En el paraíso golpista se baña en coca Por Sura’s Way

Lo que sucede en Honduras trae recuerdos de un pasado reciente de El Salvador. Desde el golpe de Estado a Manuel Zelaya, vinieron los atropellos contra la sociedad, convirtiendo las violaciones de los derechos humanos en el pan de cada día, asesinatos de periodistas y los manifestantes de la indignación. En Honduras hoy la droga pasa como “Juan por su casa”, tal como sucedió en El Salvador en los años de la guerra y quién sabe, en los años de un narco partido en el poder.

No creo que sean “de balde” los señalamientos que leemos sobre los verdaderos intereses de los Estados Unidos en países donde predomina la droga, el petróleo, una conveniente posición geográfica o algún recurso natural; todo lo que puedan explotar a su beneficio. Como por ejemplo, el opio en Afganistán, la cocaína en Colombia, el petróleo de Irak, todos denominados “amigos” por los del norte y en donde mantienen algún tipo de ocupación.


Honduras, desde el golpe de Estado, probablemente orquestado con el “ok” de los Estados Unidos, endulzó a la extrema derecha de la región, salieron corriendo a celebrar algunos personeros salvadoreños pertenecientes al partido Arena por la razón de haber protegido “la democracia”, a pesar de que lo que se hizo fue romper con el orden constitucional, contra la voluntad de la mayoría de los hondureños que habían elegido a su presidente. Quién sabe si una de las razones de salir corriendo a celebrar con los golpistas fue porque sabían que habían perdido las elecciones en El Salvador y por ende la libertad del trasiego de droga, Honduras entonces les significaba una nueva oportunidad para seguir haciendo de las suyas.


Hoy, “Las autoridades han detectado un cambio en la forma de operación de los vuelos cargados con cocaína procedente de Sudamérica y ahora ya no aterrizan en México sino en Honduras… desde 2009 la mayoría lo hace en Honduras”, informó el presidente de México Felipe Calderón. Lo que me hace pensar en que coinciden las fechas con el golpismo ¿no?


El trasiego de cocaína subió en Honduras de 100 a 850 toneladas en el 2010. Es un país con un amplio historial que se va consolidando con el gobierno golpista que parece convertirse en la mejor opción para los narcotraficantes. Porque es más fácil por complicidad o porque es un negocio muy acogido por algunos del capital, por los de la derecha que siempre se encantan con este tipo de negocios o con el dinero fácil.


En Honduras se llega al colmo de que 5 hombres armados entran a una base militar y se roban una avioneta, como en complicidad, avioneta que había sido decomisada en actividades de narcotráfico. Ese es el grado de inseguridad que se está permitiendo. Por el robo se culpa a “El Cártel de los Pilotos” que está integrado por pilotos que en Honduras se cree, son civiles y ex militares que están sin trabajo y que por cada transporte de cocaína les pagan 300 mil dólares.


En El Salvador no podemos decir que el tráfico de droga no se da, lamentablemente, o se está encubriendo bien, o se hace descaradamente sin que nadie diga nada. ¿Historias? Los más reciente, el juicio por la ejecución de los narco-diputados, además de los innumerables señalamientos a un capo mayor y de ex directores de la policía que se les relaciona con el crimen organizado. No se ve quien sea juzgado. Como también, la droga se vende por doquier, en lugares como la Tutunichapa en los que “por algo” no se hace mucho por evitar el narcomenudeo.


Lo que cabe preguntar es ¿para qué querían los golpistas el país? si es para este paso desmedido de la droga, pues lo han logrado, se pueden bañar en coca. Ahora seguramente los de la derecha salvadoreña, especialmente los de Arena, tendrán en este reconocimiento internacional una razón más para seguir celebrando ese rompimiento del orden constitucional que ya lleva encima varios muertos, entre ellos periodistas. Ya volverán a traer a su héroe, Roberto Micheletti, por cierto, empresario de transporte, quien sabe de qué.


Arena y la ANEP se oponen a la colección de un impuesto que ayude en el combate a la inseguridad. Con la misma excusa de siempre, desincentiva la inversión. ¿Quién recuerda la última vez que los empresarios estuvieron de acuerdo con un aumento de impuestos? Claro que no es así, nunca lo están. La negativa de Arena es porque, como por principio, defienden al gran capital y porque les conviene que El Salvador sea un país inseguro. Se hacen más ricos con sus empresas de seguridad y pueden facilitar el narcomenudeo. Es casi seguro que para algunos del tricolor, el narcotráfico es una de las principales razones de querer volver al poder.


Al menos ya sabemos que esta moción tendrá el aval de GANA y el FMLN, que juntos suman 50 votos, suficientes para su aval.

Sura’s Way