La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condenó este viernes de forma enérgica el ataque por parte del régimen de facto de Honduras a la Embajada de Brasil en Tegucigalpa, donde se encuentra el presidente legítimo del país, Manuel Zelaya. El organismo, dependiente de la Organización de Estados Americanos (OEA), reclamó en un comunicado “respetar los derechos humanos de las personas que se encuentran en la sede diplomática, así como la inviolabilidad de la misma”. En el documento, la CIDH relató que “fuerzas de seguridad del régimen de facto rodearon la Embajada de Brasil y arrojaron gases tóxicos no identificados”. Este hecho provocó “intoxicaciones, sangramiento, vómitos y mareos a personas que se encuentran dentro de la sede diplomática”, destacó el organismo. También se denunció que desde el comienzo del ataque “miembros del Ejército bloquearon la salida de cualquier persona de la embajada e impidieron el ingreso de médicos, incluyendo de la Cruz Roja Internacional”. “La CIDH hace un llamado urgente al régimen de facto a poner fin a este operativo en forma inmediata y a adoptar todas las medidas necesarias, a fin de garantizar el derecho a la vida, la integridad y la seguridad” de quienes se encuentran en la embajada brasileña. El asedio contra la sede diplomática se mantiene desde el lunes pasado, cuando Zelaya ingresó a Honduras y se trasladó al lugar, mientras el régimen de facto que lo derrocó el 28 de junio mantiene su negativa de dialogar con el mandatario constitucional
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