hambre, padeciendo injusticias sociales, sin medicinas en los hospitales públicos, sin empleo, con una educación atrasada por la mala administración educativa y aguantando cárcel por la mas mínima cosa mientras los que se roban millones disfrutan del poder y deciden sobre la vida y los bienes de los demás.


En la Resistencia hay de todo, derechas, medio derechas, izquierdas de todos los giros, liberales, nacionalistas, pinuistas, democratacristianos, UD, independientes y hay de todo lo que uno se pueda imaginar, pero no están por ideologías, ni por izquierdas ni por derechas, ni por ningún ismo que los lleve al abismo, estamos porque allí se encuentra un sentimiento de redención y luchas contra la injusticia social. Para resolver los problemas del pueblo, no hace falta ponerle apellidos, hace falta que se resuelvan y nada más. La vida irá marcando el destino de acuerdo a las circunstancias. El norte debe ser acabar con las injusticias sociales y volver libre a Honduras, entregársela los hondureños y que todos, ricos y pobres, izquierdas y derechas, independiente y religiosos, todos absolutamente todos, podamos vivir con bienestar social en paz y libertad.

La asamblea del 26 de febrero tiene la gran responsabilidad de entender la diversidad, tolerarla y buscar los mecanismos de unidad más efectiva. Mel Zelaya es el gran aglutinador y lo es porque está probado en la práctica, Mel no es teoría, Mel es acción y es referencia efectiva.

La diversidad de opiniones e ideologías en el Frente Nacional de Resistencia, es una novedad que indica que allí se aglomera todo un sentimiento hondureñita y que invita al país a unirse en un propósito de tener una Honduras con Desarrollo para todos. Es probable que en la asamblea se den discusiones fuertes, encontradas, gritos, enojos y hasta resentimientos y, todo estará bien mientras mantengamos la unidad. Discutamos lo que queramos y de la forma que queramos, pero mantengamos la unidad. La unidad es el llamado para derrotar al adversario…