En Honduras la mayoría de las violaciones cometidas por el ejército y la policía continúan impunes lo expreso un alto comisionado de la ONU

Más de un año después del golpe de Estado en Honduras la mayoría de las violaciones cometidas por el ejército y la policía continúan impunes, denuncia un informe del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos.

"Las acciones llevadas a cabo por las fuerzas de seguridad se caracterizaron por el uso desproporcionado de la fuerza, las torturas y los malos tratos, y se transformaron en detenciones arbitrarias e ilegales", señala el texto conocido hoy aquí.

De acuerdo con el documento, que será presentado mañana en Ginebra, el estado de excepción decretado tras la ruptura institucional permitió la represión contra los opositores y la restricción arbitraria de los derechos fundamentales.

El 28 de junio de 2009 militares encapuchados, en contubernio con la oligarquía, secuestraron al presidente hondureño, Manuel Zelaya, lo llevaron a la fuerza a Costa Rica e impusieron en el poder a Roberto Micheletti.

Durante los seis meses de dictadura se registraron más de cuatro mil violaciones a los derechos humanos, unos 40 antigolpistas fueron asesinados, cinco jóvenes masacrados en marchas pacíficas y hubo más de tres mil detenciones, según organizaciones hondureñas.

Además de profundizar en las consecuencias del golpe de Estado y la impunidad, el informe del Alto Comisionado de la ONU analiza la situación actual y rechaza las políticas contra las pandillas que no tienen en cuenta la prevención y las causas del fenómeno.

Otros aspectos contenidos en el documento son la discriminación de la mujer, la situación de los niños de la calle, los malos tratos, torturas y el uso excesivo de la fuerza durante las detenciones.