Elecciones hondureñas protegidas bajo el manto de la impunidad estadounidense

El Gobierno de Estados Unidos ha reconocido el proceso electoral, ilegal y fraudulento a través del cual fue seleccionado Porfirio Lobo como nuevo presidente de la República de Honduras y con ello, Washington cubre con su manto de impunidad unos comicios marcados por la sangre de decenas de muertos y centenas de lesionados, torturados, secuestrados, apresados y presos políticos.

Así lo expresó el Vicepresidente del Grupo Venezolano del Parlamento Latinoamericano (Parlatino), Carolus Wimmer, luego que el secretario de Estado adjunto de EEUU para América Latina, Arturo Valenzuela, dijera que su país reconoce la 'amplia victoria' de Lobo en unas elecciones que “cumplieron las normas internacionales”, informó un boletín de prensa de la Vicepresidencia.

El discurso dual estadounidense

Wimmer, también Secretario Internacional del Partido Comunista de Venezuela (PCV), recordó que tan sólo un día después de que el presidente Manuel Zelaya fuese derrocado por sectores de ultraderecha, el Mandatario estadounidense Barack Obama reconoció que la expulsión del líder hondureño fue un golpe de Estado 'no legal'.

Aunque expresó que, para ellos, Zelaya seguía siendo el presidente del país, nunca exigió su restitución en la presidencia ni mucho menos rompió relaciones con el régimen de facto que lideró Roberto Micheletti, así como han hecho muchos países.

“Los golpistas se mantienen en el poder con el apoyo de Estados Unidos, demostrando con este gesto su profundo desprecio por la democracia y su nulo reconocimiento del derecho soberano de los pueblos a expresarse a través del voto”, aseveró Wimmer.

Agregó que el tiempo demostró que tanto las maniobras del Gobierno norteamericano, como las de la Organización de Estados Americanos (OEA), sumisa a sus intereses, no pretendían defender la democracia hondureña, sino simplemente dilatar y obstruir la restitución del hilo constitucional y finalmente apoyar a quienes resultaran elegidos en una farsa electoral.

Wimmer repudió el hecho que Gobiernos como el de EEUU, Colombia, Perú, Costa Rica y Panamá, hubiesen sido capaces de avalar unas elecciones organizadas por un régimen que durante cinco meses ha reprimido violentamente a un pueblo, con un saldo bastante negativo.

“El Gobierno de facto de Micheletti, con la participación cómplice de Estados Unidos, carga con 21 personas asesinadas, 4.234 denuncias por violación de las libertades fundamentales, 7 atentados, 95 amenazas de muerte, 133 casos de torturas, 394 personas lesionadas, 211 heridas a causa de la represión, 1.987 detenciones ilegales, 2 intentos de secuestro y 114 presos políticos acusados de sedición (...) Diariamente estas cifras aumentan”, argumentó.

Los comicios se efectuaron y el presidente constitucional continúa cercado en la embajada de Brasil. Por ello, los países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, la mayoría de las naciones integrantes de la Cumbre Iberoamericana y de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), los resultados no reconocen el proceso electoral ni mucho menos los resultados.

“Influye mucho el factor mediático. La mayoría de medios de comunicación, al servicio de la oligarquía, del imperialismo y sus transnacionales, dan por solucionada la crisis y buscan legitimar las elecciones (...) Sin embargo, continúa la represión contra el pueblo que se niega a aceptar la imposición de un presidente y que se mantiene en las calles exigiendo el regreso del presidente que eligieron hace cuatro años”, manifestó.

El diputado reiteró que la única solución a la crisis es la restitución incondicional de Zelaya a la presidencia, el juicio y castigo a los golpistas y sus cómplices y, finalmente, la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente y a unas elecciones bajo el seno de un Gobierno realmente democrático.

“Pedimos a los Gobiernos e instituciones internacionales no reconocer las elecciones y mantener la presión política, económica y financiera contra la dictadura cívico-militar impuesta por la oligarquía y el imperialismo, así como desconocer a las autoridades espurias que pretendan presentarse como representantes electos del pueblo Hondureño”, puntualizó