“Estoy dispuesto a dar mi vida para que se logre la transformación de Honduras”, ha afirmado el Presidente de la República, José Manuel Zelaya, en declaraciones a una radio local.
El mandatario que ingresó al país ayer (21 de septiembre de 2009), permanece en la embajada de Brasil junto con su familia y miembros del Frente Nacional Contra el golpe de Estado, a pesar del asedio de los escuadrones militares.
La población hondureña sigue atada a las decisiones de los grupos de poder político y económico, por eso el Presidente Zelaya afirmó: “Un plan de reforma social sólo se puede hacer cuando se tiene conciencia humana”.
Pero miran a la gente –continúa el mandatario refiriéndose a la oligarquía– y la valoran por lo que tiene y no por lo que es, si la gente no tiene dinero la tratan como mercancía.
CAMBIO SOCIAL
Este cambio comenzaría con la Consulta Popular, misma que se iba a llevar a cabo el 28 de junio del año presente, cuando se perpetuó el golpe de Estado y el mandatario fue expulsado del país.
La consulta popular tenía como objetivo preguntar a la población si querían o no que se colocara una cuarta urna en las elecciones generales de noviembre para llevar a cabo una Asamblea Nacional Constituyente. Ahora la población exige que ésta se realice, el pueblo quiere una constituyente.
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