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domingo, 29 de noviembre de 2009

La incertidumbre se apodera de Honduras en víspera de sus polémicas elecciones

Honduras se encuentra hoy sumida en la incertidumbre por el desarrollo mañana, domingo, de unas elecciones generales amenazadas con no ser reconocidas por gran parte de la comunidad internacional, mientras la población no oculta la preocupación ante la posibilidad de que se produzcan incidentes.

Sin supervisión de organismos internacionales y con acusaciones de falta de garantías para su desarrollo, las elecciones cumplirán con la formalidad de realizarse en tiempo y forma, y con el paradójico escenario de tener al presidente depuesto, Manuel Zelaya, encerrado en una Embajada y al de facto, Roberto Micheletti, “ausente” del poder.

Los medios de comunicación hacen hoy constantes llamadas a que la población acuda mañana a los comicios, en los que 4,6 millones de hondureños -un millón de ellos residentes en el exterior- están llamados a elegir un presidente, tres vicepresidentes, 128 diputados y los integrantes de 298 corporaciones locales.

Sin embargo, gran parte de la comunidad internacional ha dicho que no reconocerá los resultados de las elecciones por realizarse en un marco de ruptura constitucional tras el golpe de Estado contra Manuel Zelaya el pasado 28 de junio.

“Hay que ver qué pasa mañana”, advirtió hoy el embajador de Estados Unidos en Honduras, Hugo Llorens, en declaraciones a los medios locales en las que recordó que “tener unas elecciones libres, transparentes, es una condición necesaria, no suficiente, pero una condición necesaria para restaurar el orden democrático".

El embajador estadounidense indicó que “parte del proceso de normalizar la situación en Honduras, de restablecer el orden constitucional, requiere definitivamente un proceso electoral".

Por lo pronto, las autoridades policiales informaron de un nuevo atentado con una granada contra una radio de la capital anoche y de dos explosiones en las ciudades de San Pedro Sula y Lempira, sin que en ninguno de los casos se registraran heridos.

“Los hondureños si tienen abstención es porque los están amenazando por eso no salen, no es porque no quieren ir a votar”, dijo hoy el candidato oficialista a la presidencia, Elvin Santos, en conferencia de prensa al referirse a las explosiones.

Nicaragua y El Salvador decidieron hoy cerrar sus fronteras hasta que pasen las elecciones, según una fuente oficial hondureña, y en Honduras hay ley seca desde las 6.00 del sábado, hora local (12.00 GMT).

En las calles de Tegucigalpa se puede ver hoy abundante propaganda electoral colgada de semáforos o pegada a postes de luz; “centros de acopio”, como se llaman a los locales de información electoral para la ciudadanía, y todo un abanico de opciones para averiguar el lugar donde cada uno debe votar.

Alrededor de 250 invitados, según las autoridades electorales, han llegado al país para hacer de observadores, ante la negativa de organismos como la Organización de Estados Americanos (OEA).

Entre los invitados se cuentan diputados europeos; representantes del Instituto Nacional Demócrata (NDI) y del Instituto Internacional Republicano (IRI) (ambos receptores de fondos del Gobierno de Estados Unidos) y ex presidentes, aunque también 88 extranjeros residentes en el país agrupados bajo una organización no gubernamental.

Está previsto que los colegios electorales abran sus puertas a las 07.00, hora local (13.00 GMT), y cierren a las 16.00, aunque el horario podría ampliarse una hora por decisión del Tribunal Supremo Electoral (TSE) o la propia mesa en caso de que se produjeran “dificultades”, indicaron a Efe fuentes de la autoridad electoral.

Ese órgano espera dar los primeros resultados oficiales alrededor de las 18.00, hora local (00.00 GMT del lunes), momento hasta el que no está permitido ofrecer información sobre encuestas.

Detractores y seguidores del depuesto Zelaya, que en el caso de los últimos ven en las elecciones la forma de legitimar el golpe de Estado, se acusan de formular amenazas para impedir u obligar a la población a ir a votar.

“Yo no voy a ir a votar, aunque nos han amenazado con corrernos (echarnos) si no vamos”, dijo a Efe Luis Fernando Aceituno, de 42 años, al explicar que el lunes tiene que llegar con el dedo manchado de tinta para demostrar que votó.

Maribel Corrales, de 31 años, dijo a Efe que ella va a votar en unas elecciones que son “totalmente legítimas”, aunque se mostró preocupada por el posible no reconocimiento internacional.

“Las ayudas (internacionales) han dejado de entrar y eso se nota”, afirmó.

YUCATAN

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