"El régimen (de facto) no ha aceptado el diálogo, he tenido respuesta de plomo", declaró Zelaya.
Zelaya, derrocado y expulsado del país en un golpe de Estado el 28 de junio, ofreció el miércoles dialogar "en forma personal" con el presidente de facto Roberto Micheletti.
Sin embargo, dijo este jueves que no ha obtenido ninguna respuesta, formal ni informal, a su llamado al diálogo, sino "demostraciones de fuerza" en torno a la embajada brasileña, rodeada desde el martes por militares y policías fuertemente armados.
"Nos racionan los alimentos, no dejan pasar nuestras familias, mandan mensajes a nuestros celulares denigrantes", expresó Zelaya. "Nos atacan con ruidos, amenazas", agregó.
Según el presidente depuesto, este jueves hacia las 02H00 de la madrugada locales (08h00 GMT), se sintió una fuerte detonación muy cerca de la sede diplomática.
El sacerdote católico Andrés Tamayo, quien permanece en la embajada para respaldar a Zelaya, dijo a la AFP que algunos huéspedes de la legación brasileña han recibido mensajes en sus celulares que decían que ésta será ocupada por los militares.
"Nos enviaron muchas amenazas con llamadas a celulares diciendo que van a atacar la embajada", dijo Tamayo, un sacerdote de origen salvadoreño famoso por sus campañas en favor del medio ambiente en Honduras.
"Nos dicen: si no salen vamos a lanzar un asalto y capturar al presidente. Mañana será tu último día", agregó.
El gobierno de Micheletti ha asegurado que la sede diplomática será respetada.
Un portavoz de la Policía desmintió actos de intimidación hacia la embajada y afirmó que la explosión que escucharon sus ocupantes fue provocada "por un transformador eléctrico que explotó".
"En cuanto a la comida, la Policía y las Fuerzas Armadas han sido muy amplias en permitir el ingreso de víveres y ropa, no se les está restringiendo nada",
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