Matan a joven miembro de la Resistencia y hieren a otro

Wilson Edgardo Cabrera Alvarado, de 24 años, fue ultimado a balazos la noche del domingo mientras compartía con amigos en una esquina de la comunidad Tacamiche, donde residía.



Los familiares y amigos de la víctima impidieron que las autoridades trasladaran el cadáver a Medicina Forense, aduciendo que éstas actuaron de manera prepotente.
En el hecho, ocurrido a eso de las 8:30, resultó herido un amigo del ahora occiso identificado como Roger Connolly, de 22 años.




Testigos relataron que sujetos a bordo de un vehículo doble cabina, color gris, dispararon contra el grupo de jóvenes, que estaban distraídos viendo un vídeo en un celular.


Wilson Edgardo recibió dos impactos de bala, uno en el pecho y otro en la pantorrilla derecha, mientras que a Roger Connolly le impactaron dos balas, uno en cada brazo, y fue trasladado a la emergencia del Hospital Mario Rivas.



Un comunicado de la Coordinadora de Sindicatos Bananeros de Honduras (COSIBAH) establece que Cabrera Alvarado “era hijo del compañero Edgardo Cabrera y nieto de doña Toña La Guerrillera, compañera insigne en la lucha de resistencia de esta heroica comunidad”.














Wilson Edgardo Cabrera Alvarado en la foto de su cédula de identidad.


Dicen presumir que el homicidio “está vinculado a los múltiples asesinatos selectivos que están ocurriendo en nuestro país contra todas aquellas personas que militamos activamente en el Frente Nacional De Resistencia Popular”. Por ello aseguran que en adelante pedirán a quienes ingresan a la comunidad que bajen los vidrios de sus carros.

EN RESISTENCIA

Roberto Sánchez, dirigente de la comunidad Tacamiche, reconoció que impidieron que las autoridades trasladaran el cadáver a Medicina Forense, porque “actuaron prepotentemente”.


“Ellos (las autoridades) tienen que entender que cuando a una familia le matan un miembro el dolor y la sensibilidad están a flor de piel”, comentó.


“Llegaron prepotentemente, apartando a los familiares de la escena, gritándole a todo el mundo, ni querían que fumaran cerca de ellos”, expresó.


“Esta es una comunidad en resistencia, siempre lo ha sido, y a los vecinos no les gustó la actitud de esa gente y por eso impidieron que se lo llevaran”, añadió.


Argumentó que otra de las razones por las que no permitieron que el cuerpo del joven no fuera llevado a la morgue, fue por la tardanza con que los cadáveres son entregados.


“Hasta 24 ó 26 horas después, y la familia es pobre, no tienen recursos para estar pagando fletes hasta allá”, concluyó.