Zelaya llama a no apartar los ojos del lugar del conflicto, de donde realmente radica la crisis”. Y, a no distraerse con “campañas absurdas

Zelaya: Los órganos de justicia en Honduras, son inhábiles para juzgar por ser juez y parte, al ser confesos a favor del golpe de Estado.

La diputada al Parlamento Centroamericano (Parlacen), Gloria Oquelí, pidió a la junta directiva de esa instancia regional, conocer de la violación al Tratado Constitutivo del Parlamento al nombrar Honduras, un juez incompetente para los casos judiciales fabricados luego del golpe de Estado militar contra el presidente expatriado y diputado centroamericano, Manuel Zelaya Rosales.“…El juez de primera instancia que admitió el escrito de la Procuraduría General de la Republica de Honduras, y consecuentemente nombró defensores públicos, es incompetente para conocer estos casos”, expresa Gloria Oquelí.

Sostiene que “el juez que está conociendo de las causas ilegales, abiertas contra Zelaya como parte de una acción judicial que la Organización de Estados Americanos (OEA) calificó como persecución política, es incompetente y debe abstenerse de darles trámite”.

La diputada al Parlacen afirma que la acción violatoria al derecho del diputado Zelaya “desde luego, afecta toda la vida institucional del Parlamento”.

Oquelí fundamentó que el artículo 313 de la Constitución hondureña, rota por el golpe de Estado, establece que es a la Corte Suprema de Justicia (CSJ), a quien atañe “conocer de los procesos incoados a los más altos funcionarios del Estado y diputados”.

Y, asimismo, amplió que según el artículo 27, inciso “a”, del Tratado Constitutivo del Parlacen, los diputados gozan en el Estado que los eligió, de las mismas inmunidades y privilegios que tiene ante los congresos, asambleas legislativas, o asambleas nacionales.

De igual modo, respaldo que el artículo 417 del Código Procesal Penal señala que cuando funcionarios que gozan de inmunidad y personas que no gozan de ella, cometieran delito, una vez declarados los primeros con lugar a formación de causa, conocerá del proceso el magistrado que haya sido designado.

Oquelí pidió, además, en un documento dirigido al diputado presidente del Parlacen, Dorindo Cortez, y a la junta directiva, dar a conocer su preocupación al pleno del Parlacen, para que hagan las acciones que corresponden y “se corrija la arbitrariedad”.

La diputada Oquelí solicitó a las organizaciones de derechos humanos en Honduras entregar el documento que ella dirige al Parlacen, a todo organismo internacional competente para conocer del asunto, así como a los pueblos centroamericanos.

José Manuel Zelaya Rosales fue juramentado como diputado al Parlamento Centroamericano, el 17 de septiembre de 2010.

No distraerse.

Manuel Zelaya ha insistido al pueblo en resistencia, a “no apartar los ojos del lugar del conflicto, de donde realmente radica la crisis”. Y, a no distraerse con “campañas absurdas que inundan sus casas con chismes sobre mentiras y fantasmas...”.

Zelaya calificó de “maniobras y ardides pseudojurídicos”, las acciones del Régimen sobre los falsos juicios en su contra y ha aclarado que todo lo que han actuado es “una acción unilateral” en la que no ha intervenido, ni tampoco le han consultado, según su carta del 22 de diciembre.

Zelaya Rosales llamó “subterfugios ilegales, con máscara de legalidad, para corregir un entuerto”, lo relacionado a los abogados defensores nombrados, de forma inconsulta, para desarrollar juicios falsos que le fueron imputados después del Golpe.

La administración de la justicia en Honduras, ha mostrado ser “parcial y manipulada por los intereses particulares”; y, además, al ser confesos a favor del golpe de Estado, se vuelven inhábiles para juzgar “por ser juez y parte”, afirma.

Ha planteado que todo lo actuado después del golpe de Estado sólo se puede ser corregido al aplicar los artículos 2 y artículo 3 que mandan y ordenan que lo actuado por un régimen de facto es “nulo”.

Zelaya criticó, en su mensaje de Navidad, que los hechores del Golpe y sus continuadores están “enredados en un laberinto jurídico infinito del que no pueden salir”.