A los seguidores de Manuel Zelaya se les están gastando los zapatos después de superar los 90 días de marchas por calles y barrios en demanda de la restitución del depuesto presidente de Honduras, algo que se encargaron de demostraron hoy frente a la Embajada de Estados Unidos.
En las marchas de hoy y ayer, viernes, el Movimiento de Resistencia Nacional contra el golpe de Estado movilizó a miles de personas de todas las edades, incluso niños, portando banderas de Honduras en azul y blanco, otras en colores rojo, negro y amarillo, y algunas de Brasil, Cuba y Venezuela.
El 28 de junio pasado, los seguidores de Zelaya se movilizaron para participar en una consulta popular que promovía el presidente a favor de una Asamblea Nacional Constituyente.
Sin embargo, aquella madrugada los militares derrocaron a punta de fusil al gobernante y ellos siguieron en la calle para reclamar su regreso al poder.
A partir de entonces, los seguidores de Zelaya iniciaron una resistencia con marchas en todo el país, una de ellas hasta el punto de Las Manos, fronterizo con Nicaragua, por donde el derrocado mandatario quiso ingresar al país el 24 de julio pasado.
Ahora el depuesto presidente está rodeado de militares y policías, pero en la Embajada de Brasil, adonde llegó por sorpresa el pasado lunes y donde dice que se siente "prisionero" en su propio país.
Rafael Alegría, uno de los coordinadores del Frente Nacional de Resistencia contra el golpe de Estado, dijo ante la Embajada de Estados Unidos que haber organizado marchas en los barrios y colonias de la capital ha sido importante, porque se ha "creado conciencia en la población".
En la marcha de hoy, Alegría recordó que en los 91 días de protestas en las calles, los miembros de la resistencia, de todas las edades, se han gastado muchos zapatos, que simbólicamente hoy le lanzaron a Micheletti en un acto frente a la sede diplomática estadounidense.
"Nuestros zapatos están desgastados, pero no el alma, el corazón y la esperanza", expresó el dirigente popular y campesino, y añadió: "Micheletti, estamos tirándote el zapato porque no te podemos tirar otra cosa".
Lo que no parece acabársele a la resistencia popular es la paciencia y la voluntad de reclamar el regreso del presidente elegido en las urnas, pues siguen con sus protestas en las calles y las marchas se inician recordando el día que se cumple de la manifestación.
"A 91 días del golpe de Estado, aquí no se rinde nadie", expresó Alegría al iniciar la marcha de hoy que, después de un plantón ante la Embajada de Estados Unidos y en una de las calles de acceso a la legación brasileña, finalizó en el centro de Tegucigalpa.
En las marchas, con una fila de militares a la derecha y policías a la izquierda, los manifestantes gritan consigas duras contra Micheletti, las Fuerzas Armadas, empresarios, políticos, religiosos católicos y evangélicos, periodistas y medios de comunicación, entre otros.
En la manifestación, líderes del movimiento en resistencia instruyen a los manifestantes a que sigan en tres filas o que "no provoquen, ni se dejen provocar", lo que también les recuerda megáfono en mano Dionisia Díaz, de 75 años, quien indicó a Efe que también participó en la huelga bananera de 1954 en el norte de Honduras.
Dionisia ha sido bautizada como "la abuelita de la resistencia".
Hasta antes del 28 de junio, la huelga de 1954 había sido la manifestación que más había durado en Honduras, 69 días.
En las manifestaciones tampoco faltan las bromas entre los manifestantes, como lanzarse agua unos a otros, o dinámicas como "hacer la ola", como si estuvieran en un estadio de fútbol.
Un reducido sector de la economía informal también se favorece con las marchas, como los vendedores de helados, agua en bolsa, refrescos, comida, dulces, frutas, sombreros, sombrillas, camisetas, llaveros y música pirateada alusiva a la protesta para exigir la restitución de Zelaya en el poder. EFE
tomado del voselsoberano
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