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lunes, 17 de enero de 2011

¡Honduras avanza…! por Roberto Quesada

No, claro que no me refiero en términos económicos, pues bastaría con darle un vistazo a la advertencia de las Naciones Unidas de que: “Unos 80 países enfrentan un déficit de alimentos, y entre los más expuestos figuran Burkina Faso, Mali, Mauritania, Níger, Senegal, Chad y Haití. Entre los 70 restantes figuran otros latinoamericanos como Nicaragua y Honduras”. Y ya esto es mucho decir, es para pensar que no hay un futuro inmediato muy halagüeño.


Además, no debemos de olvidar de que Honduras continúa excluida de la OEA, y en las Naciones Unidas solamente es un número más con el que en vez de ingresos se dan egresos. El poco reconocimiento internacional que se ha logrado se debe a la promoción directa que hiciera en fechas pasadas el presidente Pepe Lobo. Así que no podemos estarnos refiriendo a este tipo de “avances’. Pero sin olvidar de que pese a lo que digan los neófitos en materia de relaciones internacionales, cada día que pasa se vuelve más imperiosa la urgencia de que Honduras sea reconocida por la OEA.


No obstante, hay señales que pueden catalogarse como avances. Una de ellas, por ejemplo, es que hay gran parte de la población hondureña que ya no se conforma con escuchar lo que dicen políticos y periodistas, ya no lo toman, como hasta no hace mucho, como verdades absolutas. Es cierto, antes del golpe de Estado del 28-J de 2009, era más fácil que un periodista, que un político, que un religioso, que un empresario, expresara algo y eso se tomaba, a tientas y ciegas, como un hecho irrefutable. Eso se ha convertido en pasado.
Estoy convencido de esto porque pude palparlo en la entrevista que no hace mucho los periodistas David Romero Ellner y Héctor Amador, realizaron al presidente del Congreso Juan Orlando Hernández, en el visto y escuchado noticiero Interpretando la noticia, de Radio Globo. Después de la entrevista hubo lluvia de críticas: que no abrieron los teléfonos al pueblo; que Juan Orlando no dijo nada nuevo e, incluso, que les dio “atol con el dedo” a los periodistas entrevistadores. Esto es positivo en el desarrollo de un pueblo, ya no se asume todo como que proviene de señores a quienes no puede cuestionárseles, contradecírseles. Es por ello que hoy cito al principio al periodista David Romero Ellner, con humor ilustra con esa confesión su pasado dogmático relevado ahora por su presente pluralista.


Es importante también el actual debate sobre las reformas al artículo cinco de la Constitución de la República, pese a que hay sectores que no quieren darle ninguna importancia. Para algunos, voy a referirme a pequeños sectores de la Resistencia, esto es reconocer que la Constitución, dada por fallecida, se le está dando oxígeno para que pase a estado de coma, con el riesgo de que poco a poco se le reviva, sepultando así las aspiraciones a una Constituyente que, para muchos duchos en esta materia, es la única forma de encontrar la reconciliación y retomar el camino del desarrollo después de un golpe de Estado.
Para el sector directamente golpista, el más recalcitrante, ciego, intransigente, incapaz de dialogar, predispuesto a infundir la amenaza, el temor, solo el hecho de pensar que la Constitución —que envejeció y no precisamente añejada como el buen vino—será objeto de mínima actualización, por voluntad del soberano, les hace mostrar dientes y colmillos. Asistidos por la sinrazón solo son capaces de ofrecer pijamas, garrotes y barrotes.


Debe tomarse conciencia colectiva de que no son los tiempos del dictador Tiburcio Carías Andino; ni la década de los 80; que ya la Unión Soviética, como tal, no existe; que se desmoronó, por voluntad popular, el muro de Berlín; de que los movimientos armados como la guerra de guerrillas quedó tan en el pasado que el mismo Fidel Castro ha dicho que en esta época eso sería un grave error; que ahora, como diría el escritor uruguayo Mario Benedetti, es la ‘táctica y estrategia’.
Solo el hecho de que ya en el Congreso se plantee pequeñas reformas a un artículo de la Constitución, es avance. El presidente Manuel Zelaya no llegó a eso, solo ‘suponen’ algunos que lo pensó, tal como se lee en el Informe Llorens, fue un golpe por suposición. Es como que yo vea que alguien se detiene unos segundos en la acera frente a mi casa, y supongo que es un ladrón y le pego un tiro. ¿Encontraré amparo en una justicia seria solo por decir que actué pensando que él quería saltar la cerca y meterse a robar a mi casa?
Cada paso, por pequeño que sea, encaminado hacia cumplir con las exigencias del pueblo, es positivo. Después de uno vendrá otro, así hasta aprender a caminar y después a correr.


Esto lo resume muy bien el editorial de Diario Tiempo, El punto cero (12/01/11): “La cuestión política básica, fundamental, es trabajar por la existencia de un Estado democrático, cuyo patrimonio esencial es la soberanía –incluyendo prioritariamente la soberanía popular--, por encima de los intereses y privilegios de clase. No es materia de ‘pétreos’ ni de ‘reelección’, son temas diferentes a la construcción de una sociedad solidaria y verdaderamente participativa.


Esa es, entonces, la naturaleza de la confrontación y la médula de la crisis política en Honduras, que no puede terminar sin que se resuelva el problema/demanda de participación popular directa en los principales asuntos inherentes a la vida nacional y a la reconciliación, para así poder superar ese modelo de Estado concebido como poder de una clase que se apropia del control de la sociedad”.


A esto agregaría yo que es imprescindible para encontrar el camino de la reconciliación y la paz, el retorno seguro e incondicional del presidente Manuel Zelaya Rosales. También no está de más recordarle a quienes se oponen a las reformas del artículo cinco y a otras, que esto no es nuevo, un gran reformista fue nuestro máximo prócer, el estadista y general Francisco Morazán Quesada. ¡Que conste!


Nueva York NY 12/01/11.
robertoquesada@hotmail.com

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