--Por: Edgar Orellana
--Señor Roberto Micheletti Baín
---Despacho de la Presidencia de Honduras
Roberto Micheletti, ya basta de reprimir a los hondureños, no es posible que a estas alturas esté actuando como troglodita, (según el diccionario de la RAE, Troglodita “[Persona] bruta, cruel o muy tosca”) reprimiendo las manifestaciones de sus conciudadanos que tienen sus propios sueños e ideales, golpeando a niños, mujeres y ancianos, viendo correr la sangre y lo que es peor las ilusiones de un pueblo que solo desea ser el protagonista de la creación de un país sin el control de un pequeño grupo que ve a Honduras como su finca.
Roberto, detenga por favor esas masacres, mande a los militares a donde deben estar, los cuarteles, siéntese a negociar y entregue bajo condiciones reales de no continuismo el poder a quien corresponde, si bien es cierto Zelaya cometió muchos errores también es cierto que la forma en que lo sacaron del país violó la constitución que usted dice defender.
El juicio de la historia es implacable y sus hijos, nietos varias generaciones más llevarán el estigma de ser señalados como familia del dictador gorila que masacró a sus coterráneos, de verdad Roberto, no vale la pena aferrarse a la Presidencia bajo esas condiciones, no va a encontrar un solo país donde usted y su familia estén tranquilos por el resto de sus días.
Pare ya la represión, quizá de forma benigna una amnistía puede librarlo de vivir sus últimos años escondido bajo el temor que una corte penal internacional lo persiga, usted ya está viejo Roberto, no se meta a camisa de once varas, todavía está a tiempo de dar marcha atrás, el pueblo que usted dice defender y querer se está muriendo en las calles bajo la bota militar.
Voy a serle honesto, a mi Manuel Zelaya no me caía nada bien, es más desde Guatemala lo veía como un arribista malintencionado, pero lo que son las cosas, en estos días he encontrado muchas situaciones que han colocado en un pedestal al legítimo Presidente de los hondureños y por ende SU PRESIDENTE Roberto, como usted le dijo en una conversación telefónica, cuando Zelaya estaba en Panamá usted lo llamó y le dijo: “Señor Presidente controle a Chimirri porque me atacó en una radio, usted sabe que le soy leal y cuenta conmigo en lo que necesite desde el congreso”.
En otra conversación telefónica escuché a Zelaya decirle al Secretario de Seguridad: “Me acabo de enterar que el sindicato de Hondutel va a ser una manifestación, te agradezco que no vayan a reprimir a los muchachos, hay que explicarles que lo que viene es bueno, pero cuidado con agredir esa manifestación” esto retrata a Zelaya como un hombre bueno, que ama a sus conciudadanos.
Roberto por el amor de Dios, despójese de una vez de sus malsanas intenciones de seguir al frente de un cargo para el que no ha sido electo, reúnase con Zelaya, acepte la reforma constitucional y que le permitan a usted participar como candidato independiente a la Presidencia, a ver si es cierto que el pueblo lo apoya, Roberto ni siquiera los liberales, su partido, le apoya.
Finalmente Roberto quisiera extenderme diciéndole tantas cosas que he visto en Honduras en los últimos días y que ponen los pelos de punta a cualquiera, pero me limito a decirle que por la represión que los militares llevan a cabo y que usted no es capaz de controlar, dos mujeres fueron violadas por militares o policías y les introdujeron los bastones o toletes en sus partes íntimas en una vejación que no tiene nombre, un jovencito fue golpeado sin compasión y muchos hondureños más han visto correr su sangre.
Usted tiene mucha soberbia, pero su familia quizá escuche este llamado y lo haga reflexionar, el mundo entero lo va a despreciar y no va a existir un solo lugar del mundo donde el apellido Micheletti tenga cabida. Distánciese de los ricos de su país, ellos solo ven los intereses de sus empresas y usted es un títere que ellos manejan a su sabor y antojo.No me despido con muestras de respeto porque usted no las merece
cortesia de Revista la Razon
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