Miss Honduras-USA Bikini… por Roberto Quesada

“No es ninguna prioridad para Honduras retornar a la OEA”—Mario Canahuati, canciller de Honduras (Tiempo 24/11/10).

Mis lectoras y lectores dentro y fuera del país, al leer el presente titulo, sin duda, caerán en decepción, pues habiendo tantos temas tan importantes en Honduras, yo me voy por la tangente a hablar de bikinis y tangas. No hay que alarmarse, quizá dentro de poco les cuente sobre el baile de un personajecillo que en el país se las lleva de Macho Man (Village People) todopoderoso, pero en paraísos turísticos como Bangkok, se transforma en otra “cosita”.

Probablemente el lector espera que me refiera al ex presidente colombiano Alvaro Uribe, quien fuera condecorado con la Orden de la Cruz (quizá ese sea un símbolo de que él es uno de los que busca crucificar, más de lo que ya está, al pueblo hondureño).

Y en efecto, pensé escribir sobre la visita de Uribe a nuestro país, pero solo comencé la investigación y es tanta la información que lo vincula a violación de derechos humanos (Masacre del Aro, por ejemplo, en Colombia) y otros delitos, como este al que se refiere un periodista nada menos que de Newsweek: “Joseph Contreras, de la revista estadounidense Newsweek, Alvaro Uribe fue director del Departamento de Aeronáutica Civil (1980-1982) bajo el presidente Julio César Turbay Ayala. De esa época datan las sospechas que enturbian su pasado, concedió licencias de vuelo a algunos pilotos que eran traficantes de drogas (cártel de Medellín), acusaciones reiteradamente desmentidas pero en las que insistieron dos periodistas colombianos, Fernando Garavito y Fabio Castillo, en una inquietante investigación recogida en el libro Los jinetes de la cocaína. Según una biografía crítica (El señor de las sombras, publicada en 2002) escrita por el periodista.

Alberto Uribe, padre de Alvaro Uribe, fue asesinado en 1983, en su finca de Guacharacas, cuando presuntamente se resistió a ser secuestrado. En 1991, un informe del Departamento de Estado norteamericano presentó a Álvaro Uribe como “estrecho amigo personal de Pablo Escobar” y vinculó el asesinato de su padre con sus intrincadas relaciones con el narcotráfico. La muerte de su padre cambió radicalmente sus planes: vendió todas sus propiedades agrarias para dedicarse a la política”.

Perdí interés en este caso porque es exageradamente del dominio y conocimiento público. El hecho de que lo condecoraran en Honduras, tampoco es de extrañarse, en otros países han ocurrido hechos similares, como este insólito sobre un general mexicano, que narra en su libro, Ojos vendados (Estados Unidos y el negocio de la corrupción en América Latina), Andrés Oppenheimer: “Semanas después, en febrero de 1997, el Señor de los Cielos había sido nuevamente noticia de primera plana cuando fue arrestado el mismísimo zar antidrogas del gobierno mexicano, el general Jesús Gutiérrez Rebollo, bajo cargos de que vivía en una residencia propiedad del jefe del cartel de Juárez y recibía dinero del narcotraficante. La noticia del arresto de Gutiérrez Rebollo dio la vuelta al mundo. Se trataba de un hecho sin precedentes: el jefe del cartel de Juárez, el nuevo rey de la cocaína, era tan poderoso que hasta se daba el lujo de tener al zar antidrogas del gobierno mexicano —un general condecorado por la DEA y miembro del gabinete del presidente Ernesto Zedillo— a su servicio”.

Lo que sí es nocivo para Honduras, o evidencia la nueva realidad ya sin esconderse, es que la figura del Canciller, no porque sea Mario Canahuati sino cualquiera metido en esa investidura, no procede ir a recibir a un ex presidente, ya convertido en ciudadano común, mucho menos si se trata de personas con amplio prontuario delictivo y que, como Alvaro Uribe, está en riesgo de terminar en la cárcel. No hace mucho, en el gobierno de facto, condecoraron a Alejandro Peña Esclusa, quien se encuentra tras las rejas por terrorista.

Seguido al caso Uribe se dice que hay armas de grueso calibre en el Bajo Aguán, en donde el ejército privado de Facussé (Miguel) acribilló a cuatro campesinos, desarmados, mientras ingerían sus sagrados alimentos. Esto puede tener dos lecturas: que se olvide de inmediato la condecoración de Uribe, una vez que se informara en el país sus vínculos fuera de la ley; y, de paso, conspirar para que se destituya o encarcele al ministro del INA César Ham, para sustituirlo por otro que entregue ciegamente las tierras que pertenecen al campesinado hondureño, a terratenientes extranjeros y nacionales. Además, con este escándalo --cortina de humo-- se pretende también sembrar en el imaginario colectivo el olvido de los campesinos masacrados y, sobre todo, de quién es el principal implicado, el autor intelectual.

Todo esto unas horas después de que se aprueba en el Congreso una ley Antiterrorista, con fuertes sospechas de la ciudadanía de que está encaminada a reprimir la oposición política... Es que Honduras es un caos, no se sabe si existe Terrorismo de Estado o Estado Aterrorizado, o ambos. Y, mientras esto escribo, escucho en Radio Globo de tres ejecutados aquí, dos muertos allá, y esto es a diario.
El mismo día en que condecoran a Uribe, juramentan a la ministra de Justicia y Derechos Humanos Ana Pineda, y esto está pasando como si no fuera noticia, también entregaron los Premios Nacionales de Arte, Ciencia y Literatura, pobres premiados, en el más absoluto anonimato.

Pero eso no es todo, el presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, entra al país casi clandestino, Mario Canahuati asegura que ni lo vio, mientras le rindió honores de dignatario a un ciudadano común colombiano, Álvaro Uribe, ligado a violación de los derechos humanos y al narcotráfico. Y no contento con toda la barbaridad que están haciendo con nuestro país, Mario Canahuati dice que al Gobierno de Honduras no le interesa regresar a la OEA, y que el país será mantenido por los inmigrantes hondureños, la gran mayoría ilegales, que viven en los Estados Unidos. Según Canahuati: “…las remesas incrementaron en 2 mil 800 millones de dólares”.

Mientras Canahuati saca pecho con los inmigrantes, asesorado por su genial achichincle Alden Rivera, la comunidad hondureña en los Estados Unidos se siente frustrada, pues hace tiempos no hay pasaportes, timbres ni nada en los consulados. Y la gente quisiera visitar Honduras, pero para ello necesitan comprar con tiempo sus boletos, pues entre más se acercan las fechas navideñas, más caros son los pasajes. Nada de esto es posible para la trabajadora comunidad inmigrante, todo porque cancillería se dedica a otras cosas, como a realizar desfiles de modas, tal como lo hiciera la colombiana Sandra Canahuati, esposa del canciller, directora del programa Acción Social, en el sexto piso de ese edificio, representando la Red de Microempresarias.

Será por eso que ahora organizaciones sociales de la comunidad hondureña en los Estados Unidos, quieren solicitarle al canciller que les financie y preste el edificio de cancillería, para realizar en Honduras el concurso en donde participan chicas hondureñas residentes en los Estados Unidos, en prendas íntimas: Miss Honduras-USA Bikini 2011